-Narra Liza:
Desperté a las 6 de la mañana, estaba totalmente entumida de las piernas y me dolía toda la espalda, me había quedado dormida ahí con Alonzo. Coloque la cabeza de Alonzo lentamente en la alfombra y me puse de pie, mire por la ventana, aun no salía el sol, todo se veía tranquilo ahí afuera, Salí del cuarto en silencio y sin zapatos para no hacer ni el más mínimo ruido, tome mi mochila y la de Alonzo y las subí a la habitación.
- ¿Alonzo?- Dije en voz baja para tratar de levantarlo pero no había respuesta alguna, estaba totalmente dormido.
Tome mi celular en busca de llamadas pero nada, mire entonces algo que no había visto antes, una fotografía en el buro de lado de la ventana. Era una señora muy bonita cargando a un bebe, el señor de su lado cargaba con otro mientras abrazaba a la señora. Deben ser los padres de Alex, ¿pero quienes son los bebes?, tal vez uno sea Alex pero ¿y el otro?
Recorrí el cuarto una vez más, encontré otra foto en el tocador, ahí posaba Alex de pequeño con un niño y una niña abrazándole. Deben ser amigos de él o familiares, parecen de la misma edad. Un ruido hizo que saliera de mi transe, creo que alguien salió, mire por la ventana, era una chica y un chico que salían de la casa muy acaramelados subieron a un carro de enfrente y se marcharon. Fui hacia Alonzo y le moví.
- Alonzo, despierta por favor- Dije y el comenzó a abrir los ojos poco a poco. - Debemos irnos- Le dije y el comenzó a moverse.
- ¿A dónde? -Dijo adormilado.
- Debemos irnos de aquí, ya es muy tarde, casi amanece.
- ¿Qué? - Dijo comenzando a entrar en si- Auch- Se quejó y puso una mano en su cabeza.
- Lo sé, te dieron de beber de más, debes tener resaca, será mejor que nos vayamos a la escuela antes de que alguien se pregunte dónde estamos.
- Si, solo déjame mojar mi cara y saldremos.- Se puso de pie y entro al baño.
Me alegro que ya esté mejor, tome todas nuestras cosas y las prepare para salir, era obvio que tomaríamos taxi una vez saliéramos de la privada. Salimos a la calle, cerramos la puerta con cuidado y comenzamos a caminar, el parecía ya mejor de estado.
- ¿Qué paso exactamente?- Pregunto- Solo recuerdo que Diego me paso un vaso y después entre todos hicieron que le tomara directamente a la botella, después de eso... nada.
- Pues no sé exactamente, pero Alex fue el que me dijo que estabas un poco ebrio así que fui por ti y me asegure de que no te pasara nada más.
- Ya veo, pues gracias- Me sonrió.- Aunque aún tengo un horroroso dolor de cabeza ¿Qué hora es? ¿Por qué todavía es de noche?
- Son las seis de la mañana, aun no estoy segura si Oliver nos deje entrar, creo que debería llamarle- Dije sacando mi celular.
- No creo que nos deje entrar o por lo menos a mí- Se rio y después coloco de nuevo la mano en la cabeza- Esta bajo las normas.
- Aun así, creo que será mejor ver que podemos hacer con él, no puedo llegar a mi casa porque no tengo llaves y en la tuya...- Dije con una mueca.
- Esta mi madre y me mataría, aunque mi hermana...- Dijo pensando un momento- Olvídalo iría con el chisme.
- Lo ves, es mejor que le llame a Oliver.
- ¿Crees que este despierto?
Su pregunta me hizo dudar, decidimos sentarnos en la banqueta, solo habíamos caminado fuera de la privada.
- ¿A dónde iremos entonces?
- No lo sé, esperemos a que sean las 9 y llamemos a Yuki, tal vez a esa hora ya podamos entrar discretamente a la escuela sin ser interrogados.
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Days of our lifes
Teen FictionUna novela juvenil llena de emociones, sentimientos y aventuras con amigos. Cuatro jóvenes se enfrentan a la etapa de preparatoria llena de experiencias inimaginables que en su vida pudieron esperar, pronto se darán cuenta que es solo el comienzo de...