El chico de al lado

Final

Espero que les guste el final. Esta aventura a sido espectacular. Las amo y no podría estar más agradecida de tenerlas en mi vida. Dejaré otro capítulo de agradecimientos e información de otros libros y temporadas. Gracias chicas, muchas gracias.
Mía

Estaba caminando muy rápido y me sentía abrumada. Había mucha gente y ya había perdido a Jake. Él no llegaría a la puerta por sí solo, y si lo hacía, lo haría con una botella de licor en la mano.

¿Cómo diablos había pasado? ¿Cómo diablos tenía a Dylan en el mismo aeropuerto? ¿Por qué estaba escapándome de él? No tenía ninguna respuesta, pero si muchas preguntas.

Mi lista de posibles errores acababa de irónicamente ser otro error; porque se había equivocado en todo.

Pensé que estaba siendo un adolescente normal, buscando universidades, trabajando en una tienda de videojuegos o una pizzería para ahorrar y saliendo con sus amigos de fiesta... no en un aeropuerto sin una explicación.

No sabía si notaron que salí o seguían esperándome como estúpidos fuera del baño, pero cualquiera de las dos era igual de mala.

Llegué a la puerta y me senté. ¿Qué demonios estaba haciendo?

Me levanté y fui en busca de Jake, por más que eso significara toparme con él.

Narrado por Dylan

Ubicarse en un aeropuerto en el que nunca habías estado es difícil. Todas las puertas eran igual de grandes e igual de pobladas. Jake estaba más desorientado que yo.

Ella se quedaría, se quedaría y estaríamos juntos. No podría sobrevivir sin ella, y ella lo sabría.

—si hubieras llegado a tiempo no estaríamos en esta maldita situación.

—¿qué crees? ¿Que quería llegar tarde y gastar mi dinero en un pasaje que no usaré? —respondí viendo a la pantalla de la puerta 37.

—yo solo sé que te encanta este rollo.

—¿a qué te refieres?

—ya sabes, irte, hacerte el superado, besar a chicas enfrente de ella, volver, hacerte la víctima... siempre la tienes comiendo de tu mano mientras ella sufre por ti.

Chica que fuera, había sido un intento erróneo de superar a Mía. Porque solo la quería a ella. Solamente a ella.

—¿donde demonios estás? —contesté a Mike.

—en el aeropuerto, larga historia... ¿mi madre ya despertó?

—aún no, pero está súper estable.

Solté un suspiro del tamaño del mundo.

—volveré cuando pueda.

Después de una larga caminata ya estábamos en la puerta, pero ella no estaba ahí.

Estábamos en una maldita montaña rusa, y las únicas montañas rusas que me gustaban eran las que tenia a mi lado a Mía.

Esperé sentado en esas sillas con tres asientos de distancia con Jake. Después de media hora me levanté en camino a la pequeña barra que parecía un pequeño milagro en ese aeropuerto.