Capítulo 4: Sentimientos

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-Narra Alan-

Después de una larga plática con las amigas de Aby, note que Alex no estaba por ninguna parte, pregunte a Eliot quien se estaba comiendo todos los nachos, pero él tampoco supo decirme a donde se había ido.

- ¿Pasa algo?- Pregunta Aby.

- No es nada, solo... no encuentro a Alex.

- Lo vi salir hace un rato pero no ha regresado.

- Iré a buscarlo, se veía un poco extraño el día de hoy.

- Yo también lo note, te acompaño.-Dijo.

Salimos de ahí y el primer lugar donde pensé en buscar era en mi habitación, pero antes de que pudiéramos llegar Aby tropezó por un escalón y se torció un pie, así que tuve que llevarla a la enfermería. Nos demoraron bastante, al parecer un niño había caído en el escenario exterior cuando empezó a llover y se había quebrado la mano y un par de dedos.

- Lamento que te haya entretenido bastante.- Dijo Aby triste.

- No te preocupes por eso, no es que le vaya a pasar algo malo a Alex sin mi.- Ambos reímos.- Además tu salud es más importante.

- Gracias.

- ¿Pasa algo malo? – La miré, miraba hacia abajo, como si algo le preocupara, además de pensar que lo de su pie fuera una fractura.

- No, no es nada importante, una tontería mía.

- Puedes contarme lo que sea, para eso somos los amigos.

- Está bien, pero no te rías de mí.

- Lo prometo.

- ¿Tu también notaste el aura romántica cuando Alex beso a Liza?

- ¿A qué te refieres?- La pregunta me tomó por sorpresa.

- Me refiero a que pareciera como si se conocieran de antes o existiera un sentimiento romántico entre esos dos.

- Si, un poco ¿Por qué preguntas?

- Bueno... solo que realmente me sentí feliz por ellos, es decir con cierta calidez, por un momento sentí envidia de su amor y creí que solo yo había sentido algo así, no es que me guste Alex para nada.- Se apresuró a decir.- Si no al momento, es decir, fue como estar leyendo un cuento romántico ¿No lo crees?

- Yo creo lo mismo que tú, o algo parecido, ese par pareciera hecho el uno al otro a pesar de nunca haberse visto antes, pero no sé cómo explicarlo, algo en mi me lo dice que harían bonita pareja.

- Yo opino lo mismo que tú, sabes... a mí me gustaría tener una pareja así.

- ¿Cómo Alex?

- No, bueno no digo que no sea bueno, pero me refiero a que me bese de la misma manera, con la misma intensidad, cariño y dulzura... que me amara de la misma manera como yo lo haría, o al menos esa sensación fue la que me transmitieron, pero es mucho pedir ¿no?

- Yo digo, que si una pareja no es feliz con y como esta, no debería seguir, es decir, tarde o temprano terminará mal, cada persona está destinada a conocer a su pareja ideal y si no, pues tendrá amigos como nosotros, muy buenos amigos.

- Gracias por los ánimos.- Me sonrió.

- ¿Tú... ¿Tienes a alguien especial?- Pregunte.

- Si, tengo unos cuantos meses pero... creo que lo nuestro ya no está resultando como lo esperaba y es un poco confuso.

- Entiendo.

Realmente eso me ponía muy feliz, aunque fuera muy poca empatía de mi parte, tendría una oportunidad para acercarme a ella, pero por otro lado me dolía verla de esa manera.


Tardamos alrededor de una hora hasta que nos atendieron, al parecer se había torcido el tobillo, le pusieron una pequeña venda y salimos de camino a su habitación. La lluvia se hizo más fuerte, por lo que hacía demasiado frío afuera, entramos a la habitación de Aby y nos encontramos a Liza sentada con su pijama ya puesta y un suéter viendo televisión tranquilamente.

- Creo que aquí te dejo.- Le dije al ayudarla a sentar en el sillón.

- ¿Pero qué pasó?- Dijo Liza al ver a Aby con un tobillo vendado.

- Me tropecé en las escaleras.

- ¿Y es algo grave?- Preguntó alarmada.

- No tranquila, solo fue una torcedura, solo debo no forzar mucho el pie.

- Muchas gracias por traerla.- Me dijo Liza.

- No hay de que, cuídate mucho Aby.- Le bese la mejilla sin pensarlo.

- Claro.- Dijo perpleja.

- Nos vemos después Liza y por cierto... linda pijama.- Dije sonriendo y ella se puso roja.

- ¿Qué?, ¡¡ah!! ¡¡Qué vergüenza!! ¡Aby porque no me dices nada!- Tomó la cobija y se la puso encima.

- Me despido entonces.- Alcé la mano y cerré la puerta.

Salí de ahí riendo por lo bajo, pero tome mi tiempo en ir a mi habitación, el olor a lluvia me hizo sentir tan relajado y feliz al mismo tiempo, para cuando llegue Eliot y William conversaban en el barandal que daba hacia el patio de la escuela, por lo que me les uní.

- Hola ¿de qué hablan?

- Hola.- Dijo Eliot animado.

- Que tal.- Dijo William.

- De nada en especial, solo lo grandioso que han sido estos dos días, tuvimos la clase de música más rápido de lo que esperábamos y ahora nos toca besar chicas, no sé si esto es de buena suerte o algo así.- Dijo Eliot.

- Tienes razón.- Mi sonrisa debió notarse demasiado pues William rió a carcajadas.

- Tú sí que caíste enamorado ¿verdad Alan?- Continuó riendo.

- ¿Qué? Bueno... yo...- Comencé a tartamudear

- No lo puedes negar se te ve en toda la cara.- Aclaro Eliot.

- Bueno, no lo puedo negar Aby es... muy linda.

- Lo sabemos, y también sabemos que tiene un novio bastante torpe.- Continuo Eliot diciendo.

- ¿Lo conocen?- Pregunté rápidamente.

- Claro, va en los edificios del B, es mayor que ella por un año, él está en 5 semestre y le gusta mucho los deportes.- Dijo William

- ¿Cómo sabes todo eso?

- Las amigas de Aura dicen todo, las escuche hablando esta mañana en la cafetería. – William tomó asiento junto a la pared de nuestra habitación.- Y sabemos que es un torpe, sobre todo por su expresión cuando le recuerdan que tiene un novio, se ve que la está pasando mal.

- Si ella me dijo que tenía problemas.- Dije sin mucho ánimo.

- Bueno, yo espero que se arregle todo para ella, sea que termine con el patán y siga su vida o que de plano mejore. – Terminó diciendo Eliot y estirándose un poco.

- Si... por cierto ¿saben si Alex está adentro?

- Si, él está ahí.- Respondió William

- Quería hacerle unas cuantas preguntas pero desapareció de la fiesta.- Dije.

- Está adentro dormido con sus audífonos puestos.- Dijo William

- Rayos, bueno se lo preguntaré mañana.

- Oye Alan.- Dijo Eliot deteniéndome antes de que pudiera entrar.

- Dime.

- No.- Dijo en una pausa.- No es nada olvídalo...

- No muevas a Alex de ahí, se ve bastante cómodo donde está.- Terminó por decir William.

- De acuerdo.

Efectivamente Alex se encontraba en los sofás del dormitorio, lucía tan tranquilo que lo deje donde estaba y de igual forma me fui a dormir.

Days of our lifesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora