-¿quieres pasarla bien?
-sigue buscando- reí un poco al ver al chico tambalearse con su bebida. Un chico de unos 20 años con mas alcohol que sangre en sus venas.
El bar no se encontraba lleno, no ha reventar como algunos días de partido que lograban que las mesas se pegaran y la barra pareciera fuera a explotar. Ese ambiente ruidoso y alegre lleno de gotas de cerveza y shots había sido remplazado por un poco mas calmado con una canción ochentera de fondo.
Había sido una semana larga, tuve que renovar mi pasaporte -cosa que claramente se me había olvidado-. Había hecho cartas de despedida y había dedicado un poco de tiempo en terminar de empacar. Aunque sabía que se olvidaría algo por mas que lo intentara... No hacia mas que escribir y escribir listas de cosas necesarias, cada día tachando y agregando mas cosas. Cosas y cosas que me recordaban lo cerca que estaba de irme.
Podía imaginarme por ese campus, ese hermoso campus rodeado de árboles perfectamente cortados, el ambiente totalmente Columbia. Esa era nuestra nueva clave con Jake, al parecer cuando algo era perfecto, ahora le llamábamos "Columbia".
No había hablado con Mike, no desde hace unos cuatro días... Le gustaba hacerse el misterioso después de soltarme una bomba. Pero se lo perdonaba por qué solo "intentaba ayudar" cosa que aún se me hacía muy sospechosa.
Había empezado a desempolvar mi inglés, que llevaba bastante tiempo sin ser usado, tenía miedo que al llegar con escuchar una sola palabra gringa salir de bocas de chicos de ojos azules y pelo amarillo, yo fuera a colapsar. De igual manera parte de la beca me daba un programa de "iniciación" que en pocas palabras era un curso para los nuevos que estábamos en desventaja. Si el ingles no es mi primera lenguaje, ¿como pensaba entender todas las cosas que me enseñarían? Con esos nombres médicos y confusos.
Pero todo iría bien, solo estaba forjando mas preocupaciones de las que mi cabeza podía aguantar. No, no iba a ser la estupida del grupo. No, no iba a vomitar el primer día. Y no, no iba a dejar de ver a otros chicos por culpa del castaño que preferiría no recordar su nombre.
-cerramos en 10- sentí una mano por mi espalda. Era Madisson, con su lindo delantal negro y un barril de cerveza en su mano.
Me había vuelto amiga de Mad, era una chica interesante, totalmente diferente a mi, y sin duda opuesta a Marisabel, supongo que por eso me caía tan bien. Mad era la chica "mala" si se puede definir así. Tenía pelo enrulado de esos que aunque estén despeinados se ven perfectos, como si calculara donde debe caer cada rulo. La chica del bar que atiende a todos que una sonrisa por más problemas que tenga en su vida.
-¿eso significa que no podré terminarme mi cerveza tranquilo?- preguntó Jake sonriéndole a Mad, que por cierto creo que internamente él quiere. Había intentado preguntarle pero solo conseguí un: "no quiero comprarle chocolates, pero si la tuviera en mi cama..."
Tome mi bolso para salir del bar, y cuando llegue a casa preferí haberme quedado. Las luces en casa de Dylan estaban apagadas y no se encontraba su auto, a veces me quedaba viendo esa ventana como si mi vida dependiera de ello.
Y el reloj cada vez iba más rápido, demostrándome como todo puede dar vuelta en un abrir y cerrar los ojos. Este año de cambio se había esfumado tan rápido como la caída de las hojas de los árboles en otoño, en un año en el que todo había cambiado.
Los planes de como decoraríamos nuestra habitación de la universidad con Marisabel habían desaparecido, esas fotos, lámparas con diseño extremadamente femenino para mi gusto y cotización de alfombras habían sido solo un sueño adolescente. Y los planes que nos excusaban el no tener novio, justificando que "esperaríamos por un maduro chico universitario" cada vez me sonaban mas divertidamente estúpidos.
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El chico de al lado
FanfictionMundos diferentes. Objetivos diferentes. Sin duda puntos de vista diferentes. Y para ese chico de ojos oscuros, una chica diferente. Para esa chica baja de pelo oscuro, un chico como los otros.