REGLA 62: SER NORMAL O NO, ESA ES LA CUESTIÓN.

250 12 0
                                    


Sábado. 9 días restantes para el examen de pediatría.

Si retrocedo un poco en el tiempo, y me remonto a aquella época en la que comencé a estudiar medicina, sin duda puedo afirmar que he cambiado significativamente, y con esto, no solo me refiero a los conocimientos que he ido adquiriendo a lo largo de los años, sino que también lo he hecho psicológica y físicamente hablando. Mi cuerpo ha cambiado, pues, aunque sigo teniendo la misma estatura, he trabajado bastante para fortalecer los músculos, pero sin duda, lo que más ha evolucionado, es la manera en la que interpreto el mundo. Si hace cuatro años me hubiesen hablado sobre sexo, mi respuesta sería, un sonrojo sumado a una profunda vergüenza; sin embargo, considero que ahora he madurado... un poco.

Giré con delicadeza la perilla de la puerta del depósito, pues está en mal estado y debe aguantar hasta que la reparen, encendí la luz, pero esta no funcionó, por lo que decidí iluminar con la pequeña linterna que utilizo para revisar la faringe, encontrando, para mi sorpresa, a dos personas notablemente impactadas con mi presencia.

- Siento interrumpir, continúen. – Tomé dos cajas de guantes estériles para luego firmar la hoja de salida.

- No... Yue. – Dijo Jakal apresurado. – No es lo que crees, verás...

- Esto no es lo que parece. – Añadió Kris mientras se levantaba de la caja en la que estaba sentado.

- Yo no creo nada, tampoco vi nada. – Caminé rápidamente hacia la puerta, y antes de irme agregué. – Usen condón. –Y me alejé del lugar tras cerrar.

Para cualquier otra persona esa hubiese sido una situación bastante extraña, pues, ver a tus mejores amigos besándose luego de confesarse su mutuo odio por más de 3 años, no es algo que suceda todos los días, y menos, si ambos son hombres; pero no puedo engañar a nadie, ya que yo sabía que esto sucedería tarde o temprano.

- Yume, ¡Yume! ¡Yume! – Tephy corrió apresurada hacia mí. El sudor le recorría desde la frente hasta el cuello, provocando que su cabello negro se le adhiriese a la piel, mientras su tórax se expandía con violencia indicándome lo alteraba que estaba – Necesito tu ayuda urgente.

- ¿Qué sucede? – Pregunté alarmada al ver su desespero. ¿Será una urgencia?

- El hombre con el que me acosté ayer, vino a emergencias con su hijo y su esposa. – Habló rápidamente y sin tomarse el tiempo para tomar aire. – Yo no puedo atenderlo, ¡ayúdame!

- ¿Por qué no? Eres tan médico como yo. – Contesté restándole importancia al asunto, pues ahora estaba mucho más calmada al notar que no era tan grave.

- No es lo que piensas, no me avergüenzo ni nada por el estilo. – Suspiró. – Es que si lo veo a la cara voy a recordar lo que hicimos. No podré concentrarme Yume, ese fue uno de los mejores encuentros de mi vida... - La interrumpí colocando mi dedo índice sobre sus labios y negando con la cabeza.

- Eres muy extraña Tephy, nunca habías tenido problemas con atender a una pareja sexual. – Le reclamé mientras buscaba a mi alrededor a alguien en quién delegar la obligación en la que mi amiga me quería meter, encontrando, milagrosamente a Ella jugando con su celular.

- Eso es porque nunca había hecho un trio con mi novio y un hombre casado. – Contestó por lo bajo a pesar de que no había nadie por el pasillo.

- Pues... - Por un momento creí tener una imagen mental de lo sucedido, pero aparentemente m imaginación no es lo suficiente capaz para formar una idea concreta, y se lo agradezco . – Yo tengo que llevar esto. – Señalé la caja de guantes y ella asintió. – Pero Ella está desocupada, así que puedes pedirle el favor. Eso sí, omite la parte del trio, por favor. – Sugerí para luego continuar con mi camino.

CÓMO ESTUDIAR MEDICINA Y NO MORIR EN EL INTENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora