Una novela juvenil llena de emociones, sentimientos y aventuras con amigos. Cuatro jóvenes se enfrentan a la etapa de preparatoria llena de experiencias inimaginables que en su vida pudieron esperar, pronto se darán cuenta que es solo el comienzo de...
Subimos a mi habitación entre besos apasionados y quitándonos las prendas poco a poco, una vez dentro me dejo caer en mi cama y él se queda cerca de mi cuerpo y cara, su respiración es acelerada y acalorada, por todos los dioses nunca había hecho esto de esta manera tan repentina, pero mi interior grita por él.
- Alan- Le dijo casi en susurro y con poco aliento.
- ¿Estas segura de esto?- Me pregunta mirándome fijamente a los ojos, con una mirada que le desconocía por completo.
- Claro que si.- Le respondo.
- Entonces dame un momento.
- El que quieras.- Le digo sonriendo
Le tomo solo un momento regresar del baño, yo solo me acomode en mi cama ya no poseía el short que traía y mi pequeña blusa era lo único que me cubría.
Cuando lo vi salir de mi baño sin camisa puesta sentí que todo mi cuerpo reaccionaba a él, se acercó a mí subiendo por mi cama y moviéndose hasta donde yo me encontraba, tomo mi rostro y me beso el cuello lentamente, lo rodé con mis brazos y lo atraje hasta mis labios.
- Amo tu olor sabes.- Me dijo entre besos.- Y tu piel es tan suave.
Paso saliva con dificultad cuando comienza a besarme en la parte baja de mi cuello, tomo de la cobija y la sujeto con fuerza entre mis manos, puedo sentir como el calor que no sentía desde hace tiempo se apodera de mí poco a poco, haciendo que mis muslos y pechos tomen tensión, deseando el momento en el que pose sus manos sobre mí.
Mi respiración aumenta y Alan nota de ello, pues hace que tome de mis muslos y comienza a tentar parte de él subiendo y bajando la mano, comienzo a sentir como su respiración se calienta y eso hace que me ponga más provocativa con él.
- Alan- Gimo.- Por favor...
- ¿tanto así me deseas? – Pregunta sobre mi oído.
Realmente quiero que me tome y me haga suya esta noche, tal vez esto no se repita de nuevo y no sé qué pasara mañana con esto, pero eso en este momento no me interesa. Tomo de su mano y la coloco en mi pecho, me mira por un instante antes de que continúe tocando por su cuenta.
Rodea mi cintura de manera lenta bajando una de sus manos por mis muslos, yo beso la comisura de sus labios desesperada por lo que vendría después, siento sus labios fundirse con los míos mientras observo como sus ojos se centran en mí, nuestras lenguas y labios comienzan a atacar sin descanso, la boca del otro plasmando todo nuestro frenesí. Es como embriagarse con uno de esos licores que mencionan los libros de texto, pero nada se compara a lo que siento yo en mi interior ahora mismo.
Poso mi mano sobre su nuca mientras el comienza a extraer la lujuria de mis labios y su mano derecha acaricia mi pecho de manera suave. Él sabe que soy suya, al igual que él sabe que es mío en este momento, su mano y la mía comienzan a bajar al mismo ritmo el toca mi vientre y desciende a mi ingle, mientras que la mía llena de deseo desciende por su espalda y mis labios muerden con fuerza los suyos.
Nuestras miradas siguen enganchadas y lo que no decimos con palabras lo decimos con los ojos. Estoy segura que puede ver cuanto lo deseo, cuanto lo he deseado desde aquel primer beso. Tomo su mano que pasea por mis piernas y la dirijo a mi entrepierna, quiero que entienda lo que realmente deseo, Toca suavemente por mi parte más sensible antes de hundir sus dos dedos en mí y comienza a mover sus dedos primero lentamente y después con el movimiento de mi cadera asiéndome perder la cabeza.
Mis piernas quedan temblorosas al memento que para, yo me quedo con el deseo de más pero el solo se limita a sonreír y empezar a besar mi cuerpo y acaricia cada parte de él, es como si conociera cada parte de mi cuerpo, como si esto lo hubiéramos hecho antes, pero sé que no es así, más sé que debe tener más experiencia en esto que yo y de alguna manera no me molesta... me encanta.
Gimo, jadeo y pronuncio su nombre sin mucho aliento cada vez que pega más su cuerpo al mío, Encajo mis uñas en su espalda y el responde dándome una mordida en el cuello que resulta excitante para mí, todo esto me resulta tan nuevo tan maravilloso, algo que no había vivido jamás. Siendo que él no quiere pasar más allá de lo que espero bajo mi mano a mi vientre tratando de aliviar aquella sensación, estoy a punto de llegar al final por mi cuenta, pero el detiene mi mano.
- No lo hagas, quiero disfrutar de este momento hasta el final.- Me dice en un susurro en mi oreja.
- De acuerdo.- Respondo sin aliento.
Escucho un sobre que saca de sus pantalones, se lo que es, tardamos solo un momento en colocarle el condón, su expresión en la cara me da a entender que le gusto que yo le haya ayudado. Una vez puesto sumo mis manos lentamente sobre su cuerpo y el me sostiene en sus brazos, ambos nos deslizamos entre la cama y mientras yo abro mis piernas el solo puede exclamar...
- Joder Aby...-
Sus palabras podrán no ser muchas pero sé que le gusta lo que ve y lo que estamos por hacer.
- Por favor Alan.- Le ruego una vez más al ver que solo se queda ahí observándome.
- Esta lista.- Me pregunta por alguna extraña razón.
Yo solo asiento con la cabeza antes de que el entre en mi de manera lenta que hace que arque mi espalda, el besa parte de mi pecho mientras sigue entrando, sé que no es todo. Repito su nombre en varias ocasiones y le pido que continué, quiero más y más. Comienza a moverse lentamente entrando y saliendo de mí, mientras el también menciona mi nombre.
Estoy a punto de llegar y sé que el también, lo abrazo con fuerza y rasguño de su espalda en varias ocasiones, mi voz ya no se escucha, quede sin habla por un rato, gimo y maldigo en varias ocasiones eso lo excita demasiado. Llegamos los dos al final después de un rato ambos nos tumbamos en la cama tratando de controlar nuestra respiración me acerco a sus brazos extendidos y me quedo abrazándolo, el solo me abraza con uno de sus brazos y ambos nos quedamos mirándonos nuevamente.
- Eres fabulosa.- Me dice.
- Tu también.
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