REGLA 49: NUNCA OLVIDES COLOCARTE GUANTES.

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- Puedo hacerme cargo del de June y el de Erick, pero para el de Jakal tendrá que ayudarme Tephy. – La enana estaba apoyada de los casilleros, driblando un balón de básquet mientras nosotros escuchábamos su explicación sentados en el banco de los vestidores.

- ¿Y el mío? – Tenemos un problema grave, y aunque fui yo el que llamé a Yue, soy ignorado del plan para la posible solución.

- El tuyo es enorme. – Todos reímos ante la respuesta con doble sentido, y ella, en vez de sonrojarse como lo hubiera hecho antes, prefirió lanzarme el balón con fuerza. Afortunadamente lo atrapé, a pesar de la sensación de dejavu.

- Eso ya lo se, y como te gusta. – Continué el juego y no le quedó más opción que unirse a nuestra risa.

- Ahora hablando en serio. – El ratón se levantó a buscar su ropa en el casillero. - ¿Por qué me tiene que ayudar Stephany? – Preguntó y todos miramos a la chica esperando una respuesta.

- Eres muy pálido, y la única que conozco de tu tono, es ella, y estoy segura de que no me prestará su maquillaje sin una excusa convincente.

- Dile que es para una amiga... - El enano se encogió de hombros antes de volver a sentarse al lado de June, el cual miraba atentamente su teléfono.

- Solo tengo tres amigas. – Suspiró. – El resto son un montón de idiotas que están muy asustados porque se acerca la revisión médica y tienen que esconder sus tatuajes. – Se acercó a quitarme el balón, el cual hacía girar sobre mi dedo.

- ¿Qué clase de mujer solo tiene amigos hombres? – Erick recostó la cabeza en mis piernas, tal como solía hacerlo cuando éramos niños, después de la muerte de mamá.

- Pues ¿Qué mujer no querría estar encerrada en un cuarto con un grupo de hombres semidesnudos? Probablemente sea la fantasía sexual de muchas. – Continuó driblando el balón mientras yo le veía las piernas. Se me hace difícil no pensar en sexo cada vez que la veo. Desde aquella vez en la piscina, no nos hemos tocado de nuevo, lamentablemente.

- No estamos desnudos. – June al fin soltó el aparato y se dignó a entrar en la conversación.

- ¿Las mujeres también tienen fantasías sexuales? – Mi hermano se levantó emocionado ante el descubrimiento.

- Yo soy gay, no cuento dentro de tu sueño. – Jakal rió.

- Dije "semi" desnudos. – Miró al moreno. – También fantaseamos. – Ahora se refirió a mi hermano. – Y tú estás muy bueno, da igual si te gustan las mujeres o no, es mi sueño. – Todos rieron antes de que el clon a mi lado contestara.

- ¿Tienen condones? Deberíamos concederle el deseo a la pobre. – Debo admitir que me imaginé la escena y no me disgustó del todo. Soy un enfermo.

- ¿A ese que le pasa? – Sabía que se referían a mí. Estuve callado un rato y eso no es del todo normal, pero estoy ocupado intentando evitar una erección.

- Creo que está preocupado por lo del tatuaje, debe estar pensando en la expulsión que le espera. – La vi caminar hacia mí, pero intenté no mirar demasiado e imaginar vómito fecaloideo. Siempre ayuda. – Hey. – Agitó la mano frente a mi rostro pero la ignoré. Se había inclinado un poco y podía ver sus tetas. Solo lo está haciendo más difícil para mí. – Prometo ayudarte, encontraremos una soluci... - La tomé por el antebrazo y halé hasta que perdió el equilibrio y terminó cayendo sobre mí. Sin esperar mucho tiempo, abracé su cintura, y con la otra mano, aprisioné su cara para que no se escapara cuando la besara. Nada de un roce tierno y delicado, la besé con fuerza, introduciendo mi lengua en su boca para jugar con la suya y me sorprendí cuando me siguió el juego, al darme cuenta de que sus pequeños dedos estaban jugando con mi cabello.

CÓMO ESTUDIAR MEDICINA Y NO MORIR EN EL INTENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora