Capítulo 9. Será raro...

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Yo estaba congelada, ya que iba en un pijama de pantalones cortos. Y bueno, ver así a Marcos también me dejó de piedra.

-Pa-pasa... 

Ambos nos sentamos en el sofá, el seguía llorando.

-¿Qué ocurre?

-María...

-¿Tu novia?

-Bueno... ex-novia.

Me quedé completamente de piedra. María era su novia, llevaban juntos muchísimo tiempo. María era la hermana del mejor amigo de Marcos. Cuando él salió del orfanato, la visitaba a diario, pues llevaban saliendo un tiempo. Cuando ella también salió se fueron a vivir juntos.

-Pero... ¿qué ha pasado?

-Desde que salimos del orfanato todo iba genial, nos fuimos a vivir juntos. Pero... todo se entorpeció. No era exactamente como nosotros pensábamos que iba a ser. Y no pude aguantar más... - Comenzó a llorar más fuerte aún.

Yo me lancé a sus brazos, me sentaba fatal ver a alguien llorar ya que yo me pasaba muchos días llorando, sé lo mucho que duele. Aunque no sabía que es el dolor del amor. 

-A ver Marcos, se podrá arreglar. - Le consolé.

-No, no se puede. ¡Es una paranoica! - Chilló tan fuerte que me asusté.

-Tranquilo Marcos, ¿qué ha pasado está vez?

-Lleva vario tiempo siendo una celosa posesiva, no aguanto más. ¿Sabes que me decía que no venga a visitarte tanto? 

María y yo nunca nos hemos llevado muy bien, pero decidimos aceptarnos por Marcos. Pero aquello era demasiado, ella sabía de sobra que Marcos y yo éramos mejores amigos. 

-Bueno Marcos, eso es porque te quiere. - La defendí inexplicablemente.

-¿Qué estás diciendo _____? A mi nadie me dice con quien puedo salir y con quien no.

-En eso tienes razón.

Le volví a abrazar, mi hombro no tardó en empaparse por sus lágrimas pero en ese momento nada me importaba, sólo quería ver a mi mejor amigo sonreír. Mis ojos también se humedecieron, no aguantaba ver a nadie llorar. 

-Tranquilo, por favor, deja de llorar o lloraré yo también. 

El respiró hondo.

-Está bien, ya esta. - Sonrió, aunque falsamente. - ¿Puedo pasar la noche aquí?

-Claro que si. - Sonreí. - Tú siempre puedes quedarte aqui.

-Gracias.

Le llevé una manta y una almohada al sofá. Me fui directa a la cama, estaba muerta de suelo. Seguramente él no podía pegar ojo, pero bueno... yo tenía que dormir. Me acosté y me dormí imediatamente.

Me desperté sobre las doce del día siguiente. Me fui rápidamente al salón, allí estaba Marcos roncando a lo bestia.

-Bueno, ahora sé porque te ha dejado. - Dije en bajo, sin que él me oíga.

Me fui directamente a la cocina, cogí un muffin del armarito de la cocina. El timbre sonó. Al abrir, era Rubén.

-Ehh... Rubén, ¿qué ocurre?

-Eh... ayer te quedaste mi chaqueta. Es que tengo que ir a casa de Mangel y la necesito. - Dijo él.

-Claro, pasa. - Sonreí.

Rubén P.O.V.

Pase a su casa, en el salón había un tío durmiendo, era ese amigo suyo, Marcos.

Será cosa del destino. | Rubius y tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora