Yo estaba congelada, ya que iba en un pijama de pantalones cortos. Y bueno, ver así a Marcos también me dejó de piedra.
-Pa-pasa...
Ambos nos sentamos en el sofá, el seguía llorando.
-¿Qué ocurre?
-María...
-¿Tu novia?
-Bueno... ex-novia.
Me quedé completamente de piedra. María era su novia, llevaban juntos muchísimo tiempo. María era la hermana del mejor amigo de Marcos. Cuando él salió del orfanato, la visitaba a diario, pues llevaban saliendo un tiempo. Cuando ella también salió se fueron a vivir juntos.
-Pero... ¿qué ha pasado?
-Desde que salimos del orfanato todo iba genial, nos fuimos a vivir juntos. Pero... todo se entorpeció. No era exactamente como nosotros pensábamos que iba a ser. Y no pude aguantar más... - Comenzó a llorar más fuerte aún.
Yo me lancé a sus brazos, me sentaba fatal ver a alguien llorar ya que yo me pasaba muchos días llorando, sé lo mucho que duele. Aunque no sabía que es el dolor del amor.
-A ver Marcos, se podrá arreglar. - Le consolé.
-No, no se puede. ¡Es una paranoica! - Chilló tan fuerte que me asusté.
-Tranquilo Marcos, ¿qué ha pasado está vez?
-Lleva vario tiempo siendo una celosa posesiva, no aguanto más. ¿Sabes que me decía que no venga a visitarte tanto?
María y yo nunca nos hemos llevado muy bien, pero decidimos aceptarnos por Marcos. Pero aquello era demasiado, ella sabía de sobra que Marcos y yo éramos mejores amigos.
-Bueno Marcos, eso es porque te quiere. - La defendí inexplicablemente.
-¿Qué estás diciendo _____? A mi nadie me dice con quien puedo salir y con quien no.
-En eso tienes razón.
Le volví a abrazar, mi hombro no tardó en empaparse por sus lágrimas pero en ese momento nada me importaba, sólo quería ver a mi mejor amigo sonreír. Mis ojos también se humedecieron, no aguantaba ver a nadie llorar.
-Tranquilo, por favor, deja de llorar o lloraré yo también.
El respiró hondo.
-Está bien, ya esta. - Sonrió, aunque falsamente. - ¿Puedo pasar la noche aquí?
-Claro que si. - Sonreí. - Tú siempre puedes quedarte aqui.
-Gracias.
Le llevé una manta y una almohada al sofá. Me fui directa a la cama, estaba muerta de suelo. Seguramente él no podía pegar ojo, pero bueno... yo tenía que dormir. Me acosté y me dormí imediatamente.
Me desperté sobre las doce del día siguiente. Me fui rápidamente al salón, allí estaba Marcos roncando a lo bestia.
-Bueno, ahora sé porque te ha dejado. - Dije en bajo, sin que él me oíga.
Me fui directamente a la cocina, cogí un muffin del armarito de la cocina. El timbre sonó. Al abrir, era Rubén.
-Ehh... Rubén, ¿qué ocurre?
-Eh... ayer te quedaste mi chaqueta. Es que tengo que ir a casa de Mangel y la necesito. - Dijo él.
-Claro, pasa. - Sonreí.
Rubén P.O.V.
Pase a su casa, en el salón había un tío durmiendo, era ese amigo suyo, Marcos.
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Será cosa del destino. | Rubius y tú |
Fiksi Penggemar______ Suárez, abandonada por sus padres nada más nacer. Es criada por las monjas en un orfanato de Madrid. No sabe muy bien que es ser independiente, pero tiene que abandonar el orfanato al cumplir sus dieciocho años. Fuera de aquella cárcel solame...