Especial 50,000.

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AVISO: Esto, no tiene nada que ver con el último capítulo que habéis leído. Es algo que ocurrió en Noruega, algo que no conté porque esperé el momento adecuado. Espero que os guste :3 Att: _LittleDreamer_

Despertar en su cama, con su olor, era algo a lo que podía acostumbrarme. Él seguía durmiendo, como si nada, como si llevase semanas sin dormir. Me quedé unos instantes observándole, me gustaba verle durmiendo. Me fijaba en cada gesto que él hacía.

-Oye... eso da miedo... - Me dijo, abriendo los ojos.

-Se llama, ''mirar a la persona que quieres''. - Le expliqué. - Además, ¿por qué me espías mientras te espío? - Chillé, y le golpeé el brazo.

-No lo sé, eso pensaba hacerlo yo pero te me has adelantado.

-¡Eres un vago, son las dos de la tarde! - Refunfuñé mientras le daba unos flojos golpecitos.

-¡Para! - Comenzó a chillar y se tapó con la manta.

-Pues párame. - Contesté mordiéndome el labio inferior.

Él se abalanzó sobre mi y me besó. Al principio era un beso normal, pero se convirtió en uno mucho más apasionado hasta que acabó encima de mi. No duró mucho, ya que me escabullí y bajé de la cama.

-¿Qué te crees que haces? - Preguntó. 

-Ir a darme una ducha. - Rubén se puso en pie y carraspeó. - Sola. - Añadí.

-Joo... - Se quejó, solté una carcajada y cogí ropa limpia.

Cogí ropa de la maleta, escogí unos pantalones negros y un jersey blanco con la frase ''Never stop dreaming'' - la cual me regaló Marcos - y una bufanda negra. Cogí mis converse con unos calcetines negros y me metí al baño, aunque antes llevé el secador y la plancha conmigo.

Me metí a la bañera y dejé el agua caer sobre mi cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Se me hacía raro estar en la ducha de otra persona, si, lo sé, es raro. No sé, no me sentía ''mal'' pero... era incómodo. No tenían mi champú habitual, por no decir que las instrucciones de la mascarilla estaban en Noruego, así que después de leer algunas palabras y parecer una idiota, dejé el bote de la mascarilla en su sitio y seguí con mi ducha. Traté de no tardar mucho, pero, estar bajo el agua caliente de la ducha es uno de los pequeños placeres de la vida, y más al estar en un sitio tan frío como Noruega.

Salí de la ducha en otro veinte minutos, enchufé el secador, me separé el pelo en dos trozos apróximadamente iguales - eso lo hacía muy a menudo - y comencé a secarlo. Tardé bastante por tener esa larga mata de pelo, pero no podía hacer otra cosa. Cuando acabé, después de unos diez minutos de secar sin parar, empecé a plancharlo.

-¡Venga tardona! ¡algunos también tenemos necesidades! - Comenzó a chillar Rubén desde el otro lado de la puerta.

-¡Espera! - Contesté, con la misma intensidad de voz. - ¡Dame diez minutos!

-¡Qué sean diez!

Y después, todo el ruido desapareció. Un silencio total inundó el baño, así que saqué mi teléfono y me puse la canción ''The Monster'', comencé a ''cantarla'' como loca, aunque en realidad chillaba la letra de la canción, y más en la parte donde cantaba Rihanna. Cuando acabaron mis diez minutos de libertad tuve que abandonar el baño, pero conseguí acabar de plancharme el pelo.

-¡Por fin! - Soltó mi novio.

-Lo siento... - Le pegué un golpecito.

Me soltó una sonrisa torcida, lo que me pareció muy tierno, y luego entró en el baño.

Será cosa del destino. | Rubius y tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora