Sentimientos Ocultos - Junjou egoist

CAPITULO 8 Conocidos

---Hiroki---

¿Qué debo hacer?

Me siento tan triste, no pensé que todo esto terminaría así, yo quería estar a su lado para siempre, ese fue mi objetivo, amarlo desde lejos, pero ahora...

Lo arruine, en verdad lo hice...

Nowaki es la persona de la cual me he enamorado, la cual he anhelado, pero siempre lo vi como alguien prohibido, solo eso, yo un simple sirviente enamorado de un príncipe, de un mujeriego...

He de admitir que me sentí satisfecho con solo ser un remplazo, por la forma en como me abrazaba y me hacía sentir feliz, lo amo, es mi todo pero no puedo desear más, yo no estoy a su altura, solo soy un sirviente...

Corrí hasta mi habitación y me encerré dejando caer todas mis lágrimas que se quedaron acumuladas desde hace ya tiempo.

Quería decirle que lo amaba, que estoy enamorado de él pero las palabras no quisieron salir, se atoraron en lo profundo de mí ser.

No puedo hacerlo, me invade el mío y no puedo hablar, Nowaki es un gran hombre, a pesar de que es un mujeriego, tiene gran potencial, es inteligente y muy hábil, incluso no necesita que nadie lo proteja, no me necesita...

Nowaki, no sé cómo decirte que te amo, que quiero estar a tu lado para siempre, sin importar que te quieras casar o te enamores de una chica, quiero permanecer más contigo.

Pero ya no es posible...

El viernes es mi último día de trabajo, eso es todo...

-¿Hiroki? –escuche unos toques a mi puerta.

Me limpié mis lágrimas y abrí la puerta.

-¿Pasa algo Tsumori?
-Discutiste con Nowaki, ¿cierto? –me miro con reproche.
-¿Acaso eres mi padre?
-¿Por qué?
-Eso no te importa, -cruce los brazos- solo eres mi...
-Hiroki, -suspiro- te estás ahogando en un vaso de agua que tú solo has llenado.
-¿Qué dices?
-¿Por qué te atormentas? ¿Por qué no eres sincero?
-Tsumori déjame en paz.
-Hiroki, -entró a mi habitación y empezó a acorralarme- ¿Lo amas?
-A-Aléjate Tsumori.
-No lo haré hasta que me digas.
-¿PARA QUÉ QUIERES SABERLO?
-Para que puedas liberar tu estrés.
-¿Para qué aceptarlo? Sí...
-¿Y si fueras correspondido?
-¿Cómo? –lo mire.
-Sí Nowaki sintiera lo mismo que tú, ¿Qué harías? ¿Te confesarías?
-Eso...
-¿Lo harías?

Mi corazón empezó a latir rápidamente y sentí que mis mejillas encendían.

-Sí.
-¿Ves que no es tan difícil?
-Tsumori pero eso jamás pasara. Eso es...
-Sabes, -cruzo los brazos dirigiéndose a la puerta- no todo es como parece.
-¿Qué quieres decir con eso?
-La respuesta siempre la has tenido frente a ti, no lo eches a perder.
-¿Ah?

El cerró la puerta y yo me quede recostado en mi cama tratando de asimilar sus palabras, la manera en como trataba de hacerme entender mis sentimientos.

¿Cómo puedo sincerarme cuando yo solo soy...?

Aunque...

He tenido sueños raros donde escuchó a Nowaki diciéndome que me ama, que quiere estar conmigo, pero solo eso son, simplemente sueños...

Pero ya que me iré para siempre...

¿Debería confesarme?

¿Podré arriesgarme a decirle lo que siento?

Tal vez deba hacerlo, para no cargar con este dolor...

Me acosté bien en la cama y decidí dormirme temprano, debo evitar encontrarme con Nowaki, no creo que quiera verme después de lo que paso, supongo que Tsumori se puede encargar de él, cuidarlo y protegerlo, cosa que yo no pude hacer...

Me desperté por primera vez tarde y me metí a bañar, me coloque mi ropa y salí, cuando camine a la cocina me encontré a Nowaki tomando una taza de café.

-Buenos días su majestad. –hice una reverencia sin verlo a los ojos.
-Hiroki, -suspiro- ¿Por qué no me despertaste?
-Yo...
-Lamento lo de ayer, no debí...
-No pasa nada su alteza, -comente- yo lo hice enfadar y realmente entiendo su comportamiento.
-¿Por tu deber cierto? ¿Por eso me dices todo?
-No yo...
-Como sea, iré a dar un paseo.

Estaba a punto de tomar mis cosas pero decidí preguntar antes.

-¿Quiere que lo acompañe?
-No. –me miro.
-Como guste.
-Yo lo acompañare. –comento Tsumori.
-Me quedaré en el palacio para arreglar sus pendientes, príncipe.
-Hiroki. –camino hacia mí.
-¿Sí?

Nowaki me tomo del mentón y me miro.

-No me digas príncipe ni su majestad, háblame como siempre lo has dicho, -sonrió- dime Nowaki, por favor no cambies ese aspecto.
-N-No lo hare. –me sonroje.
-Gracias. –junto nuestras frentes.
-Los dejo solos. –tosió Tsumori.
-Hiroki, -coloco su cabeza en mi hombro- no te vayas, quédate conmigo y...
-Nowaki, -me aventure a abrazarlo- quiero estar contigo.
-¿Hablas enserio?
-Yo... esto es...
-Mi Hiroki, mi Hiro-san, -beso mi frente- estarás conmigo eternamente porque tú tienes una promesa conmigo.
-Pero...
-Hablaremos más tarde sí. –me dio un beso.

Sentí como todos los colores se me subían y él sonrió, por un momento pensé que me odiaría, pero me siento feliz que este conmigo y no esté tan molesto, lo quiero.


---Yukito---

Me desperté y camine a la cocina encontrando a mi hermano y a Nowaki besándose, sonreí y me quede en el pasillo para no poder molestarlo.

-No es bueno espiar a las personas.
-T-Tsumori. –murmure.
-¿Cómo está mi pequeño? –me acarició el cabello.
-Bien, -sonreí- no creí verte aquí y menos como un guardaespaldas.
-Yo tampoco pero las cosas cambian. –sonrió.
-Tsumori, -lo abrace- te extrañe mucho.
-Y yo también, extrañe a mi lindo hermanito.
-Baka. –me sonroje.
-Solo un poco. –beso mi frente.
-TSUMORI. –grito Nowaki.
-Nos vemos después, -guiñó un ojo- y hazle comprender a tu hermano que debe seguir su corazón.
-¿Por qué lo dices?
-Lo verás todo a su tiempo.
-Ok.

Cuando se salió camine de vuelta a la cocina, mi hermano estaba sonrojado, lo abrace de la cintura y se espantó.

-Soy yo. –reí.
-Y-Yukito, -suspiro- no hagas eso.
-¿Pensaste que era Nowaki?
-P-Pero que dices.
-Nada, vamos a desayunar.

Ayude a mi hermano a preparar el desayuno y comimos tranquilos mientras me comentaba acerca de los planes que tenía a futuro, también me preguntaba acerca de mis próximas presentaciones.

-Sabes, -suspire- papá vendrá dentro de unas semanas.
-¿Tan pronto? –se sorprendió.
-Así es.
-No lo esperaba, -suspiro- supongo que no estará muy contento.
-¿Lo dices por mí?
-Yukito no te preocupes yo hablaré con él, entenderá sí...
-Conoces como es, -sonreí a medias- tal vez me encierre en una torre.
-No es para tanto.
-Eso lo dices porque...
-¿Por qué? –me miro.
-Nada.
-¿Yukito?
-Etto, mira tocan el timbre iré a abrir.
-Ey... -me llamo.

Camine hasta la puerta y me fije que una de las chicas de servicio estaba en la puerta con una sonrisa boba.

-¿Está Nowaki?

"Esa voz..."

-El príncipe Nowaki ha salido.
-Mmm, entonces entraré.

Estaba a punto de irme pero no pude porque mis piernas empezaron a temblarme de ver al hombre que entro.

-¿Yukito? –me miro.
-T-Takeshi... -murmure.
-Vaya, vaya, -sonrió- nunca pensé en verte de nuevo.
-E-Eso es...
-Supongo que es mi destino y...
-¿Quién es? –pregunto Hiroki y lo miro- TÚ...
-Calma Hiroki, -lo abrace- no empeores las cosas por favor.
-Pero ese maldito.
-Te lo ruego.
-Maldición.
-Así que tú eres el cuidador de Nowaki ¿cierto?
-No te interesa. –gruñó mi hermano.
-Se bueno y llévame una copa de vino a la biblioteca, -me tomo de la mano- vamos Yukito.
-NO QUIERO. –aventé su mano.
-Pero...

Mi celular comenzó a sonar y lo tome.

-¿Qué ocurre Mao?
-No nada, solo que se canceló la presentación de hoy.
-Está bien.
-Deberías de avisarle a tu novio.
-¿Q-Qué?
-Hablo del señor Usami, hacen buena pareja.
-B-Basta.
-Nos vemos.
-Yukito, no me ignores de nuevo...
-¿Te importa? –lo mire- es verdad, te encanta tener toda la atención.
-No.


---Externo---

Yukito ignoro a Takeshi se fue con su hermano a dar una vuelta.

Cuando Nowaki regreso hablo con su primo el cual estaba molesto por la forma de actuar del chico, quería hablar con él pero no se lo permitían, odiaba esa parte, no entender sus sentimientos, no saber que hacer...

Y así fue por los 3 siguientes días, el pelimorado decidió quedarse a dormir en la casa, siendo evadido por Yukito.

Por fin era viernes un día importante para todos...

Precisamente hoy sus vidas cambiarían por completo...

Celos...

Amor...

Pasión...

Todo empezaría a desencadenarse...