Estábamos de nuevo en el aeropuerto. Al ver el avión un escalofrío se apoderó de mi, debo admitir que aún sentía cierto miedo cada vez que nos alzábamos al aire, pero no iba a decirlo delante de Rubén, ya que habíamos viajado tres veces, esta era la cuarta vez.
-Bueno... ya volvemos... - Suspiré.
-Hombre, si quieres quedarte, no hay problema. - Sonrió.
-Me quedaría, no creas que no. - Le sonreí de vuelta.
Me tomó de la mano y subimos al avión. Le dimos las maletas a una señorita, la cual miraba a Rubén, notaba cierto coqueteo en sus ojos.
-Vamos, cariño. - Le dije tirando de él.
Esta bajó la mirada, y atendió a la siguiente persona.
-¿Cariño? - Soltó una carcajada. - Celosa.
-Imbécil. No estoy celosa. - Bufé.
-No, claro...
Nos sentamos en nuestros sitios.
-No te preocupes, no se compara contigo. - Me susurró al oído.
Debía estar de broma. Por lo menos, medía una cabeza más que yo. Y eso de ser rubia, con los ojos azules también le daba más encanto. Por no hablar de su enorme delantera...
-Que no estoy celosa. - Refunfuñé.
-Como tú digas. - Soltó.
-Cállate si no quieres salir volando por esa ventana.
-Tranquila... cariño. - Eso último lo dijo con el mismo tono con el que lo dije yo al subir al avión.
Le fulminé con la mirada.
El viaje iba a ser largo. Escuché algo de música con los cascos. Dejé caer mi cabeza sobre el hombro de mi novio, la noche anterior no habíamos dormido mucho.
La verdad es que tenía ganas de volver a Madrid, a mi casa.
*****
-Ey, ya estamos. - Me dijo él moviendo mi brazo.
-¿Qué? - Pregunté frotándome un ojo. - Ahh... - Dije al ver que seguíamos en el avión. Me acomodé en el asiento.
-Vamos, levanta. - Tiró de mi.
-Voy... - Gruñí y me levanté.
Bajamos del avión. Allí estaba esa azafata que horas antes había coqueteado con MI novio. Cogí mi maleta sin siquiera mirarla, ella también miraba al suelo.
-Eres un poco dura. - Me susurró Rubén al oído.
-Y tú eres un idiota. - Sonreí.
-Tu idiota. - Sonrió de vuelta.
Desde el aeropuerto cogimos un taxi. El viaje de vuelta a casa fue silencioso, tan sólo intercambiábamos algunas miradas. Y él hacía alguna que otra tontería.
Rubén P.O.V.
Lo cierto es que seguía un poco preocupado. Solo estuve con mi hermana unas horas, pero me tranquilizó verla despierta. Me asusté mucho al oír que ella estaba en coma, gracias a Dios duró poco. Tener a _____ a mi lado me ayudó bastante, me tranquilizó.
-Vamos, ya estamos. - Me dijo ella.
Pagué al taxista dejándole una propina. Él cogió el dinero y se alejó, hasta que ya no pude verlo. Introducí la llave en el portal.
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Será cosa del destino. | Rubius y tú |
Fanfiction______ Suárez, abandonada por sus padres nada más nacer. Es criada por las monjas en un orfanato de Madrid. No sabe muy bien que es ser independiente, pero tiene que abandonar el orfanato al cumplir sus dieciocho años. Fuera de aquella cárcel solame...