Capítulo 29. Por algo hay que empezar.

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-Pues, me alegro de haber pasado la tarde contigo. Llego a estar en casa y puff... me estallaría la cabeza. - Abracé a María, cosa que nunca antes hice.

-¿Y eso? - Añadió ella al soltarme.

-Puff... es complicado. - Sonreí . -Díficil de entender... 

-Bueno, un día me lo contarás.

-Tal vez... - Sonreí.  - ¡Adiós!

-Adiós.

Ya estaba todo oscuro. Volví caminando a mi piso, llegué en media hora. Subí a mi piso. Cuando abrí la puerta, lo primero que vi fue un papel. Lo cogí del suelo. Decía: ''Sé que con pedirte perdón no es suficiente, pero de verdad que lo siento.'' y al lado había dibujado un bigote. Sonreí al leerla. Pero no, no podía perdonarle con tanta facilidad. Aunque lo que sí que me daba curiosidad era como consiguió pasar el papel por debajo de la puerta... eso si que tenía su mérito.

Dejé el papel en mi cajón de la mesilla, por una extraña razón decidí no romperlo en mil pedazos y tirarlo a la basura. 

En ese momento no podía pensar ''tal vez me pasé con mi cabreo'', siempre lo justificaba con esa frase, pero en ese momento toda la culpa era suya. 

Al día siguiente era sábado, no sabía si alegrarme o no. No tenía que madrugar, cierto, pero... pasar tiempo en casa... podrían pasar muchas cosas. Intentaba evitar pasar tiempo en casa, salí un par de días con Thous pero... esa ya no era una opción. Y...¿qué se supone que tenía que decirle a Thous? 

¿Cómo era posible que alguien tan jóven tuviera tantos problemas? creo que aveces exageraba las cosas. Era tan sólo un cabreo, un beso no correspondido y un amigo en coma. Todo tenía su solución, hasta lo de Marcos, o se despertaba o no, dos opciones. Aunque me dolía pensar de aquella manera, desde el día en el que le vi en esa cama, inmóvil, me preparé para lo peor.

-Eres toda una actriz del drama _____ Suárez. - Me dije a mi misma.

Rubén P.O.V.

Después de grabar pensé en volver a llamar a su puerta con la esperanza de obtener respuesta esa vez, pero no, nadie abría. Lo único que se me ocurrió fue pedir perdón en un trozo de papel ''Muy original''. Le pedí perdón en un trozo de papel y además pinté un bigote, recordando ese jersey suyo. Lo que si que fue difícil fue pasarlo por debajo de la puerta. Aparté su felpudo, me tiré al suelo y empece a empujar el papel sobre un DIMINUTO espacio que había debajo de la puerta. En unos diez o quince minutos de intento finalmente entró, me levanté satisfecho y volví a mi piso.

Luego, hasta me pareció mala idea lo que hice, pero, ahí ya si que no había marcha atrás, ya que entrar por la ventana y cogerlo no era una opción. ''Genial, primero actuamos y luego pensamos''. ''La leerá y la tirará.'' pensé para mi. Claro que iba a hacer eso, prácticamente la llamé puta en su cara, yo tampoco me perdonaría.

¿Qué cojones se supone que debía hacer? Estaba muy borracho, y hasta el día de hoy no consigo explicar porque lo hice. ¿Celos? no, eso no podía ser, no tendría porque sentir celos. No sabía que pasó pero simplemente me vinieron las palabras solas, y al verla entrar cabreada a su casa, en ese momento si que me cabreé yo también, pero conmigo mismo. No era la primera vez que decía una tontería cuando estaba borracho, pero era algo que no podía controlar.

Y por eso necesitaba que me perdone, no fue mi culpa. En parte, si, porque nadie me obligó a beber y eso... pero, tendría que comprenderme, ella también bebió y empezó a decir tonterías. Además, yo no pensaba nada de lo que dije, a mi me daba completamente igual con quien estaba.

*****

Un portazo me hizó sobresaltar del sofá. Venía de su puerta, si tenía que ser la suya. Me coloqué un poco mi pelo con la mano. Me levanté sin pensármelo dos veces, no tenía ni idea de lo que iba a decir, ni la más mínima idea. Pero... por algún lado había que empezar. Mientras me acercaba a su puerta pensé en mil maneras que empezar. ''¡Hola! estaba borracho y lo siento.'' eh... eso no me convencía mucho...

Tenía que ver si estaba cabreada o algo por el estilo, el estado de ánimo ayudaba mucho.

Llamé varias veces, pero esa vez si que me abrió. No parecía cabreada ni nada. Cuando abrió la puerta en lo primero en lo que me fijé fue en su pijama, ¿cómo era alguien capaz de ir con eso en invierno?

-¿Qué quieres? - Me dijo fría, sacándome de mis pensamientos.

_____ P.O.V.

Me metí a la ducha, tenía que desconectar un poco de todo. Hablar con María me había sentado muy bien, estaba más tranquila. Por una parte ella me había convencido de que Marcos algún día podría volver a despertarse, yo afirmaba con la cabeza, pero, no lo pensaba al cien por cien. 

Al acabar la ducha, me sequé el pelo. Cogí mechón por mechó, planchándolo hasta que se quedó completamente liso. Mi pelo era muy complicado, necesitaba demasiado tiempo para peinarlo, a veces tenía ganas de meter unas tijeras dentro y cortármelo hasta los hombros, pero después miraba lo largo que era y me daba pena.

Me puse un pijama, uno bastante corto aunque ya era invierno, pero yo muchas veces dormía con ese tipo de pijamas en invierno. Después salí del baño, sin querer, di un portazo muy fuerte. Me asusté hasta yo por el sonido que produció.

Mientras caminaba hacía mi habitación para coger mi télefono, que estaba encima de la mesilla, el timbre sonó. Fui a abrir la puerta.

-¿Qué quieres? - Pregunté sin ganas.

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Este creo que es más corto que los demás, pero tenía que acabarlo así, para dejar ''la intriga''. Quedan exáctamente 11 capítulos para el de navidad. Subiendo uno al día, pues 11 día, pero me parecen muchos, así que algunos días subiré dos capítulos. Así que, en una semana o así estará.

No sé si de navidad haré capítulo o maratón, depende de como quede. La idea ya la tengo, así que bueno, ya veré cuanto ocupa y lo decido :D

Es increíble, he superado las 8000 visitas, muchísimas gracias a todo el mundo (L) extra de corazones gays para vosotros ♥♥♥♥♥♥

Espero votos y comentarios :'3

Será cosa del destino. | Rubius y tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora