Rubén P.O.V.
''Vamos, reacciona.'' me dije a mi mismo. Ella estaba allí, mirando al suelo. Estaba esperando mi respuesta. ''Vamos, dile que la quieres'' volví a decirme. ¿La quería? pues claro que si.
-Yo también te quiero. - Eso no sonó muy convincente...
-¿De verdad? Lo habré dicho muy rápido, lo siento. - Soltó ella.
-Eres increíble, me pides perdón por decirme que me quieres. - Eso se ganó una sonrisa de su parte.
Le aparté un mechón de pelo detrás de la oreja. Ella me miró. Joder, amaba esos ojos suyos. Aunque los ojos marrones sean comunes, los suyos eran distintos... tenían ese ''algo'' que no sé que era. Me incliné y la besé, ella me correspondió al beso.
-Pasado mañana tenemos que volver a Madrid... - Suspiró ella.
-Lo sé.
-Quisiera quedarme unos días más. No quiero volver a la maldita tienda. - Bufó.
-A mi también me gustaría quedarme unos días más.
-Pues hagamos esta noche inolvidable. - Se abalanzó sobre mi.
-Señorita Suárez, no juegues conmigo... - La señalé con el dedo.
-Yo no juego a nada. - Puso cara de ''inocente'', para después sorprenderme con un beso.
Toda su timidez desaparecía cuando estaba conmigo, ella tenía el control en ese momento. En cuestión de segundos acabé yo encima suya, y ya le estaba quitando la camiseta. Ella no tardó en quitarme la mía mientras me rodeaba con sus piernas.
-Te quiero. - Esta vez sonó más convincente.
Ella me sonrió y empezó a quitarme los pantalones.
*****
Desperté antes que ella a diferencia de la noche anterior. Mi mano estaba inmóvil debajo de su cuerpo. Intenté sacarla sin despertarla, lo que me costó bastante. No pesaba mucho, pero... llevaba varias horas con mi brazo en esa posición. En ese momento ocurrió algo realmente raro. Su cara cambió completamente, era una cara de angustia. No entendía el por qué de esa cara, seguramente era una pesadilla. Empezó a moverse de un lado a otro, momento en el que pudé sacar mi brazo, aunque sentía un fuerte hormigueo.
-No... Tania, ¡NO! - Y se levantó de golpe.
Su cara estaba muy sudada, y sus ojos llorosos. Al verme me abrazó directamente, le correspondí a ese abrazo. Se oían suaves sollozos, y la vi morderse el labio, lo que significaba que aguantaba las lágrimas.
_____ P.O.V.
-¡Tania, no corras tanto! - Le chillaba entre risas.
-¡Vamos! ¡más rápido! - Contestó ella enseñándome su preciosa sonrisa.
La perseguí hasta mi habitación.
-¡Te ayudaré a prepararte, tienes que estar guapa para la familia que viene a verte! - Dijo ella sonríente. Simplemente asentí y me senté delante del espejo.
Ella me peinó el pelo y me hizo una trenza de espiga de lado. Mientras tanto hablábamos mediante sonrisas, con eso nos entendíamos a la perfección.
-Adoro tu pelo, tan largo y bonito. - Sonríe.
-Bueno... el tuyo tampoco es tan feo.
-Pero si parece un estropajo. - Ambas soltamos unas carcajadas seguidas por una risa más fuerte.
Después abrió mi armario. Comenzó a sacar y a sacar ropa sin parar. La tiraba encima de la cama mientras inspeccionaba lo que quedaba en el armario.
-Tal vez deberías llevar unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes.
-¡Tania! Tengo que dar buena impresión. Me pondré algo más elegante.
-Pues es difícil encontrar algo elegante entre tantas sudaderas.
-Esa blusa blanca. - Señalé la blusa.
-Hmm... podría funcionar, con estos jeans negros. - Asintió con la cabeza.
-Deberías ir al baño a lavarte la cara. - Me dijo ella seria. - Tienes cara de sueño.
-Va- Vale... - No comprendía eso, pero la escuché.
Entré en el baño. Me lavé la cara. Oí la puerta cerrarse detrás de mi. Al principio pensé que era una broma.
-¡Tania, no estoy para bromas, abre la puerta! - Chillé, no recibí respuesta. - ¡Tania, abre la maldita puerta!
-_____, lo- lo siento mucho. - Pudé oír un corto sollozo y como la puerta de mi habitación se cerraba por un fuerte portazo.
-No... Tania, ¡NO! - Me levanté de golpe.
Me di cuenta de que fue una simple pesadilla, o más bien, un recuerdo. Vi a Rubén mirándome con cara de preocupación. Le abracé al instante, estaba muy tensa. Mi frente chorreaba sudor y soltaba pequeños sollozos por la dificultad de respirar. Después respiré hondo.
-¿Estás bien? - Preguntó preocupado.
-Sí, fue una simple pesadilla. - Sonreí falsamente. Él volvió a abrazarme y me besó la frente.
-Tranquila, ya pasó.
Esa frase no me habría ayudado de no ser porque me la dijo él. Cualquier cosa que me decía me tranquilizaba y no comprendía como conseguía eso. Me sentía segura cuando estaba con él. ''Tranquila. Me tienes a mi ahora, y te prometo que jamás te abandonaré.'' su frase me vino a la cabeza y sonreí como una idiota al oírla. Sentía algo muy fuerte, algo completamente nuevo para mi, y me encantaba.
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Lo sé, esperáis mucho tiempo y voy y subo este capítulo tan corto.
Más que nada lo subí porque quería avisar de algo, y bueno... porque es un capítulo y tenía que subirlo (¡NO ME DIGAS!) okno...
A ver, primera cuestión. He empezado el instituto, supongo que igual que todos vosotros. Si antes nos tenía tiempo, que eran vacaciones... ahora menos. Intentaré subir más seguido, pero no prometo nada, que luego no cumplo mi promesa...
Otra cosa, el capítulo 46 tuvo mucho éxito, quería dar las gracias a todo el mundo porque joder, son 42 votos, más que de costumbre :3 así que muchísimas gracias.
Como sabréis por el diálogo que puse hace unos capítulo, habrá una ''pelea''. Ese capítulo se acerca, pero bueno... no digo nada más acerca de eso. Lo gracioso es que no tengo escrito ese capítulo, todo salió de mi imaginación aquella noche, así de especial soy ._.
Y que próximamente habrá maratón, hay que darle un poquito de acción a la novela e.é
Y bueno, no me enrollo más. Gracias por todo. Voten, comenten y corazones gays ♥ ♥ ♥
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Será cosa del destino. | Rubius y tú |
Fanfic______ Suárez, abandonada por sus padres nada más nacer. Es criada por las monjas en un orfanato de Madrid. No sabe muy bien que es ser independiente, pero tiene que abandonar el orfanato al cumplir sus dieciocho años. Fuera de aquella cárcel solame...