Las gradas están llenas, puedo escucharlo a pesar de estar en el baño. La gente grita descontrolada esperando el inicio del partido y yo estoy aquí, besando a esta mujer que me vuelve loco de tan solo pensarla.
- Yume. - Dije separándome un poco de sus labios. Ella me miró entrecerrando los ojos porque sabía muy bien lo que significaban esas 4 letras.
- Faltan menos de 5 minutos para que empiece el partido. - Me regañó manteniendo sus brazos alrededor de mi cuello. - Se lo que quieres pero no te lo daré, no ahora.
- Yume, por favor. - Apoyé mi frente en su hombro y la abracé más fuerte, si es que eso era posible. -¿Lo sientes? - Estaba tan cerca de ella que pude escucharla cuando tragó saliva.
- Si, pero eso no cambiará mi veredicto. - Me dio un rápido beso antes de soltarse de mi abrazo. - Gana este juego y te daré lo que quieres.
- ¿Sabes lo que quiero? - La miré fijamente a los ojos y no pude evitar morderme los labios para no ir corriendo a besarla nuevamente.
- Esa cara me dice que no te conformarás con sexo oral. - Colocó sus manos en su cintura intentando verse un poco más autoritaria, pero eso solo logró hacerla parecer más tierna.
- Estás en lo correcto, mi cara habla bien. - Ella soltó una enorme carcajada, no sin antes llevarse la mano a la boca para taparse. Desde que la conozco tiene ese raro hábito, pero no importa, me hace feliz verla reír.
- Para eso tendrás que ganar el partido de hoy y prometerme que trabajarás muy duro en la construcción del salón de juegos. - Se acercó nuevamente hasta donde yo estaba y me apuntó con el dedo índice.
- Eso es fácil. - Sonreí hasta que sentí un ligero golpe en el glúteo. Suspiré sonoramente y la abracé antes de que se escapara, pero antes de que pudiera darle una nalgada, la bruja malvada versión 2.0 vino a interrumpir.
- Oso, tenemos que salir. - Se asomó por debajo de la puerta del cubículo como si fuera un acosador, no me quedó otra opción más que soltar a mi princesa para abrir la puerta.
- Me lo debes. - La señalé mientras me alejaba a regañadientes.
- Si lo quieres, gana el partido. - Ohh Yume, no tienes idea de todo lo que me esforzaré para lograrlo.
- Que envidia. - June suspiró mientras caminábamos hacia la cancha. - Yo también quisiera celebrar la victoria de un partido con sexo.
- ¿Y Samantha? - Pregunté luego de ponerme un clip en el cabello para que al sudar no me molestara en la cara.
- Menorrea. - Suspiró nuevamente mientras ataba las trenzas de sus zapatos.
- ¿Oral? - Intenté ofrecer una idea pero el negó con la cabeza.
- En los días de menstruación solo le gusta que la bese y la abrace. No me deja ir más allá.
Ambos equipos nos reunimos en el centro de la cancha antes de empezar, y Hendrick, el capitán temporal del otro equipo, dijo unas palabras de ánimo, luego hicimos nuestro grito oficial para dispersamos por la cancha. Hoy jugaré en la ofensiva.
- No te deprimas. - Le dije a mi amigo el cual estaba delante de mí esperando que el entrenador lanzara el balón al aire. - Son solo 4 días así que cuando termine, solo debes exigir 4 merecidas rondas de sexo, una detrás de la otra.
- ¿Quieres que muera? A lo sumo dos y me estoy arriesgando. - El balón estuvo en el aire pero mi amigo falló en robarlo y terminó en manos del otro equipo.
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CÓMO ESTUDIAR MEDICINA Y NO MORIR EN EL INTENTO
Teen FictionLa vida del egocéntrico y apuesto obstetra Jeremy Presley nunca fue fácil, ni lo será de ahora en adelante, ya que por diversos motivos se ve obligado a enseñar a unos vanidosos estudiantes de medicina, los cuales esconden historias sorprendentes. C...