Narra Alex:
- Alex... si te dijera que tú eres un capricho ¿Qué me dirías?...
La pregunta me tomo por sorpresa, su cara era seria pero distraída, ¿enserio estaba preguntándome eso?
- ¿a qué te refieres? – Dije en mi defensa.
- Bueno, si te dijera que tú eres un capricho que mi cabeza está formando ¿está mal? Es decir, he empezado a recordar aquella noche y no puedo evitar sentir o desear de nuevo ese sentimiento ¿no te pasa lo mismo?
- Pensé que era el único.- Me reí. – Tengo mucho que no tenía algo así con alguien y también he estado recordando ¿enserio estamos teniendo esta conversación?
- Bueno si comenzaremos una amistad buena, no te voy a mentir.
- Tiene razón, a decir verdad odio cuando te pones vestidos pegados.
- ¿Qué tienes en contra de mis vestidos?
- Son demasiado... atractivos.
- Ah... es decir que si te atraigo físicamente- Se burla.
- Si tal vez un poco.
- Bueno no te culpo, pero si quieres probar de esto tendrás que hacer más que solo invitarme a salir.
- ¿Embriagarte podría ser una opción?, funciono la otra vez.
- Eres un idiota.
- Lo sé.
- No dejare que me embriagues, es más no beberé más de la cuenta cuando tu estés cerca.
- Bueno y para que alguien se te acerque a ese punto ¿Qué tiene que hacer?- Pregunte vacilando.
- Eso tendrás que descubrirlo tú solo, las mujeres no decimos nuestros secretos tan fácil ¿sabes?-
- Bueno que tal si...
Me acerque a ella, tome su rostro y puse su oreja contra mi labio y después le hable por lo bajo.
- Si hago esto.
Pude sentir como su cuerpo reaccionaba a mi movimiento, tome entonces su mano y la deslice por su pierna.
- Alex, no te quiera pasar de listo.- Me detuvo.
- Que yo solo trato de descubrirlo, me sembraste duda.
- Yo también puedo jugar tu juego.- Paso su mano en mi pierna.- Y eso no te gustara nada.
- O ¿sí?- Le mordí ligeramente el labio.
La tome por sorpresa al hacer eso, por instinto ella se recargo en mi apoyada de su mano en mi pierna y lamio mi cuello.
- Esto puede ser un juego peligroso Dana.- Le dije cuando comenzó a besar mi cuello lentamente.
- Tú comenzaste.
- No era para que lo siguieras.
- Sabes que me deseas.- Me miro a los ojos.- Desde el festival de Halloween me has estado observando así.
Joder ella sabe que tiene razón, no he podido dejar de pensar en aquel momento y deseoso de que sucediera de nuevo, pero algo dentro de mi quiere que me detenga ahora sabe que no es correcto.
- No hagas esto más difícil.- Le dije cayendo tras tus besos.
- Puedes detenerme cuando quieras, yo no te obligo a nada.
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Days of our lifes
Teen FictionUna novela juvenil llena de emociones, sentimientos y aventuras con amigos. Cuatro jóvenes se enfrentan a la etapa de preparatoria llena de experiencias inimaginables que en su vida pudieron esperar, pronto se darán cuenta que es solo el comienzo de...