REGLA 29: APRENDE A COMPARTIR.

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- Eso es todo lo que tienes que hacer, Yume. – Dijo Tephy emocionada mientras destapaba otro paquete de dulces. Este era el tercero.

      Esta vez había venido a mi casa junto a Samantha para contarme sobre su plan para vengarse de las hermanas Olive. Es su quinta vez aquí en lo que va de vacaciones.

- Espera. Explícame otra vez mi parte. No quiero que algo salga mal por mi culpa. – Tomé una buena cantidad de su bolsa y me senté al lado de Sammy, la cual, revisaba su laptop.

- Tu trabajo es entretenerlas un rato, mientras los chicos y yo, les cambiamos las bebidas por unas un poquito modificadas. – Definitivamente ella estaba muy emocionada con todo esto, pero la verdad, a mi me parecía una idea descabellada.

- Está bien, lo entiendo. Pero ¿Por qué yo? – La rubia me señaló unos tacones color plata desde la pantalla, pero yo negué con la cabeza.

- Sería muy sospechoso si lo hago yo. Después de todo, ellas me atacaron primero en la fiesta de Matt. – Tiene razón. Según me contó Tephy, cuando llegó a la fiesta lo primero que hizo fue buscar al chico que le gusta, Matt Allen; pero al entrar a la habitación donde él estaba, las hermanas Olive le lanzaron billetes a la cara entre risas, para luego gritarle un sinfín de frases horribles y ofensivas que no repetiré, pero es bastante obvio que en ellas dejaban claro su trabajo. Mi amiga estaba devastada, y no por el hecho de que la trataran como prostituta, pues lo era, sino porque no quería que su chico se enterara de esa manera. En mi opinión, era una situación inevitable, algún día iba a suceder.

      Nuevamente Sammy me señaló unos tacones, esta vez eran mucho más bajos que los otros y en color negro. Me negué nuevamente. No se caminar muy bien en zapatos altos y la verdad es que no está entre mis planes el caerme por las escaleras en una fiesta llena de gente de clase alta.

- Me rindo Stephy. A esta niña no le gusta nada. - Cruzó los brazos molesta y nosotras solo pudimos reír.

- El problema es que camino como bambi recién nacido cuando tengo zapatos de tacón alto. - Le dije a Samantha formando una trompita con mis labios, intentando que pareciera un puchero, todo para lograr que ella se riera también.

- Escoge los indicados Sammy. Yo me encargo de que los use. Lo quiera o no. – Tephy rió enseñando todos los dientes. Da un poco de miedo cuando hace eso.


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      Al llegar al centro comercial, decidimos separarnos para buscar los regalos de los gemelos individualmente. Yo solo debía recogerlos, pues los había comprado por internet.

      Primero tomé el ascensor hasta el último piso para llegar a la zona de recreación. Tuve que recorrerla entera, sin embargo, nunca llegué a encontrar el famoso campo de paintball, así que solo me acerqué a la casilla de información.

- Buen día, disculpe. – Saludé a la mujer bastante joven que se encontraba jugando con su celular detrás del recibidor.

- Buenos días, bienvenida a Diverland. ¿En qué puedo ayudarla? – Su voz sonaba aburrida, dejándome claro que repite aquella frase incontables veces.

- Compré un par de entradas por internet para jugar paintball y vengo a retirarlas. Están a nombre de Yue Santiago. – Agregué para luego entregarle el papel donde indica que realicé la compra. Ella tecleó un par de cosas en su computadora antes de contestarme.

CÓMO ESTUDIAR MEDICINA Y NO MORIR EN EL INTENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora