Pasé la noche mirando el techo, había dormido una o tal vez dos horas. Estaba muy nerviosa, aquella misma tarde había quedado con Thous.
Me levanté de la cama, miré el reloj, apenas eran las diez. Me encantaba dormir pero aquella noche estaba muy nerviosa, pensando en que le iba a decir a Thous.
Hice mi cama y recogí la montaña de ropa que había encima de la silla. La doblé y la metí en mi armario, aunque allí dentro también había una gran montaña de ropa. Cerré el armario rápidamente para que toda esa ropa no se me cayera encima. Había unas tijeras encima de la mesilla, las cogí para meterlas en el cajón, cuando abrí el cajón lo primero que vi fue el trozo de papel que Rubén me había pasado por debajo de la puerta, sonreí inconscientemente al verlo.
Fui a desayunar, un café con leche y un donut de chocolate. Era la primera vez en un fin de semana en el que me despertaba para desayunar, fuera del orfanato, porque dentro nos despertaban todos los días a las ocho, aún recuerdo las palabras de esa maldita monja ''Todos los días hay algo nuevo que hacer, aunques sea fin de semana.'', era a la que más odiaba, aunque ella también me odiaba a mi.
Aún eran las once y media, no sabía que hacer para perder el tiempo. Pensé en ver la televisión pero a esas horas solo había dibujos o noticias, así que eso no era una opción.
*****
Sonó el timbre, abrí la puerta y era Thous. Para mi sorpresa él tenía una gran sonrisa, y no se le veía nada enfadado.
-¿Hola? - Dije sorprendida.
-¡Hola! - Contestó él.
Ambos nos sentamos.
-Eh... ¿no debería estar enfadado conmigo? - Pregunté.
-Pues no lo estoy.
-Ya... pero te dejé allí solo después de que me beses.
-Lo sé.
-¿Y entonces?
-Pues, ese día estaba bastante cabreado. Y el viernes fui a por ti a la tienda, quería hablar contigo. Una chica me dijo que no estabas.
-Patricia. - Añadí.
-Exacto. Bueno... pues hablé un poco con ella y hemos quedado esta tarde.
Una ENORME sonrisa se dibujó en mi cara. Salté en sus brazos.
-¡Oh Dios mío, eso es genial! - Chillé.
-Ey tranquila, me vas a dejar sordo. - Contestó.
-Dios, me has quitado un peso de encima. No sabía que decirte.
-La verdad es que soy yo el que tiene que pedirte perdón, no debí besarte. Estaba un poco borracho...
-¿Un poco? - Fruncí el ceño. - Me daba miedo hasta volver contigo en coche.
-Vale... estaba bastante borracho.
-No tienes que pedirme perdón. Hasta me has hecho un favor.
-¿Y eso?
-Pues... ver a Rubén pedirme perdón de esa manera no tiene precio.
-¿Qué ha pasado?
Le conté todo lo que había pasado esa noche con Rubén. Incluso le enseñé ese trozo de papel que guardaba en el cajón.
-¿Y ese bigote? - Preguntó él.
-Tontería de Rubén. - Sonreí.
Miró el reloj, ya eran las seis y media. El tiempo se había pasado volando, y yo estaba muy tranquila. Tenía un problema menos.
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Será cosa del destino. | Rubius y tú |
Fanfiction______ Suárez, abandonada por sus padres nada más nacer. Es criada por las monjas en un orfanato de Madrid. No sabe muy bien que es ser independiente, pero tiene que abandonar el orfanato al cumplir sus dieciocho años. Fuera de aquella cárcel solame...