32 años después.
El golpe llego rápido y muy doloroso, cerré mis ojos y simplemente me desplome en el suelo muriendo de dolor mientras aquellos idiotas reían a mi costa. Sentí el sabor a metal de la sangre en mi boca, esta vez era mucho más doloroso que las otras veces.
Abrí los ojos para mirar a mis agresores, eras los mismos bravucones de siempre. Robert, Matías y Sebastián estaban a mi alrededor, esperando a que volviera a levantarme para golpearme de nuevo, pero no lo hice. Permanezco tirado en el suelo aguantando las lágrimas y la furia que siento, si fuera más musculoso y rápido que esos tres los haría papilla, me lamento no haber ido aquellos días al gimnasio y ejercitarme como ellos, así yo podría defenderme.
— ¿No te vas a levantar? —Matías pateo mi pierna izquierda.
— Creo que esta muerto —bromeo Robert, también pateándome—. Dejémoslo por ahora, no es nada divertido patear a un saco de mierda como él mientras esta tirado.
— ¿Creen que las chicas ya llegaron? —pregunto Sebastián mirando hacia la salida de aquel callejón del colegio—. Necesito a Lisa.
— ¿Ahora si de la vas coger? —los tres idiotas comenzaron a reír mientras decían obscenidades de sus novias.
— Es probable —contesto el tipo, mientras caminaban hacia la salida dejándome solo.
Hoy regresaban todos de las vacaciones de verano, aunque con estos climas de los últimos años ya ni se sabe en qué estación del año estábamos. Los que tenemos padres como los míos, que lo único que les importaba era sobrevivir al mundo de caos, nos dejaban en este internado para mentes súper dotadas y que nosotros resolviéramos el problema.
Aun no entiendo porque aquellos tres idiotas están aquí, esta escuela es exclusiva para los que tenemos ideas innovadoras para poder sobrevivir a la crisis ambiental de los últimos treinta años, aunque muy bien esto parece la prisión.
Con esfuerzo me pongo de pie y cojeando camino hacia la salida, los suertudos que tuvieron la posibilidad de viajar de regreso a casa en las vacaciones entran con sus maletas, apresurados antes de que la llovizna que comienza a caer los empape. Entro por la puerta trasera de la cocina y corro hacia mi habitación antes de que un maestro me vea. Al llegar cierro la puerta y voy directo al baño.
— Esta vez sí se pasaron —miro mi barbilla, esta enrojecida y tengo el labio roto, lo grandioso es que normalmente no me salen moretones.
Mojo una toalla con agua fría y la pongo sobre mi golpe, me recuesto en la cama y espero morir ahí, sino en la mañana tendré que despertar muy temprano y enfrentarme a las clases en mi último año de instituto, en el Instituto Tecnológico Antennae o infierno, da igual.
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World Of Ravens (Fény 2#)
Ma cà rồngHabía una vez una joven princesa dormida, escondida en un hermoso Fiordo, todos ustedes pensaran que algún príncipe o rey valiente iría a despertarla con el beso de verdadero amor, pero no es así. Por mucho tiempo lucho por mantener la paz en el mun...