Empecé a conducir sin destino alguno... Mi mente está en blanco...
-y a donde se supone que vamos?- preguntó Mía viendo por la ventana.
-a donde quieras... Que tienes en mente?- pregunté intentando ella me diera una buena idea.
-no lo sé... Solo quiero ir lejos, muy lejos..-
-un motel lejos?-
-Dylan!- exclamó negando con la cabeza.
-es broma!- dije tomándole la mano -amargada-
-tonto-
-si alguien nos oyera creería que nos odiamos...- reí.
-tendría que ser una persona muy petulante...- dijo mientras reía conmigo.
Que se supone que es petulante? Es imposible sentirse inteligente alado de ella.
-por qué lo dices?- pregunté
-no sabes que es petulante verdad?-
-no exactamente...- dije mientras empezaba a reír
-digamos que es una manera elegante de decir idiota-
-me siento como un petulo!- dije haciendo que una lágrima de risa saliera de su ojo derecho.
Eso era! Un lugar que la hiciera reír! Que mejor que llevarla al parque de diversiones.
Giré el auto algo brusco... Me emocione...
-si quieres nos matas!- bromeó.
-tuve una mejor idea, y créeme, valdrá la pena-
Conduje unos 15 minutos hasta el parque de diversiones de nuestra ciudad, la verdad, me encanta. Tiene montañas rusas, juegos para ganar peluches, comida chatarra, todo lo que necesita un parque para volverse un parque de diversiones.
-bueno, pequeña Mía, hemos llegado a la mejor cita de tu vida- dije mientras me bajaba para abrirle la puerta.
-y esto es...?- preguntó confundida.
Esto era sarcasmo o de verdad no sabía? Me siento tan estúpido con ella que no diferencio su sarcasmo a su realidad.
-como que qué es?-
-no tengo idea de dónde estamos...-
Estacione hasta el fondo, a si que dudo que pudiera ver las montañas rusas. No hay nada que me de mas miedo que las alturas, sin embargo, adoro los carros chocones y comer como cerdo... A si que qué mejor que un parque de diversiones?!
-esto mi pequeña es un parque de diversiones-
Narrado por Mía
Desde cuando en nuestra ciudad hay un parque de diversiones?! Pensé que me mentía hasta que nos adentramos al parque donde un gran letrero adornado con luces de colores que palpitaba el título: parque de diversiones! Está lleno de emociones! Y claro que lo está... Niños gritando, personas vomitando, adolescentes comiendo hasta morir y parejas entusiasmadas por un oso de peluche. Nunca he sido la mayor fanática de los parques de diversiones; llega un momento en el que se vuelven irritantes. Pero no negaré que amo las montañas rusas.
ESTÁS LEYENDO
El chico de al lado
FanfictionMundos diferentes. Objetivos diferentes. Sin duda puntos de vista diferentes. Y para ese chico de ojos oscuros, una chica diferente. Para esa chica baja de pelo oscuro, un chico como los otros.