Será cosa del destino. | Rubius y tú |

Capítulo 65. Puedes quedarte.

Nora P.O.V.

¿Qué hacer? ¿llorar? ¿de qué serviría?

Mis piernas comenzaron a caminar hasta aquella mesa, y no sabía que iba a decir. ¿Una bofetada? no valía la pena. Él me vió, soltó a su acompañante y me miró algo asustado. Tenía unas ganas enormes de estamparle la cara.

-Nora... - Dijo al verme.

-Pu-puedes pasarte esta tarde por el piso, recogeré mis cosas. - Fue lo único que dije.

Vi a _____ acercándose a mi.

-¿Nora? ¿qué haces aquí? - Preguntó ella.

-No lo sé. Supongo que fue una estupidez salir a pasear, aunque, me hizo darme cuenta de que quiero hacer.

Ella me miraba sin comprender nada.

-Nora, puedo explicarlo... - Dijo él.

-No hace falta. 

Me salí de allí corriendo. Fuera había un banco, pero, demasiado cerca de él. Me alejé un poco más, encontré otro banco similar al de antes. ______ corrió detrás de mi todo este rato, fui tan egoísta que no me di cuenta de ello. Finalmente paré.

-¡Nora! - Chilló, aún estaba a unos metros más detrás de mi.

Yo me senté en el banco. Traté de aguantar las lágrimas, no era de las que lloraban por todo, tal vez aprendí a aguantar cualquier cosa.

-¿Estás bien? - Preguntó ella.

-Estúpida pregunta. Nunca entiendo porque la gente pregunta eso.

-Yo tampoco... - Suspiró. - Ya sé que no estás bien. 

-¿Cómo puede alguien hacer eso?

-No lo sé.

-Te hacen pensar que eres única, son tu único apoyo, y acaban jodiéndote. - Allí solté unas lágrimas.

Tapé mi cara con un mechón de pelo.

-______, deberías estar allí con tu novio. Deberías aprovechar lo que tenéis, no todos tienen eso.

-No te preocupes, él me dijo que venga detrás de ti.

Sonreí. A veces conoces a ese tipo de personas, que en poco tiempo se convierten en alguien importante. 

-Tengo que ir a por mis cosas. - Me limpié las lágrimas.

-¿Dónde pasarás la noche?

-En algún hotel. - Sonreí.

¿En algún hotel? Muy inteligente Nora, no tendría dinero ni para una hora, menos para una noche. No quería darle más problemas a ______.

-De eso nada. - Negó, yo la miré confusa. - Pasarás la noche en mi casa.

-Pero... 

-Ni peros ni peras. - Me interrumpió. - Te quedarás en mi casa y punto. - Asentí cabizbaja.

No estaba para negar nada, no quería pasar la noche por la calle, aunque, no sería la primera vez.

_______ P.O.V.

La invité a pasar la noche en mi casa. Yo sabía mejor que nadie lo que era no tener el apoyo de nadie, no quería ver a nadie pasar por algo así. Y sí, lo sé, casi no la conocía, y suena raro invitar a mi casa a una desconocida, pero, me necesitaba.