CÓMO ESTUDIAR MEDICINA Y NO MORIR EN EL INTENTO

REGLA 69: ¿APROBAR O APRENDER?

Sábado. 9 días restantes para el examen de pediatría.

- No vinimos a esto, Harrison. – Dijo tras una exhalación para posteriormente separarse de mí.

     Ver como se apartaba para arreglarse la ropa fue realmente decepcionante, y mucho más al saber que ambos lo estábamos disfrutando. O por lo menos eso me hizo creer.

     ¿Qué coño estoy pensando? ¿Será que estoy tan desesperado que puedo hacerlo con cualquiera? Aunque se trate de Donson y lo odie tanto a él como a su cabello naranja.

- ¿Te vas a quedar a dormir ahí? – Agregó con total naturalidad, con una actitud completamente diferente a la que tenía minutos atrás.

- Dame un momento. – Mis palabras sonaron como si realmente necesitara solo unos segundos, pero la verdad es que desconozco si podré levantarme de la cama. Inesperadamente me siento como si no tuviera energía.

- Oye. – Dijo y me vi obligado a enfocar la mirada en él. – Si yo no hubiese interferido, ¿lo habrías hecho con Miki?

- Tal vez. – Contesté casi de inmediato y sin pensarlo mucho. La verdad es que después de enterarme de la clase de persona que resultó ser Zack, el solo hecho de imaginar que me acuesto con alguien que probablemente tenga en su historial sexual a más de 300 parejas, me causa bastante desagrado, pero ese es un comentario que prefiero guardarme para mí.

- Mmmm... - Fue solo un sonido lo que expresó en respuesta, pero pareció tan decepcionado que me sentí en la necesidad de explicar, sin embargo, él no me dio tiempo para eso. – Creo que voy saliendo primero. Te espero afuera.

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Miércoles. 5 días restantes para el examen de pediatría.

- ¿Me estás prestando atención? – Escuché una voz, pero estaba tan concentrado en mis pensamientos que ni siquiera noté quién era la persona que me hablaba.

- ¿Ah? Si, claro, te entiendo. – Dije de la nada al encontrar a June a mi lado.

     La verdad es que llevo varios días intentando comprender la extraña actitud que ha tenido Kris desde que salimos del club. Esa noche no me habló más de lo necesario, y a pesar de que encontramos muchas pistas que comprueban el hecho de que fue drogado en contra de su voluntad, él no se mostró ni un poco emocionado al respecto.

- No me estás entendiendo enano. Estás perdido en algún lugar lejano y necesito que vuelvas. – June me tomó por los hombros y me sacudió con fuerza, pero aunque me molestara, la noticia que me dio después, me sorprendió lo suficiente como para olvidar lo que había hecho. – El coprofágico de Guerra sacó a Alek del caso.

- No bromees con eso. Sabes que nuestra nota final de pediatría depende de ese caso. – Contesté malhumorado mientras seguía por el camino hacia el cuarto de Rayos X.

- Si me hubieras escuchado desde el principio, entenderías sin problema. – Me lanzó una mirada recriminatoria y yo opté por solo encogerme de hombros. – No bromearía con algo así, realmente sucedió. Yo estaba allí cuando autorizó la restricción de todas las historias relacionadas con esos tres niños.

- Ese maldito hijo de... - Tenía planeado decir algo más, pero mi amigo tapó mi boca cuando vio a lo lejos al tipo en cuestión.

- Modula tu vocabulario. Estamos en el hospital aún, y por más odio que le tengas, él sigue siendo un superior. – Tiene razón, por lo que decidí guardarme mis palabras y entrar al lugar donde revisaríamos los exámenes.