Abrí los ojos con dificultad y miré el reloj, las dos de la tarde. Intenté levantarme pero no podía, un brazo me lo impedía, era el brazo de Rubén.
FlashBack:
Los dos fuimos al balcón que hay en mi habitación a mirar como caía la nieve. Él me abrazaba en todo momento, estaba tranquila, me sentía segura. Al pasar allí un buen rato volvimos a mi habitación, se tiró encima de mi cama.
-Se está haciendo tarde, ¿no deberías irte a casa? - Pregunté.
-¿Quieres que me vaya? - Preguntó Rubén de vuelta.
-No, claro que no.
-No me puedo ir, aún estarán de fiesta, he mandado un mensaje diciéndoles que no iba a ir hasta las tantas de la mañana, aún son las diez.
-Lo sé. ¿Qué haremos hasta entonces?
Me agarró por la cintura y me tiró en la cama, a su lado. Volvió a besarme.
-Rubén...
-Tranquila, no haremos nada que no quieras.
-Lo único que quiero hacer esta noche es dormir.
-Vale, pues dormiremos.
Fin del FlashBack.
No quería despertarle, así que intenté apartar su brazo de encima de mi. Mi intento fue en vano ya que se despertó.
-Buenos días.- Dijo sonríente.
-Buenas tardes. - Le corregí.
-¿Qué hora es?
-Las dos y dos minutos. Levántate vago.
-Pero yo quiero quedarme aquí contigo. - Volvió a tirarme a su lado.
-Ya, pero yo tenía planes hoy.
-¿Qué planes?
-Quiero ir al orfanato.
-Bueno, te acompaño.
-¿Seguro? Te podría parecer un poco coñazo.
-Bueno... quiero saber de donde vienes.- Dijo, levantándose y agarrándome de la cintura.
Yo cada vez estaba más nerviosa. No éramos pareja. ¿Qué éramos? Me aparté de él y cogí algo de ropa del armario.
-Como quieras.- Suspiré y me metí al baño.
-¡Puedes cambiarte aquí, no me molesta! - Se le escuchó desde la habitación.
Solté una carcajada. Me quité la ropa del día anterior y me puse la que saqué del armario. Me lavé mi cara y me maquillé un poco. Me peiné mi enredado pelo y me lo recogí en una coleta. Salí del baño, fui a mi habitación pero Rubén ya no estaba allí. Di una vuelta por toda la casa hasta encontrarle en la cocina, comiendo.
-Vamos, tenemos que irnos ya.- Le metí prisa.
-Espera, tengo que vestirme. - Dijo, con la boca llena.
-Pues venga, aquí dudo mucho que encuentres ropa que te entre.
-Ya voy...
Le di un mordisco a una tostada y le acompañé a su casa. Al entrar, dentro estaba lleno de vasos, platos y comida por el suelo. Y Mangel estaba en el sofá.
-¡Mahe! ¿Qué has hecho con mi casa? - Chilló Rubén.
-Que luego limpio coño ya. - Contestó él y siguió durmiendo.
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Será cosa del destino. | Rubius y tú |
Fanfiction______ Suárez, abandonada por sus padres nada más nacer. Es criada por las monjas en un orfanato de Madrid. No sabe muy bien que es ser independiente, pero tiene que abandonar el orfanato al cumplir sus dieciocho años. Fuera de aquella cárcel solame...