Él te puso en mi camino, nosotros cambiamos nuestro destino.
Christian Grey. Su padre toma la decisión de ponerlo al mando de sus familia, heredando todo. En medio de una cruel venganza conoce al amor de su vida.
Jack Hyde. La envida, el odio, la...
Cancelé mis planes de volver a Seattle. Taylor me pidió permanecer al menos un dia más aquí. He pensado ir a visisitar a mi esposa, suena raro decirlo. Pensará que soy un psicópata.
Hoy es el cumpleaños de Anastasia, debo buscar alguna excusa para verla. Siento la necesidad de tenerla cerca, de protegerla. Con ella me siento en plenitud y tranquilidad. Creo que me estoy volviendo loco por esa mujer.
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Camino por las calles de Portland. Pensando en un milagro que la ponga en mi camino. Debo haber hecho algo muy bueno en la vida, porque los deseos son escuchados. Mi bella Anastasia esta muy cerca de mi. Luche tan hermosa y natural, viene comiendo un helado, saboreando de una manera excitante. Tranquilo Grey, me regaña mi cociencia. Sería un patético espectáculo tener una erección frente a ella.
Caminio hacia ella fingiendo no haberla visto. Espero que a percate de mi presencia, me sentiría muy decepcionado no fuera así. Aparento estar enfocado en mi celular, unos pasos nos separan.
-¿Christian? Pensé que habías vuelto a Seattle-.
Esa dulce voz que en un sólo día ha logrado maravillarme.
-Anastasia, que sorpresa. Mis planes cambiaron de último momento. Y como no conozco Portland decidí recorrer la ciudad. Debo confesar que esta es la tercera vez que me pierdo y vuelvo al mismo lugar-.
Le respondo de manera suave y a la vez recurro a los viejos trucos de seducción que utilizaba en la Universidad. Si Luke estuviera aquí, esto sería un arma mortal en mi contra.
-¡Oh! Lo siento tanto, si gustas yo puedo guiarte, tengo la mañana libre. Así sirve que compro unas cosas también-.
Oh nena acabas de hacer mi día.
-Te lo agradecería mucho. Soy todo tuyo-.
Le doy una sonrisa baja bragas e inmediatamente se sonroja, adoro esa reacción de ella.
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