No Te Enamores 2 / P. Jimin

Capitulo 20 2/2

Jimin: Sí, yo. ¿Con quién otro querías chocarte? -bromeó- 

Mica: Lo siento mucho, en serio. 

Jimin: Okey, lo entiendo pero podrías levantarte... -dijo haciendo señas a tu cuerpo- 

Mica: Oh, si.. lo siento de nuevo. -dije avergonzada-

Jimin: No me malinterpretes, no me molesta esta pose pero este no es el lugar adecuado. -me observo de nuevo- ¡Estas roja como un tomate! -rió- 

Mica: Eres un idiota. -reí-

Jimin: Por lo menos te hice reír, estabas muy tensa hace un rato. 

Mica: Sabes.. ¿tu cara me suena familiar? -dije observándolo- 

Jimin: ¿En serio? -pregunto ilusionado- 

Mica: Sí... ¡AH! Ya sé... Tu eres amigo de mi hermano. 

Jimin: -y todas la ilusiones se esfumaron- ¿Eh?.. 

Mica: Tu eres el de la foto, ahora lo recuerdo. Claro... como no me dí cuenta antes, que tonta.

Jimin: ¿Cuál foto? 

Mica: Había una foto tuya en mi equipaje, pero seguro que mi hermano la guardo allí sin darse cuenta, es algo despistado. 

Jimin: ¿En tu equipaje? 

Mica: Sí, aunque sabes, es una foto algo, ya sabes... rara para mandársela a un amigo. -reí- En fin, se la dí cuando apenas la encontré.. así que no debes preocuparte por eso.

Y de un momento para el otro volvió.. ese fastidioso dolor de cabeza y fuerte mareo que lograba debilitarme por completo.. -oye ¿estás bien?- podía apenas escuchar, no le conteste, mis sentidos no me dejaban hacerlo, estaba más preocupada tratando de controlar tanto dolor, ya que mis pastillas las había dejado en mi casillero, pues es la primera vez que me pasaba dentro de la Universidad, casi siempre era o antes de dormir o después de despertarme. El mareo provoco que mis piernas cayeran por completo al suelo -Mica ¿te consigo un doctor?- logre escuchar de nuevo y otra vez no pude contestarle, sólo tenia mis manos sobre mi cabeza y todo mi cuerpo estaba temblando -Tranquila, no sé que te este pasando pero por favor trata de tranquilizarte- volvió a decir mientras se arrodillaba quedando frente a mí, estaba llorando.. odiaba que de alguna u otra manera las personas me vieran así, pero por algún motivo no me importaba frente a él. Coloco sus manos alrededor de mí abrazándome, tratando de tranquilizarme mientras me decía cosas como; "¡respira! estoy aquí, contigo..." Y como si estuviera haciendo magia, mejor dicho un milagro conmigo, comencé a sentirme mejor, mis piernas ya no temblaban y mi mente estaba volviendo a la normalidad por así decirlo...

"Gracias" fue lo único que pude decirle en ese momento, no sabía como agradecerle, cualquier chico hubiera salido corriendo al verme en una situación similar.

Jimin: Ven, te ayudo.. -dijo ayudándome a quedar de nuevo en pie- ¿Qué fue eso? -pregunto nervioso-

Mica: No es nada, es una pequeña secuela que me quedó luego del accidente.. supongo que con el tiempo se irá. ¡Lo siento mucho! Por semejante espectáculo que tuviste que pasar frente a tus amigos. La verdad no sé que paso, nunca me ocurrió antes.

Jimin: No me pidas perdón... a cualquiera le puede pasar. Y la verdad es que me importa poco lo que esos idiotas piensen sobre lo que hago o dejo de hacer.. Lo importantes es que estas mejor, aunque deberías ir a ver a un doctor.

Mica: Lo haré luego, ahora debo ir a clases.. ya te hice perder mucho tiempo ¿tu profesora no te regañara? -le pregunte sintiéndome culpable-

Jimin: No te preocupes, lo entenderá.

Mica: Eso espero, gracias de nuevo. -dije yéndome-

-Narra Jimin- 

No podía creer lo que estaba pasando, de lo más normal que estábamos hablando sobre la foto de su equipaje que no logre entender mucho por cierto, ella comenzó a descomponerse, no sabía que hacer y esa simple situación me hacía perder la paciencia. Mica estaba teniendo un ataque de quien sabe qué y yo estaba parado allí como un estúpido observándola si poder hacer nada que estuviera a mi alcance más que preguntarle cosas sin sentido como; ¿estas bien? "...claro que no, esta teniendo un ataque frente a tus ojos, claro que no esta bien.." No sabía que hacer, no sabía como reaccionar, que decirle, nada. Quería protegerla y que se sintiera mejor, más aliviada y que pasara eso tan malo que le estaba ocurriendo, tome la iniciativa y la abrace, en ese momento no quería otra cosa que contenerla, decirle que estaba con ella, que todo iba a estar bien. Estuvimos unos minutos en ese estado sin movernos ninguno de los dos, era la primera vez que estaba tan cerca de ella después de todo lo que paso, escuchando su respiración demasiado agitada, oliendo su perfume...pero más allá de todo eso eramos nosotros dos y aunque hubiera 2 millones de personas viéndonos en el pasillo, aun lo sentiría así.. como si fuéramos los únicos en ese momento. Por suerte su respiración comenzó a sentirse más serena, y su cuerpo ya no temblaba, oí un gracias de su parte e inmediatamente se me dibujo una sonrisa en mi rostro y aunque ella no pudo verla, estaba feliz de que eso no haya sido más que un susto. 

-Fin de la Narración-