No se acostumbren a que actualice tan rápido, solo lo hice por que hoy es mi cumpleaños. Jaja, disfruten, este ha sido el capítulo que mas me ha gustado escribir.
-¿puedes repetirme que hacemos en un parque de diversiones a las 4:37?- preguntó Jake por décima quinta vez ¿por qué nunca se calla?
-ya lo veras, relájate.
Entramos al mismo parque en el que Dylan y yo habíamos estado hace unas semanas, igual de colorido, las mismas atracciones pero aún mas vacío. Pagué por los tiquetes y entramos al parque sin subir a una atracción, yo solo iba por algo, y no podía retrasarme.
-¡subamos!- exclamó señalando la montaña rusa en la cual Dylan casi muere.
-no- negué por milésima vez -no te necesito para que andes por el parque, necesito que me ayudes con esto.
-¿me trajiste para que te ganara un oso?- preguntó absurdo. Pero sí, habíamos venido por el oso.
-tú no lo entiendes- dije mientras le pasaba el mazo -como digno capitán de fútbol espero que lo ganes a la primera- le dije mientras el tronaba sus dedos.
Tomó el mazo y pagué para que pudiera jugar. En un abrir y cerrar de ojos las luces subieron hasta arriba y la cara del muchacho que cobraba cambió por una de sorpresa.
-¿ahora solo escojo mi oso?- preguntó confundido, como si hubiera sido lo mas fácil del mundo.
-ahora, yo, escojo mi oso- lo corregí -quiero ese- señalé al que era idéntico al que Dylan me había dado.
-¿¡acabas de escoger uno idéntico al que tienes en casa?!- preguntó indignado -¿gaste mis fuerzas por esto?- preguntó mientras levantaba y doblaba su brazo mostrando el músculo.
-esta es una Mía jr- dije abrazando al gigante oso -después te explicó- contesté a su cara de desconcierto. Era parte esencial del regalo, un oso igual al que el me había dado.
-¿necesitabas mi ayuda para esto?- preguntó mientras salíamos del parque -pude haber ganado ese oso con un solo dedo.
-por si se te olvida yo no soy muy fuerte que digamos- le recordé -además, tú eres mas músculo que hueso, pensé que eras la persona indicada.
-es cierto, eres una enana debilucha- me dijo restregando todo mi cabello sobre mi cara. ¿¡Por qué los hombres hacen eso?! ¡Desordenan todo el pelo!
-vuelves a tocar mi pelo y pierdes la mano- lo amenacé molesta mientras intentaba acomodar el nido de pájaros que había dejado en mi cabeza.
-relájate, enana- me calmó relajado -ahora, ¿ya podemos ir a casa?
-no- negué subiendo al auto -tengo que terminar el mejor regalo de cumpleaños y tú tendrás el placer de acompañarme.
Bufó molesto mientras yo conducía al centro comercial. Lo tenía todo planeado: un oso idéntico al que me regalo, la colonia que usó en nuestra primera cita y de broma le regalaría un brillo labial igual al que no pudo quitarse por horas. La comida sería del restaurante de nuestra primera cita y pasaríamos viendo las películas. Y supongo que eso será todo.
Narrado por Dylan
-no me gusta- se quejó Mike mientras apartaba la vista de la rubia.
-¿vamos a pasar juzgando chicas o te vas a acercar a hablarle a una?- le pregunté golpeando su hombro.
-no sé si estoy listo- dijo nervioso -ya sabes que Sall...

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El chico de al lado
FanfictionMundos diferentes. Objetivos diferentes. Sin duda puntos de vista diferentes. Y para ese chico de ojos oscuros, una chica diferente. Para esa chica baja de pelo oscuro, un chico como los otros.