CAPITULO 26 Destino.

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---Roderich---

Sus palabras me confunden tanto, me hacen sentir cosas que ya no eran necesarias en mí, hace que mi corazón se acelere y que quiero estar en sus brazos siempre.

Sus labios son tan cálidos, un beso diferente...

Nunca me habían besado así, con sentimientos difíciles de explicar...

¿Será amor lo que siento?

Me aterra creer en el amor, no quiero volver a salir lastimado, ya no lo soportaría, no quiero ser solo un trofeo que Steven y Gilbert están buscando.

¿Por qué yo?

No soy tan atractivo, no tengo posición económica, solo soy un simple músico...

-Roderich, -junto nuestras frentes- me gustas tanto, no miento cuando te digo que te quiero y que te necesito.
-G-Gilbert...
-Por favor, te lo ruego, -beso mis manos- cree en mis sentimientos, te quiero enserio, te amo y quiero que tengamos un romance, limpio, puro...

No sabía que decir, técnicamente me dejo sin palabras, sin aliento...

He de admitir que cuando lo vi me gusto pero, sentía miedo, no quería enamorarme de nuevo, tengo mucha desconfianza en mí, me aterra la sola idea en que solo sea un simple juguete...

Que sea una simple ilusión...

¿Cómo confiar de nuevo en el amor cuando ha acabado contigo?

No sé cómo, ni por qué me acurruque en el pecho de Gilbert y comencé a llorar sin poder detener las lágrimas saladas que resbalaban por mis mejillas.

-No te dejaré solo, prometo estar contigo.
-Tengo miedo. –susurre.
-¿A que le tienes miedo?
-A qué solo estés jugando con mis sentimientos, y termines botándome cuando te canses.
-Mi amado Roderich, -acaricia mi cabello- mis sentimientos son verdaderos, eres lo único que me importa, eres la persona de la cual me he enamorado.
-Me gustas, -susurre- Gilbert yo...
-Lo entiendo amor, -junto nuestras frentes- lo entiendo.

Él me tomo del mentón y me volvió a besar. Me aferré de nuevo a su cuello dejándome llevar por el sentimiento que florecía en mí.

A pesar de mis temores sé que puedo enfrentarlos estando con Gilbert...

Confiaré en él, espero que está vez no me traicionen, porque no lo soportaría.

-Te amo Roderich, eres lo mejor...
-Tiempo Gilbert, en verdad esto es nuevo para mí, sé que me gustas y yo a ti, pero necesitamos tiempo, para conocernos.
-Es verdad, -beso mi frente- lamento si te hice sentir incómodo.

Negué con la cabeza.

-Espero puedas tenerme paciencia.
-Te esperaré todo el tiempo del mundo.
-Gracias. –sonreí.
-Amo esas expresiones, son lo más lindo que he visto.
-B-Baka. –me sonroje.
-Sí, -beso mis manos- pero soy tu baka.

Lo invite a tomar un poco de té y charlamos acerca de nuestros trabajos.

Yo le comenté que solo me dedicaba a tocar el violín, que ha sido mi más grande sueño y que lo hago realidad, le comente del romance que tuve y su expresión era de enojo y coraje, diciendo que ese tipo fue un estúpido por no saber apreciarme.

Él me conto que era compañero de Steven y que era padrino de sus hijos, Hiroki y Yukito, que los quería como si fueran sus propios hijos.

Me dijo que era un guardia real y que siempre había dedicado su vida al trabajo.

Su celular empezó a sonar.

-Disculpa Roderich, tengo que irme, -me tomo del mentón- prometo apresurarme y llevarte de paseo.
-No es necesario. –comente.
-Quiero que conozcas más de mí, quiero que te enamores por completo.
-Baka.
-Te llamo por si termino antes.
-Gracias.

Lo acompañe hasta la puerta y me beso.

-Cuídate.

Cuando se fue, termine mis labores domésticas y escuche el timbre de mi puerta. Corrí a abrirla.

-¿Se te olvido alg...
-Buenas tardes Roderich.
-S-Steven. –murmure.

Tenía en sus manos un ramo de flores y sonreía de una forma que no me agradaba.

-Me alegra verte, -me miro de la cabeza a los pies- te ves muy hermoso.
-G-Gracias.
-¿Me permites pasar?
-C-Claro.

Deje entrar a Steven quien comenzó a mirar mi casa y se sentó en el sofá.

"¿Qué es lo que tiene pensado decirme...?"



---Yukito---

En cuanto amaneció me bañe y me coloque unos jeans con una camisa de color negro y un abrigo café, camine hasta la sala donde encontré a mis amigos en una pose comprometedora.

-Etto... lo siento.

Eiri empujo a Mao y camino hacia mí.

-Esto es algo incómodo. –susurre.
-N-No estamos haciendo nada.
-Eiri, sabes que nos estábamos dando los buenos días como siempre.
-Baka, -se sonrojo- deja de decir tonterías Mao.
-¿Qué quieres de desayunar? –pregunto Eiri.
-Lo siento pero comeré fuera.
-¿Por qué?
-Laforet me invito a salir y no tarda en llegar.
-Así que, "Patrick" quiere salir con nuestro niño, ¿Qué opinas mami Eiri?
-Opino que si me vuelves a decir así te golpeare.
-No seas tan malo conmigo, -hizo un puchero- yo te amo tanto.
-Pues es hora que, "papi" Mao se vaya a trabajar para conseguir el sustento para mantenernos, ¿verdad?
-¿Te meterás con el lechero? –rio Mao y me uní a sus risas.
-No solo con el lechero, también con el carnicero, el gasero y el cobrador de hacienda.
-¿Eh?
-Lo siento, soy un chico insaciable. –guiñó el ojo Eiri.

Nos empezamos a reír de las expresiones de Mao y el timbre sonó. Me levante y me despedí de mis amigos.

-Recuerda que sin globitos no hay fiesta. –comento Mao.

Eiri le dio un golpe en la cabeza.

-Yo me encargo de este cabeza de chorlito. –chasqueo la lengua.
-Gracias.

Salí y encontré a Patrick con un traje negro y unos lentes oscuros.

-Te ves muy lindo. –me miro.
-G-Gracias. –desvié mi mirada.
-¿Nos vamos? –coloco su brazo.
-Sí.

Caminamos hasta su auto y me llevo a un restaurante elegante.

-No era necesario que me trajera a un lugar así.
-Lo es porque te lo mereces.
-G-gracias. –me sonroje.

Él pidió la comida por mí ya que no reconocía ninguno de los platillos. En toda la comida me comento acerca de los proyectos que tiene para nosotros como grupo.

Al igual que le conté acerca de mis problemas con mi padre, lo que él quería hacer conmigo, incluso le hable de lo que ocurrió con Akihiko.

-Pues que mal por parte de tu novio.
-...
-Lo siento que lo diga tan golpeado pero, -me tomo de la mano- no te mereces que te haga eso, eres un chico muy lindo.
-Supongo que me lo merecía.
-Claro que no Yukito, tú vales mucho, él no se dio cuenta de tu amor por él.
-No podía competir contra su padre, su padre siempre ha estado con él.
-Pero ese lazo tenía que cortarse, -me miro- es cuando los hijos tiene que volar y hacer su vida.
-Él solo quería ayudarme y...

Mis lágrimas resbalaban, no me di cuenta hasta que Patrick limpio mi mejilla.

-No llores Yukito, no lo hagas, me partes el corazón.
-P-Patrick...

De un momento a otro se inclinó rosando mis labios con los suyos.

-Lo siento, -se disculpó al separarnos- no pude evitarlo.
-¿Podemos irnos?
-Sí.

Pago la comida y me llevo hasta la casa.

-Lamento lo de hace un rato.
-No importa.

Me tomo del mentón y me miro a los ojos.

-No quiero que vuelvas a sufrir, esos ojos no deben estar tristes.
-Patrick...
-No llores, -limpió mis lágrimas- ya no lo hagas.

Me abrazo a su pecho para tranquilizarme.

-Suéltalo él es solo mío...
-U-Usami. –murmure.
-Vine por ti Yukito, y jamás te dejaré ir...



---Hiroki---

No puedo entender como Mookyul se junta con esos malditas personas, que no tienen respeto por los demás, y más ese idiota del baño, ¿Quién se cree que soy? ¿Una puta?

Camine hasta la mesa y ya no había nadie.

Aunque...

Vi a Mookyul en el pequeño bar del lugar besándose con la chica pelirroja. Me sorprendí de su acción, en vez de molestarme o algo sonreí y tome mi celular sacando una foto.

"Esto me puede servir en un futuro..."


Camine de vuelta al lobby y me encontré a la pareja de la pelirrojo.

-Ey chico, ¿no has visto a mi mujer?

"Me las pagaras..."

-Divirtiéndose en el bar. –sonreí.
-¿Cómo?
-Por cierto, que moreno tan más guapo...

Ese hombre rechino los dientes y se fue corriendo del lugar.

"Es un idiota..."

Subí hasta mi habitación y me recosté...

De un momento a otro sentí muchas náuseas y corrí hasta el baño.

Me quede recargado en la taza hasta que el vómito desapareciera...

"Seguramente me siento así porque esos tipos me hicieron enojar."

Me levante y camine un poco por la habitación hasta que mi celular comenzó a sonar y conteste.

-Hiro-san, me alegra que hayas respondido.
-N-Nowaki. –murmure.
-Lamento no haberte llamado antes, -comento- tu padre no me dejo viajar, me mando a hacer algunas misiones.

Sentí muchas ganas de llorar y apreté mi celular a mi oreja...

-Nowaki baka, -solloce- te echo de menos.
-Hiro-san, pronto estaremos juntos, estoy investigando donde está mi suegrita.
-¿Enserio? –sonreí.
-Así es, prometo que esto se terminará pronto.
-Nowaki...
-¿Sí?

Quería decirle lo que había pasado, que él me consolara y desahogarme a su lado.

-Te amo. –susurre.

"No puedo decirle, no puedo..."
  

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora