Él te puso en mi camino, nosotros cambiamos nuestro destino.
Christian Grey. Su padre toma la decisión de ponerlo al mando de sus familia, heredando todo. En medio de una cruel venganza conoce al amor de su vida.
Jack Hyde. La envida, el odio, la...
La rabia recorre cada poro de mi cuerpo. Descubrir esta porquería fue lo mejor. Mañana nos vamos a Europa. Procuraré que mi nena de olvide de todo. Aproveché que Ana fue de compras con Mia, para hablar con Kate y Ray. Ellos al igual que yo están dispuestos a todo por defender a mi nena. Admiro y respeto más a mi cuñada al ver su instinto sobre protector. Ray al igual que nosotros estará en modo alerta. Ya no solo se trata de Ana, sino de nuestro bebé. En la reunión ellos, Taylor también estuvo presente. Luke ya esta al tanto de todo al igual que Welch. Unas risas escandalosas provienen del recibidor. Camino en busca de las escandalosas y al verlas tan felices me roban una pequeña sonrisa, aligerando un poco mi tensión.
-Este descomunal escándalo no me permite concentrarme en mi trabajo- Les digo, haciendo ademanes de indignación.
Amabas se miran y rompen a reir mas fuerte.
-Amor, amo tu hermana pero la próxima vez me reunire con ella en la última hora de su maratón de compras- Me dice mientras se acerca a mi para besarme. Se acerca a mi oido.
-Nene lo digo en serio, me siento agotada. Preferiría mil veces ir contigo. Además de que no tiene control sobre sus gastos- Mientras Ana me habla al odio arruyo levemente para que Mia no se de cuenta.
-Amor, debes descansar un poco, recuerda que aún debemos de cuidar tu reposo. Yo me encargaré de Mia- Le pido a Mia unos minutos en mi despacho así Ana podrá retirarse a descansar.
Mia vive en su propio mundo. Nos dirigimos al despacho. Le envio un mensaje Luke para que se la lleve con cualquier excusa. Me responde que para él es un placer. Al llegar al despacho recibe la llamada de mi amigo y me dice que hablaremos otro día. Subo a nuestra habitación y encuentro a mi mujer dormida. La abrazo de la cintura y la pego a mi. Descansar me hará muy bien.
La humedad y suavidad de unos labios deliciosos me despiertan. Al abrir mis ojos me encuentro con la mujer de vida. La tomo entre mis brazos, comienzo a besarla. Hablamos poco de su dia con Mia. Me sorprende la sencillez de mi mujer. Muchas mujeres matarían por tener la oporunidad de comprar sin restricciones en cambio ella sólo compró 3 cosas porque le gustaron. Lo demás Mia la obligó a comprar. Le informo que en París tenemos citas con las mejores casas de moda para di guarda ropa de primavera. Ella sólo rueda los ojos. Me molesta que haga eso.
Una larga sesión de besos en el veintre y palabras de amor para mi bebé son parte de estos momentos únicos. Nos acariciamos, palabras de amor surgen entre ambos. Detalles únicos. No quisiera acabar con esto tan lindo pero es hora de hablar de lo que descubrimos. Le pido que me acompañe a nuestra oficina porque necesito enseñarle algo muy importante. Al llegar, como buen caballero la ayudo a tomar asiento. Ana trae un plato con una mezcla tan rara de frutas y chocolate. Sus antojos son cada vez mas raros, mientras que yo soy quién está pagando la parte no linda, las náuseas forman parte de mi vida. Me siento frente a ella, lo único que nos separa es el escritorio.
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-Ana esto es muy delicado. Quiero que tomes en cuenta que debes saberlo, pero si por mi fuera jamás te enterarías. Prometimos que no habría más secretos entre nosotros. En esta carpeta se encuentra una información respecto a Carla Adams-
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Ana toma la carpeta sin perder contacto visual conmigo. Al escuchar el nombre de su madre. Abre los ojos enormemente, puede ser de sorpresa o miedo. Le indico con la mano que los lea
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Es una informe detallado de todos los movimientos de Ana. Antes de darse a conocer nuestro matrimonio el informe abarcaba a Kate y Ana. Ahora solo se trata de mi mujer. En algunas fotos aparezco yo, Taylor, Luke y mi hermano Elliot. Ana comienza a tembalar y en un sólo movimiento estoy junto a ella.
-Ana es necesario que te tranquilices. Por ti, por nuestro bebé, de no ser así no te permitiré terminar con esto y cerrare definitivamente tema- Asiente con la cabeza y continua leyendo. Le pido sentarnos en el sofa. Al sentarme la atraigo hacia mi para que se siente en mi. Entre más cerca mejor, porque lo peor esta por venir.
-Christian- Dice en leve susurro.
La pego más a mi y comienzo a acariciar su vientre. Aunque este plano mi hijo esta ahi.
-Tranquila amor, te prometí cuidar de ustedes y asi será. Ellos ignoran que sabemos sus planes y alianza. Probablemente ella quiere obtener dinero. Te advierto de una vez que no permitiré que esté cerca de ti-
Ana esta llorando no entiendo como una mujer que te dio la vida puede ser aliada del ser que prácticamente utilizó y se burló de tu hija. Según el informe Jack y Carla están en constante comunicación. Existen llamadas que nosotros espiamos, en ella Carla solo habla de cuánto dinero vale Ana. Y Jack quiere alejarme de ella y quedarse con todo lo mio. Planean que Carla se acerqué a mi mujer. Si ella creeme que permitiré que la dañe esta muy equivocada. Poco a poco comienzo a quitar a todos los peones que Jack esta lanzando al ataque. El muy corbarde se esconde entre las sombras. Lo que no sabe es que en la oscuridad es donde mejor me muevo. Infiltramos un miembro cerca de Carla es mujer es la vuida negra de eso no tengo duda.
Ana se quedó dormida en mi pecho. Repetía y repetía que la madre que conoce es Kate, hasta mi madre podría llevarse ese título menos Carla. Hablamos de las casas que vamos adquirir, una será una mansión cerca de la casa de mi madre y otra será una cabaña. En esta última viviremos durante el embarazo de Ana y se ejecutan las reformas en nuestra la otra casa. El chalet y aquí sólo servirán para despistar al enemigo. Les tengo preparada una jugada que se comerán por completo. Recuesto a mi nena en el sofá, alzo un poco su blusa. Le doy pequeños besos a mi bebé. Las ansias por ver como crece dentro de mamá se apoderan de mi. En paris Ana cumplirá dos meses. Urge tenerlo entre mis brazos. Por nuestro bebé y mi mujer. Estoy dispuesto a mancharme las manos por protegerlos.
