CAPÍTULO 24.

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[Una semana después]

La semana pasó tan rápido, y después de lo que pasó entre ellos, su relación se ha mejorado.

Inclusive, se besan a escondidas, y hasta han repetido unas cuantas veces los orales entre los dos.

Mario estaba sobre Romeo, tocaba y acariciaba su piel bajo la camiseta. Sus lenguas jugaban entre sí. Sus fuertes erecciones se rozaban bajo los pantalones, de repente la puerta sonó, separándose de inmediato.

- Mario, te busca Sandra-. Habló la madre tras la puerta.

Con solo escuchar su nombre, su humor cambiaba completamente.

La puerta se abrió, entrando María Luisa y tras ella la chica barrigona. Vestía una blusa ancha color blanca con flores rojas, que resaltaba su color de piel blanca, cabello corto color oscuro.

- Hola, mi amor-. Se lanzó contra Mario en un abrazo. Unió sus labios contra los del chico, que momentos antes besaba a otro.

- Hola Sandra-. Se separó de ella, viendo la mala reacción de Romeo.

Sandra volteó, viendo a Romeo. Cruzaron la mirada, casi ocasionando un incendio con sus ojos. Romeo tenia mal gesto al estar en la misma habitación que la chica.

Nunca había odiado a nadie, con la excepción de la zorra que engañaba al pobre inocente de Mario. La rivalidad entre el chico y la chica era mas que obvia.

- Mi amor, hoy en la noche unos amigos tienen una fiesta, y quiero que me acompañes-. Habló con la voz mas chillona e irritante del mundo.

- Está bien, me mandas la hora y la dirección-. La chica lo tenia por el cuello, y volvió a besarlo frente a Romeo.

Romeo sentía como se encendía en su interior, quería tomar a la chica por los cabellos y arrastrarla por toda la calle, pero miraba la panza y mejor se calmaba. Si no fuera por eso, ya tuviera sus cabellos entre sus dedos.

Mario terminaba de arreglarse, decidió por unos jeans negros ajustados, una camiseta con cuello V negra y sus Vans negros. Le gusta vestir de negro.

- Anda, ven conmigo-. Sostenía a Romeo por la cintura, mientras rogaba que lo acompañe.

- No. No quiero salir. Además, son amigos tuyos-. Aún estaba molesto por lo ocurrido de hace un rato.

- No, son amigos de Sandra. Creo que no los conozco-. Le daba picos en los labios, tratando de convencerlo.

- Tengo sueño, hasta mañana-. Bostezó falsamente, evitando sus besos.

Se metió a la cama, y cubrió todo su cuerpo con las cobijas. Mario salió  un tanto molesto por las evasivas de Romeo. Cuando se ponía así, nadie lo hacía cambiar de idea.

Se escuchó la puerta cerrarse, mientras los celos no no dejaban cerrar los ojos. El mirar como la zorra lo besaba lo ponía a mil por segundo. No soportaba verlo, le dolía en su interior.

Salió de la habitación, jugó un rato con los gemelos con sus figuras de acción un rato, y regresó a la habitación. Relajó su mente, quedando dormido al fin.

Era muy tarde, cuando comenzó a escuchar gritos y lloriqueos dentro de la habitación.

No sabia de donde provenían, hasta que vio a la puerta, y ahí estaba Mario tirado en el suelo hecho una sopa.

Romeo.( Segunda Parte De Rommeo&Romeo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora