---Yukito---
Estoy tan sorprendido de ver a Usami, y más aún por las palabras que acaba de decir.
Pensé que él estaría con su padre, ya que yo fui el malo, quien lo hirió porque lo engañe con otro, quien golpeo a su padre.
-Yukito yo...
-No quiero hablar contigo. –lo mire.
-Lo siento yo...
-Ya lo oíste, -dijo Patrick colocándome detrás de él- no quiere estar contigo.
-Usted no se meta. –gruñó Akihiko.
-Lo hago porque apreció a Yukito.
-No es nada de él.
-Te equivocas, soy su representante y por ende debo protegerlo.
-Eres un...
-¡BASTA! –grite.
Ambos me miraron.
-Patrick gracias por la salida de hoy, me distraje un poco.
-¿Salida? –pregunto celoso Akihiko.
-No te preocupes, -sonrió Patrick- nos vemos pasado mañana para los ensayos.
-Así será.
-Yukito...
-Usami-san, -lo mire- no me busque.
-¿Qué?
-No sé porque volvió, se hubiera quedado en su casa, junto a su padre y a Haruhiko-san.
-Mi amor yo...
-No lo quiero escuchar, no quiero hablar con usted, ya no, al fin y al cabo, ¿lo engañe no?
-Lo siento, no lo pensé, juro que yo...
-Con su permiso.
Camine hasta la puerta de la casa y Mao me abrió.
-Bienveni...do. –miro a Akihiko- Usted ¿Qué hace aquí?
-No pasa nada Mao, -tome su brazo- vamos.
Entramos a la casa y cerró la puerta.
-¿Qué paso? –pregunto Eiri.
-El imbécil de Usami vino a ver a Yukito.
-Pensé que ya se había ido.
-¿Eh? –miramos a Eiri.
-¿Qué paso en mi ausencia Eiri? –pregunto Celoso Mao.
-No empieces por favor.
-¿Vino antes? –pregunte.
-Sí, -suspiro- quería verte, me dijo que lamentaba todo lo que había ocurrido y quería hablar contigo, necesitaba disculparse.
-N-No es verdad...
-Así es, Akihiko te quería pedir perdón y yo lo note muy sincero.
-Sí claro, -bufo Mao- él le hizo daño.
-Lo sé, pero estoy seguro que está arrepentido.
Me quede mirando había la puerta y sentí mi corazón latir fuertemente.
-¿Yukito?
Los mire a ambos.
-Yo, es que...
-Ve, -suspiro Mao- más le vale que si esté arrepentido.
-No lo pienses más. –sonrió Eiri.
Salí de la casa y vi a Akihiko dirigirse hacia su auto.
-USAGI-SAN. –grite.
-¿Yukito?
Corrí hacia él y me recibió estrechándome en sus brazos.
-Te amo Yukito, eres mí todo.
-Usagi-san, yo también te amo. –solloce.
Me aferre a su cuello y empecé a llorar.
-Perdón mi amor, no debí hablarte así, debí escucharte y no mandarte a tu habitación.
-¿Por qué? me dolió tanto como me trataste.
-Lo siento mi amor, fui un idiota en verdad perdóname, -me tomo del mentón- debes entender que ver cómo le pegabas a mi padre fue...
-No lo hice por eso que dijo, tu papá te mintió Akihiko, él no es bueno como lo parece, él...
Su semblante lo delataba, se veía molesto y triste.
-Yukito...
-No hablaré más, -susurre- sé que no me crees y...
Me hizo mirarlo a los ojos.
-Dime todo lo que ocurrió, no te lo calles amor, aunque me duela debo te escucharte.
-Usagi-san no quiero que tengas que elegir entre tu padre y yo.
-Yukito.
-Te diré todo lo que ocurrió y entenderé si decides creerle a tu padre.
-Yukito.
-Ven.
Tome su mano y lo lleve a la casa de Mao que a duras penas lo dejo entrar. Lo dirigí a la sala y le dije todo lo que me había dicho su padre, acerca del dinero, de Misaki, su forma de tratarme y hablarme, Akihiko me escucho en todo momento, en su mirada había tristeza.
Lo abrace fuertemente y él se estremeció un poco.
Sé que está dudando...
No sé cómo su padre lo trato en su infancia, pero por su forma de reaccionar creo que le dio todo el cariño y apoyo posible.
¿Cómo competir contra eso?
-Yo, -me miro- te necesito Yukito, pero...
-Te daré tiempo Usagi-san, no quiero presionarte.
-Gracias. –me abrazo.
Solo el tiempo puede curar las heridas...
---Roderich---
Camine hasta la mesa y coloque las flores en un jarrón, me dirigí de nuevo hacía la sala y me senté frente a Steven.
Él frunció el ceño y se levantó para sentarse a mi lado.
-Es muy linda tu casa. –comento.
-Gracias.
-¿Gilbert te trajo las flores que te mande?
-S-Sí.
-Bueno es que como no las veo por ningún lado.
-Lo que pasa es que, -suspire- cuando hacía el aseo se me resbalo el jarrón.
-Entiendo.
-Lo lamento.
-No pasa nada, -acaricio mi mejilla- te comprare todas las flores que quieras.
-Jejeje, no es para tanto. –reí.
-Roderich, yo he venido porque necesitaba verte.
-¿D-De qué? –me aparte un poco.
-De nosotros por supuesto. –se acercó a mí.
-N-No entiendo.
-Roderich, -susurro en mi oído- me gustas.
Me levante de golpe y me aleje.
-E-Esto es...
-Ya te lo había dicho, -se acercó con una sonrisa- quiero que seas mío.
-Steven, yo...
-Roderich, mi amado Roderich, dame una oportunidad.
Él tomo mi mentón y acercó sus labios a los míos.
-Lo siento no puedo corresponderte. –voltee mi rostro.
-¿Por qué no?
-Y-Yo tengo pareja.
-No me digas eso, -me miro a los ojos- por favor elígeme a mí.
-Lo siento, me enamore de él.
-¿Quién es?
No sé porque razón siento que si le digo la verdad algo malo le pueda pasar a Gilbert.
-No lo conoces, -murmure- es alguien a quien amo mucho.
-Debo conocerlo, -me tomo de los hombros- quiero conocer a ese hombre que me robo tu amor.
"Nunca he sido tuyo..."
-Piensa en lo que te he dicho, y entiende mis sentimientos.
-P-Pero yo...
-Ahora tengo que viajar a ver a un amigo, tal vez vuelva en dos meses. –me beso la mejilla- Te amo.
Me quede sin palabras.
-En verdad eres tan hermoso.
Salió de mi casa y me quede recargado en la puerta.
Algo en mi interior me alerta, siento un temor grande.
¿Qué debería hacer?
---Externo---
Dos meses pasaron...
Akihiko y Yukito se veían cada día pero el castaño tomaba su distancia, quería que Akihiko se sintiera tranquilo y seguro de él, ya que su amor era más grande que nada.
No lo culpaba puesto que el padre de su pareja siempre había estado con él, y claro que entendía que dudaran de él, pero prefirió darle tiempo.
Akihiko se sentía entre la espada y la pared, puesto que era su padre y la persona que amaba, no sabía que hacer o decidir, le dolía tener que creerle a uno...
Pero ¿A quién?
Para fortuna de Roderich, Steven si había salido de viaje, se alegraba de no tener que verlo, ya que no le agradaba en lo absoluto.
Las visitas de Gilbert se hicieron constantes, siempre salían a dar una vuelta, se quedaban a ver películas, dejaban que su romancé fuera floreciendo...
Aunque los dos sabían que tarde o temprano se lo tenían que decir a Steven...
Pero...
¿Cuál sería el precio a pagar?
Para la desdicha de Hiroki estuvo viajando con su esposo a otros países para tratar algunos asuntos, aunque agradecía que Mookyul no lo tomara de nuevo solo eran caricias y besos, pero no pasaba nada más puesto que el trabajo de aquel mafioso de duplico.
Últimamente Hiroki se sentí débil, con cansancio, tenía mareos y vómito, se realizó unos análisis puesto no podía seguir así.
Sin saber que la enfermera que debía clasificar varios resultados revolvió unos papeles de suma importancia intercambiando los resultados del castaño con lo de otra persona, donde le daría una noticia que jamás pensó recibir.
Mookyul aprovechaba para acostarse con sus amigas o las chicas más cercanas que encontrara, ya que, al no tener a su esposo, debía saciar sus instintos.
En cambio Hiroki, cuando lo encontraba en una escena comprometedora tomaba fotos para tener la evidencia y utilizarla a su debido tiempo.
---Hiroki---
Después de tanto tiempo volveremos a casa, ahora estamos en España porque él debía entregar algunas cosas...
Como si no supiera que es dinero falsificado...
Hoy por fin me dan los resultados de mis análisis, ya no aguanto sentirme de esta forma, y más cuando mi estómago se siente extraño.
Seguramente es una infección.
-Voy a salir. –comente colocándome mi abrigo.
-¿A dónde vas?
-Por mis resultados.
-Hummm, y yo que quería tomarte ahora que tengo tiempo.
-Idiota. –murmure.
Camine hacía la puerta con intención de abrirla pero Mookyul detuvo mi mano y me tomo de la cintura.
-¿No crees que te olvidas de algo?
"Tengo ganas de golpearlo..."
Respire profundamente y me puse de puntillas para besarlo.
-Tal dulce como siempre, no llegues tarde.
-Hai.
Sus monos, mejor dicho guardaespaldas me acompañaron hasta la clínica.
-Kamijou Hiroki, me alegra que vinieras.
-Buenas tardes doctor Takeda.
-¿Cómo te encuentras?
-Aún tengo muchas nauseas, ¿ya sabe lo que tengo?
-Sí, sígueme.
Lo seguí hasta su consultorio y me senté en la silla.
-¿Qué pasa?
-No sé cómo te lo vayas a tomar.
-¿Qué cosa?
-Hiroki, -suspiro- presentas un embarazo de dos meses.
-¿Eh?
-Que estas esperando un bebé.
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Sentimientos Ocultos - Junjou egoist
FanfictionEl príncipe Nowaki de 27 años es el tercero en la linea del trono, lo cual le deja una gran libertad, que el gasta en buscar mujeres y ser la portada de diarios y revista (Solo aparentemente) Hiroki de 22 años siempre esta a su lado, como es hijo ún...