Domingo. 30 días restantes para el examen de pediatría.
Últimamente, he notado que me entero con facilidad sobre temas de los que no me interesa saber.
- Estoy ocupada, Matt. Hablamos más tarde. – Dijo Stephany para luego cancelar la llamada. – Imbécil. – Lanzó el teléfono hacia la cama y este rebotó un par de veces antes de caer al suelo.
- ¿Ahora qué? – Preguntó Yue sin levantar la mirada del libro que leía, el cual, no es precisamente de medicina.
- Se acostó con Paty Hanson. – Lo dijo calmadamente, sin embargo, se levantó del puff con las manos hechas puños. - ¡Con esa estúpida perra plástica! ¡Já! No sabía que le gustaban las tetas de silicón. – Continuó hablando mientras paseaba por la habitación. – Se va a enterar cuál ha sido la mejor creación de mi padre...
- Y... ¿Cómo te sientes al respecto? – Dijo Yue y yo intenté suprimir la risa. Ni siquiera le está prestando atención.
- La venganza circula por mi hermoso y perfecto cuerpo de modelo rusa. – Sonrió.
- ¡Hola chicas! – Hera entró al lugar con la típica felicidad que la caracteriza, sin embargo, nadie le contestó.
- Bueno, yo me voy a mi habitación. – Tomé mi bolso preparándome para salir, aunque la verdad es que pretendía dar un paseo por el colegio antes de que legue la hora del toque de queda.
- Chao Ella. – Contestó Yue, pues Stephany estaba demasiado ocupada en sus pensamientos, y Hera, en su teléfono.
Decidí salir al área verde, pero al estar tan metida en mis asuntos, casi llego hasta el estacionamiento. Al notarlo, cambié mi dirección, pero me detuve al escuchar la voz de Erick Field.
Debo aclarar nuevamente que yo no busco enterarme de la vida de mis compañeros; las noticias llegan solas.
- ...es por eso que, me gustaría pedirte que tengas al bebé. – Pronunció el chico con la mirada perdida en la enorme cerca que delimita el territorio de la escuela. – Si decides hacerlo, perderás la beca, pero prometo pagarte la carrera, y hasta la especialidad, cuando consideres apropiado, además, me encargaré del niño mientras estudias.
- Nunca pensé interrumpir el embarazo. – Contestó la que por voz, intuí era Sara, pues al estar en la parte oscura del lugar, yo no lograba divisar. – Pero no te permitiré que no me dejes ver a mi hijo.
- Nunca he dicho que haría algo así. Solo lo cuidaré. Aunque tú y yo ya no tengamos nada, él no tiene por qué sufrir por ello.
- Erick... - La chica se acercó a Field, por lo que ahora si entraba en mi rango de visión. – Lo nuestro se puede arreglar, yo...
- No Sara, eso no es posible. – Contestó secamente para luego separarse de ella.
Al notar que se acercaba, comencé a caminar con naturalidad, sin embargo, no logré adelantar más de 10 pasos cuando sentí una mano tocando mi hombro.
- Ya veo. ¿Así es como te enteras de las cosas? – No me había girado, pero podía sentir su mirada y eso era suficiente como para intimidarme.
- No estaba entre mis planes enterarme de tus asuntos. – Agregué con falsa valentía en un intento por hacer que mi voz sonara firme. – Solo estabas en mi camino.
- Por lo que decidiste escuchar... - Comenzó a dar pasos, por lo que automáticamente yo tuve que hacerlo también.
- ¿Por qué no? Si era información confidencial debieron charlar en un lugar más privado... - Me excusé.
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CÓMO ESTUDIAR MEDICINA Y NO MORIR EN EL INTENTO
Ficção AdolescenteLa vida del egocéntrico y apuesto obstetra Jeremy Presley nunca fue fácil, ni lo será de ahora en adelante, ya que por diversos motivos se ve obligado a enseñar a unos vanidosos estudiantes de medicina, los cuales esconden historias sorprendentes. C...