-¡Adiós! - Nos despedimos Rubén y yo al unísono.
-¡Adiós! - Contestó sonríente.
Yo cerré la puerta. Volvimos al salón.
-Es agradable conocer a una criaturita del señor. - Dijo él.
-¿A una qué? - Pregunté confusa.
-¿Alguna vez vas a ver alguno de mis malditos vídeos?
-Claro, cuando tenga tiempo.
-Siempre dices lo mismo.
-Bueno, ya veré alguno...
-Vaga.
-Que no tengo tiempo, la tienda y las clases de dibujo me quitan todo el tiempo. - Suspiré.
-Pues los fines de semana.
-Estás tú aquí, todos los fines de semana. Y no me apetece ver vídeos de ti, contigo.
Él bufó, yo reí ante su reacción.
-Te prometo que me los veré. - Le besé.
-Bueno... está bien... - sonrió. - Y que sepas que eso es chantaje emocional.
Yo reí al oír eso. Ya era prácticamente de noche, Nora se había pasado bastante tiempo en mi piso.
-Bueno... tú y yo tenemos una cita pendiente. - Me dijo en el oído.
-¿Ah sí? ¿y eso? - Me hice la tonta.
-Pues, vine como un caballero a la salida, a por mi princesa, y me plantó. - Añadió.
-¡Yo no te planté! - Chillé, después ambos reímos. - Ella estaba mal.
-Pues, tendremos que salir un día en el que ambos tengamos tiempo. Hmm...
-Mira en tu agenda. - Dije irónica.
Él salió de mi casa, sin decirme nada. Me quedé un rato con el ceño fruncido, en medio del salón. No sabía si enfadarme o reírme, aquello era de locos. Bufé, después me acerqué a la puerta. Antes de que la abra sonó el timbre, abrí y era él.
-¿Estás mal de la cabeza? - Pregunté.
-Me dijiste que busque en mi agenda.
-¡Ironía Rubén, ironía! - Chillé.
-Bueno... ironía o no, miré cuando podríamos salir.
-¿Cuándo?
-¿Quiere esta señorita salir a cenar conmigo esta noche? - Me preguntó, me ruboricé en ese mismo instante.
-No lo sé, tengo que consultar yo también mi agenda.
-Esperaré. - Se apoyó en el marco de la puerta.
Saqué mi teléfono, simplemente encendí la pantalla, metí el patrón y volví a apagarla.
-Estás de suerte, esta noche no tengo planes.
Él me besó y sonrió. Algunas veces hacíamos unas tonterías... Me sentía una cría cuando estaba con él, hacíamos estupideces todo el día, y he de decir, que no me molestaba en absoluto, es más, era lo que me alegraba.
-Bueno, ahora te vas. - Le susurré.
-¿Qué? - Me miró confuso.
-Tengo que prepararme. - Sonreí.
-Yo pensé que íbamos a salir así.
-Vamos, vete. - Literalmente le eché de mi casa.
-Adiós. - Me dio un beso rápido antes de que le cierre las puertas en sus narices.
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Será cosa del destino. | Rubius y tú |
Fanfiction______ Suárez, abandonada por sus padres nada más nacer. Es criada por las monjas en un orfanato de Madrid. No sabe muy bien que es ser independiente, pero tiene que abandonar el orfanato al cumplir sus dieciocho años. Fuera de aquella cárcel solame...