Había una vez una joven princesa dormida, escondida en un hermoso Fiordo, todos ustedes pensaran que algún príncipe o rey valiente iría a despertarla con el beso de verdadero amor, pero no es así. Por mucho tiempo lucho por mantener la paz en el mun...
Intento abrir mis ojos aunque pesan demasiado, siento todo mi cuerpo adolorido y recuerdos de un sueño de lo más raro. Pues soñé que Iván me sacaba del internado volando a su máxima capacidad seguido por un humo gris, el cual era Esmerald, y miles de murciélagos a nuestro lado.
En algún punto del viaje escuche gritos, disparos y lo que me pareció un rugido; alguna vez vi videos en internet sobre felinos en la selvas de África, nunca vi uno en la vida real porque ahora todos están extintos desde hace trece años, pero los he visto en video además de escuchado los rugidos de los leones, algo similar rugió en mi sueño.
Me estiro porque mi cuerpo me lo demanda, es más extraño sentir duro el colcho de mi cama, ¿y si me he caído al suelo? Me esfuerzo más en abrir mis ojos para encontrarme con el techo de mi habitación, lástima que el único techo que tengo encima es un tupido bosque y las nubes.
— Ha despertado —escucho decir a alguien, miro desorientado a todos lados encontrándome rodeado de un bosque, además de que cerca de una fogata esta Esmerald, Iván y Thomas. Hay varias mochilas agrupadas y un enorme bulto cubierto por mantas, la chica viene hacia mí y me ayuda a levantarme—. ¿Cómo estás?
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— ¿Salimos a acampar? —es lo único que se me ocurre mientras veo llegar a los otros dos chicos.
— Dime como te encuentras —me pide Iván—. Molestias... lo que sea.
— Yo... no sé... estoy bien —miro mi ropa, aun tengo puesto el uniforme del internado que está hecho un asco y mis manos están cubiertas por algo rojo—. ¿Esto es sangre?
— ¿Qué es lo último que recuerdas? —insiste Iván y trato de hacer memoria.
— ¿Dónde estamos?
— Contestare cuando me respondas —Iván va en serio, así que comienzo.
— Me sentía mal, fui a enfermería, me dieron una pastilla y regrese al dormitorio para descansar —señalo a Thomas—. Él me acompaño, estuvo todo el tiempo a mi lado. También tuve un sueño raro.
— ¿Sobre qué, Charlie? —pregunta Esmerald.
— Escapar del internado, volar con murciélagos, gritos, disparos, rugidos... fue extraño. ¿Ahora me explicaran ustedes?
— Estamos en Noruega, en los bosques de Odda —explica Iván—. Thomas me dijo que sospechaba estabas entrando en la primera fase de transición, tuvimos que salir del internado antes que alguien te descubriera. Tuvimos que hacer de todo para controlarte cuando estabas transformándote.
— ¿Transformarme? ¿En qué? —miro a los tres, quien se miran entre sí para al final asentir.
— Eres un híbrido Vampir —dice Thomas como si fuera algo normal—. Afortunadamente no eres un zaino, aunque por un momento lo pensamos, tuve que dispararte porque atacaste a Esmerald.
