REGLA 19: SOLO PUEDES SANAR A AQUEL QUE QUIERE SER SANADO.

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     El entrenamiento nocturno fue agotador, mucho más que de costumbre. Todo el día estuvimos escuchando la aburrida charla de la historia del colegio. Estaba exhausto, pero era un cansancio necesario que debía soportar para que ganemos el partido de mañana contra la universidad de arte.

      El profesor dice que ganar no lo es todo, pero es la semifinal del campeonato universitario de básquet, además, jugar una final el día 7 de la semana aniversario del colegio debe hacerme muy popular. Reí por mi pensamiento y me metí a la ducha.

      Hace 4 días que me hice un nuevo tatuaje y aún está bastante enrojecido. Ha sido 10 veces más doloroso que el anterior.

- ¡Alek sal rápido! – Era la voz de Matías.

      Soy una persona cruel y despiadada, pero no lo suficiente como para dejar que la vejiga de un amigo explote.

      Salí, y el pobre se encerró en el baño en segundos.

- ¡Hey, playboy! – Suspiré con cansancio al escuchar su voz.

- Hola preciosa. ¿Quieres acostarte conmigo? – Todos en la habitación soltaron una carcajada.

- ¿Cuántos meses llevas sin sexo Alek? Ya estás comenzando a delirar. – June se lanzó sobre el puf mientras pausaba el videojuego.

- No se. Como cinco meses. O más. – Busqué en mi armario algo que ponerme pero estaba vacío. Debía lavar mi ropa, pero por ahora, tomé prestado un pantalón de deporte de Erick.

- Mi sentido pésame. – Isaías comenzó a toser cuando no podía controlar la risa.

- No me compadezcas. Tú no entiendes mi sufrimiento. – Dije para luego secarme el cabello con la toalla que antes estaba en mi cintura.

- En realidad no. Y lo disfruto casi todos los días cuando me muerde el... - June empezó a narrar una de sus historias pero fue interrumpido por el grito de mi hermano y el mío.

- ¡Basta! No tienes que contarnos lo bien que se siente tirarte a mi ex. – Lancé mi toalla al suelo para luego acostarme sobre la cama de Erick, obviamente, empujándolo hacia la pared para estar más cómodo. A pesar de que hacía frío no me puse camiseta porque el roce sobre la piel irritada era insoportable.

- No pensaba hacerlo, no soy tan mal amigo. – Dijo entre risas mientras veíamos a Matías salir del baño con una mano sobre su espalda.

- ¿Quieres un calmante? – Preguntó Isaías rompiendo su voto de silencio. La verdad es que hablaba muy poco.

- ¿Para qué lo ofreces? Ambos sabemos que no hay. – Caminó hacia el mesón que llamamos cocina para servirse un vaso con agua.

- Si alguno va a la enfermería por medicinas, tráiganme algo a mi. Esta mierda está tan inflamada que me parezco al gordo de Erick. – Mi hermano me golpeó la cabeza con la Tablet para luego ignorarme y seguir revisando el Facebook.

- Te dije que eligieras un tatuaje más pequeño, pero tu insististe en un dragón de 40 centímetros. Te arrepentirás dentro de 20 años. – Dijo June concentrado en pasar el nivel.

- Lo dice el que tiene una S en la espalda. Te arrepentirás en menos de un año. – Íbamos a reír pero los quejidos de Matías eran insoportables. - ¿Qué te pasa? – Pregunté mientras le lanzaba objetos a June para hacer que perdiera.

- Nada Field 1. No tienes por qué saberlo. – Contestó con un tono serio. Parece que el tonto está molesto.

- ¿Usaste condón? – Erick dejó la Tablet a un lado y se levantó de la cama aplastándome un poco. Lo miré confundido.

CÓMO ESTUDIAR MEDICINA Y NO MORIR EN EL INTENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora