Mi "distracción" favorita.

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Narrado por Mía

Ya era Jueves; un perfecto Jueves, ¡el mejor Jueves de la vida! ¿Por qué estaba tan feliz? A cierto, ayer salí con uno de los chicos mas tiernos del universo. Ser tan adorable debería de ser un pecado. La cena, el baile... Todo estuvo fantástico. Y no negaré que en la despedida tenerlo tan cerca de mí fue mas que agradable, sentir su aroma, su esencia.


Bajé a desayunar ya vestida con mis pantalones caqui y una blusa azul con dorado.




-¡pero miren quien llegó!- exclamó mi madre como si se tratara de una celebridad -me sorprende que estés despierta tomando en cuenta la hora con la que viniste anoche.




-lo siento, no nos dimos cuenta de la hora- me disculpé alzada de hombros llenando mi taza de café.




-mejor piensa en que le dirás a tu padre- dijo mientras rodé mis ojos -¿y qué tal estuvo todo anoche?- ya empezamos con la ronda de preguntas...




-¡pues bien! Nada mal tomando en cuenta cuanto odio las fiestas- mentí -conocí gente nueva, música... Estuvo bien-



No tenía por qué saber todo lo que pasó...



"¡Excelente! Fuimos a un parque abandonado solo nosotros dos hasta la media noche" no creo que sea una conversación agradable con mis padres... Prefiero que piensen que fui a la fiesta, como lo haría cualquier adolescente normal; una adolescente normal a la que no le gustan las fiestas...




-me alegro, me alegro- dijo tomando un sorbo de café -yy... ¿Te besó?- soltó emocionada. Era como la típica mejor amiga adolescente...





Cuando estaba apunto de dar mi inspirador discurso sobre "¡mamá! Solo somos amigos" mi bus llegó, ahorrándome una de las tantas argumentaciones sobre Dylan.




Subí a mi buceta con mis audífonos puestos y mis ojos medio cerrados. Bostezo tras bostezo caminaba a través de los asientos, para mi no es normal llegar a la media noche a mi casa... Los párpados me pesaban, obligando a mis ojos a ir un poco cerrados. Lo único que lo logró que abriera mis ojos fue el enojo al sentir a alguien jalándome hacia abajo.



-¿cuál es tu problema?- pregunté molesta sin poder ver quien era quien me jalaba. ¿Enserio quieres meterte con una chica dormilona que no tuvo sus horas suficientes de sueño?



-¡uf! Alguien amaneció malhumorada- dijo Dylan tan sonriente como siempre.



-¿que estás haciendo aquí?- pregunté mas despierta. Él se iba en otro bus, pero sin duda no me quejo del cambio...



-¡yo también estoy feliz de verte!- dijo sarcástico -vivimos en el mismo condominio, ¿no era algo raro que nos fueramos en buses diferentes?- preguntó -siéntate- me pidió dándole unas palmadas al asiento que se encontraba a su lado.



-¿cómo puedes estar tan bien?- lloriqueé apoyando mi cabeza en la ventana. ¿Cómo se veían tan malditamente perfecto siempre? -yo estoy muriendo del sueño.



-después de las primeras 7 tazas de café, el cansancio desaparece- rio -además, siempre me veo guapo, ¿por qué tan sorprendida?-




El chico de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora