Capítulo 2. Empezamos mal...

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El sonido del timbre me despertó. Me levanté somnolienta, sin saber por donde ir. Estaba desorientada, era mi primera noche en aquella casa, sola. Al fin encontré la puerta, al abrir era Marcos.

-¡Buenos días! - Chilló él.

-Buenos días. - Dije sin ganas mientras estiraba mis brazos a la vez que bostezaba.

-¿Qué tal? - Preguntó él. Miré el reloj de reojo.

-¡Son las nueve Marcos, vete de mi casa! - Refunfuñé. - Tienes que venir en una hora.

-Por esto he venido a las nueve. - Metió la mano por mi pelo y le costó sacarla.

-Bueno... pues iré a peinarme y punto. - Contesté borde.

-Si, y te vas a duchar. Y a vestirte, y a desayunar. A las diez quiero tenerte preparada. - Soltó.

-Vale pesado, pasa. - Le abrí la puerta más.

Él pasó y se sentó en el sofá. Comenzó a hacer zapping, yo le miré y suspiré. Después fui a la habitación y saqué de mi maleta -ya que no metí mi ropa en el armario- algo que ponerme. Escogí un jersey ya que hacía frío, y unos jeans ajustados. De calzado mis queridísimas converse que compré con mi dinero, las cuidaba más que a mi misma. Me metí a la ducha. En apróximadamente cuarto de hora salí de la ducha. Me sequé el pelo y me hice una coleta en lo alto de mi cabeza. Luego me vestí y volví al salón para reunirme con mi mejor ami

-¡Al fin! - Soltó.

-Yo no te invité, haberte quedado en casa.

-Si claro, venga, que tienes que ir a currar.

-¿¡Empiezo hoy!? - Chillé sorprendida.

-No, pero empiezas mañana. Más te vale hacerlo todo bien.- Se acercó a mi y me miró fijamente. - _____, me ha costado mucho conseguirte trabajo, acepta todo lo que te digan sin quejarte. 

-Vale...

-_____, se como eres, no te quejes por nada. - Insisitió.

-Que si, pesado.

Entre hablar y hablar ya era la hora de marcharnos. Estaba realmente nerviosa, no quería cagarla, y... era experta en cagarlo todo.

Ya estábamos delante del local. Mis nervios aceleraban más con cada paso que daba. Allí esta el jefe, esperándome.

-¡Hola! - Sonreí intentando esconder mi nerviosismo.

-Hola, yo soy Héctor. - Sonrió, parecía simpático a primera vista.- Seré tu jefe.

-Pues encantada.

Me fijé en el uniforme del bar. Era un vestido corto, rosa chillón, ajustado, muy ajustado.

-Me niego a ponerme eso... - Le susurré a Marcos.

-Claro que te lo pondrás. - Me susurró de vuelta y me empujó donde estaba Héctor.

Me enseñó todas las instalaciones y me entregó el uniforme, estaba a punto de rechazarlo pero las palabras de Marcos estaban grabadas en mi cabeza ''acepta todo lo que te digan sin quejarte'' y bueno, eso decidí hacer. Lo acepté con una falsa sonrisa y me dirigí con Marcos a la salida.

-Está me la pagas. - Le solté cabreada.

-Me muero por verte vestida así. - Contestó él.

Llegué a casa y él se fue a la suya. Tiré el uniforme en el armario vacío, y me tiré en el sofá porque estaba realmente cansada. Aún eran las doce y media, y no sabía que hacer. Decidí salir a dar un paseo por las preciosas calles de Madrid, me aburría bastante.

Metí esa chatarra que tengo de móvil en el bolsillo. Cogí las llaves y fui exactamente como estaba vestida, lo cierto es que me daba igual mi apariencia. Comencé a caminar, me encontraba con tiendas con ropa preciosa, pero... no me los podía permitir. Ya estaba acostumbrada a las decepciones, ya vivía con ello, era parte de mi.

Paseé como dos horas, me encantaba visitar, era algo que me gustaba desde siempre. Al volver a casa subí por las escaleras y me metí en casa. Eran las dos, decidí prepararme algo para comer. Al volver con la comida al sofá se escuchaba mucho ruido en el rellano. Me fui a mirar por la mirilla ya que eso de cotillear se me daba bastante bien. Me fijé en una chica despidiéndose de mi vecino con un beso. Así que él era el que hacía tanto ruido cuando yo intentaba dormirme. Estaba a punto de salir para preguntarle porque hacía tanto ruído, pero no me apetecía llevarme mal con los vecinos, y menos con el que viva justamente a mi lado, podría hacer más ruido aún para molestarme. Es lo que solían hacerme mis ''compañeros'' por asi llamarlos.

*FLASHBACK*

-¡Adiós Marcos! ¡ven a visitarme! - Le dije a mi mejor amigo.

-Claro que vendré.

Me volví a mi habitación. Mientras recogía mi desordenada habitación alguien llamó a la puerta, al darme la vuelta eran ellos.

-Vaya, vaya. Así que tu amiguito ya no está. - Dijo uno de ellos.

-Hugo, déjame en paz, no me apetece pelea. - Le dije indiferente.

-Pues a mi si. - Soltó uno de sus amigos. - Llevo mucho tiempo esperando que estés sola.

Me agarraron de pies y brazos y me llevaron al baño. Allí me dejaron encerrada. Me abrió una de las monjas cuando habían pasado más de tres horas. Lo pasé realmente mal, me habían encontrado llorando, sentada al lado de la ducha. También estaba congelada, no me dio tiempo a vestirme y en los baños del orfanato siempre hacía mucho frío.

Siguieron haciéndome la vida imposible hasta que al fin salí de allí, me alejé de ellos.

*FIN DEL FLASHBACK*

Intenté aguantar las lágrimas, no quería parecer una chica débil aunque de todas maneras no me veía nadie. Siempre me sentí una chica débil, torpe y solitaria. No quería ser así pero nunca fui muy sociable, apartarme de los demás y ser ''la chica tímida'' siempre se me dió bien, ser la rarita.

Decidí dejar de lloriquear, me había tocado vivir así y punto. Comencé a limpiar la casa, cuando me aburría limpiaba. Entre limpiar, recoger todo de la cocina, fregar los platos y barrer el suelo se hizo de noche. Me pusé una de esas películas ñoñas, y sin que me de cuenta ya eran las once de la noche.

Me fui a mi habitación y me metí en la cama. Estaba cansada, muy cansada. El sueño comenzó a apoderarse de mi. Me quedé dormida en cuestión de minutos.

Al día siguiente mi teléfono sonó, alguien me llamaba.

-¿Diga? - Contesté cansada.

-¿Dónde diablos estás? - Soltó alguien, era Marcos.

¡Mierda, llegaba tarde el primer día de trabajo!

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:'3 Aquí esta el segundo capítulo. Lo sé, aún no sale Rubius y es bastante aburrido, pero en el siguiente ya sale :D

Gracias por leer <3 Y gracias a @rachelgalsan por todo <3

Será cosa del destino. | Rubius y tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora