Capítulo 39. ¿La habría besado?

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Pase la noche anterior explicándole a Cris que a mi Rubén no me gustaba. No tuve mucho éxito ya que se fue de mi casa chillándome que soy una cría y que no acepto mis sentimientos - sentimientos inexistentes-. 

Al día siguiente era navidad y yo no tenía ningún regalo comprado. ¡Olé yo! ¡Siempre dejándolo todo para el final!

Cogí mi dinero, mi móvil y mis llaves y salí de casa. Me dirigí al centro comercial, ya que ya sabía donde estaba. Había muchísima gente dentro, ''Bueno, al parecer no soy la única que deja el regalo para el último momento'' pensé. Comencé a entrar de tienda en tienda. A Marcos y a María le había comprado dos camisetas. A Cris unos pantalones que tanto tiempo llevaba buscando, pero que no encontraba en ningún lado, yo di con ellos sin querer, literalmente me caí encima de ellos. A Mangel una chaqueta que me encantó nada mas verla. Y bueno... A Thous y a Rubius tenía que comprarles lo mismo, y era una cosa que yo detestaba. Los dos eran unos obsesos de las gorras - Thous las tenía colgadas por las paredes-. Era algo que no me gustaba en absoluto, nunca me gustaron las gorras, pero bueno... si a ellos les hacía felices. A Thous le compré una negra. A Rubén una blanca. No quería comprarlas iguales así que las compré totalmente distintas.

Ya tenía la compra hecha. Volví felizmente a mi piso, aunque antes me pasé por unos chinos a comprar papel de regalo y dos cajas - para las gorras, ya que no las podía envolver -. Llegué a casa, me puse a envolver las camisetas, los pantalones y la chaqueta, que esos no tenía que meterlos en cajas. Después, metí en las cajas las gorras, cada una en una caja distinta. Las envolví en papel de regalo. 

Ya estaba, una cosa menos. Ya no tenía que hacer nada. Mi teléfono empezó a sonar, era Marcos.

-¿Si? - Pregunté.

-Hola. Eh... te vas a enfadar.

-¿Y eso por qué?

-María y yo estamos en Andorra.

-¿Qué? ¿os habéis ido?

-Si, me dieron el alta esta mañana. Ella ya tenía los billetes comprados, era una sorpresa para mi.

-¿Y cuándo se supone que volvéis?

-En dos semanas.

-Genial. - Dije irónicamente.

-Lo siento.

-Mira, no importa. Pasadlo bien. 

-Lo siento _____, de verdad, es que yo no lo sabía.

-No importa, diviértete. - Colgué.

¿Cómo me sentí? Pues fatal. Me sentó muy mal. Se marcha un día antes de navidad. Se despierta del puto coma y se va, así, sin más. ¿Qué se supone que iba a hacer yo? no tenía ni idea. Y entonces me di cuenta de que las cosas empezaban a ir bien, demasiado bien. Y claro... se tenían que joder. ¿Por qué? Porque yo era _____ Suárez, la tía con menos suerte del mundo.

''A ver, has aguantado a tu amigo en coma. La has cagado con mucha gente y lo has superado. Podrás pasar las navidades sola, tal vez sea lo mejor.'' me dije a mi misma. 

Rubén P.O.V.

Tenía preparados los regalos de todo el mundo menos el de ella. Necesitaba algo más original, y no se me ocurría nada. ¿Por qué me tomaba tantas molestías? ni idea. 

Fui al centro comercial por la tarde. Me paseé por todas las tiendas. Estaba lleno de tonterías. De peluches, de ropa, de joyas. Yo necesitaba algo más original. Y lo encontré, allí estaba. Recordaba su odio hacía las gorras y su ''amor'' hacía los bigotes, así que, ¿por qué no una gorra con un bigote? si, era perfecta. Tal vez hasta conseguía que se la pusiera. Me la entregaron en una caja. 

Me metí a otra tienda, y exploté de risa al ver el papel de envolver con estampado de bigote, lo compré sin pensármelo dos veces. Mi reto era conseguir que ella se la ponga, aunque solo sea un día. Ya me imaginaba la reacción. Verla enfadada no tenía precio. Ya me la imaginaba frunciendo el ceño y llamándome imbécil o idiota. 

Volví a mi piso satisfecho. Envolví el regalo en papel de regalo y lo metí en mi armario, por si ella me visitaba, quería dárselo al día siguiente.

Fui a llamar a su puerta, quería ver el árbol de navidad. Llamé un par de veces cuando ella abrió la puerta.

-¡Hola! - Me dijo sonríente.

-¿Tú sonríendo? ¿qué ocurre? - Fruncí el ceño.

-Ay... - Suspiró - Pasa.

Pasé al salón. Al final había valido la pena ir de tienda en tienda, el árbol le había quedado genial. 

-Meh... te ha quedado... bien... - Bromeé.

-Me ha quedado genial, y tú eres un imbécil. - Contestó ella.

-Bueno, ¿qué te pasa?

Volvió a suspirar.

-Marcos y María se han ido de vacaciones como parejita feliz, y no van a estar mañana. Estoy sola.

-No, no estás sola. 

-¿Qué me vas a decir? ¿qué vaya contigo? no conozco a casi nadie, además, ese es tu mundo, seré como la acoplada.

-Bueno, yo quería dejarte a una de mis gatas para que cene contigo, pero eso es una idea mejor.

Ella se rió.

-Eres un...

-Imbécil.- Completé su frase.

-Iba a decir idiota, pero eso también.

-No, en serio, vente. Si que conoces a gente. Estará Thous, Mangel, Alex, Cheeto.

-Puff... y muchos otros desconocidos.

-Tampoco te creas, no he invitado a tanta gente... 

-Bueno, me lo pensaré. Mañana te digo. 

-Vale. 

Me tumbé en su sofá sin dejarle sitio a ella. Frunció el ceño como siempre solía hacer y comenzó a tirar de mi.

-Déjame sitio Rubén. - Refunfuñó.

-Pídemelo por favor.

-Por favor, dejame sitio o te pego.

-No, así no vale.

Ella empezó a tirar más de mi, al ser tan pequeña y pesar tan poco cayó encima mía. Al principio seguía chillándome que me aparte mientras se reía, pero se paró cuando nuestros ojos se cruzaron. Ella estaba cerca, muy cerca, demasiado cerca. ''Vamos Rubén, la tratas como a una hermana. No hagas esto.'' me dije a mi mismo, pero no me dio tiempo a pensar, ella ya se había quitado de encima mía.

Estaba ruborizada, muy ruborizada. Yo me puse de pie.

-Bueno, yo ya me voy.- Dije.

-Va-Vale...- Contestó.

-Por cierto, tus ojos son muy bonitos.

-No, no lo son.- Dijo ella, aún mirando el suelo.

-¿Por que dices eso? - Pregunté de vuelta.

-No lo sé, son marrones.

-¿Y qué tiene que ver el color? - Volví a preguntar.

-Son muy comunes, no llaman la atención.

-El color no tiene nada que ver. Además, tus ojos si que llaman la atención. Son diferentes a los demás.

Ella ya no dijo nada, yo me marché de su casa, me volví a mi piso. Intentaba asimilar que acababa de pasar. ¿La habría besado si ella no se habría apartado? Seguramente. Tal vez Mangel tenía razón, tal vez me atraía un poco. 

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Heellooww :'3333

Bueno, el capítulo 39 *-* 1 capítulo más y el especial asdfghjkl. El especial lo escribo con _LeaveMeAlone_ así que el mérito es de las dos :D no solo mío. Que me ayuda musho musho.

El 40 lo subo o mañana o el domingo, no lo sé seguro :D 

Voten, comenten y ¡CORAZONES GAYS! ♥♥♥

Será cosa del destino. | Rubius y tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora