Había una vez una joven princesa dormida, escondida en un hermoso Fiordo, todos ustedes pensaran que algún príncipe o rey valiente iría a despertarla con el beso de verdadero amor, pero no es así. Por mucho tiempo lucho por mantener la paz en el mun...
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Los truenos ensordecedores me hacen respingar y dar repetidos saltos, ya que me toman desprevenida, lo que hace que despierte a Mila y ella se acurruque más en mi pecho por el miedo que ella también siente.
Le doy un beso en la cabeza y le digo que todo estará bien, aunque la verdad es que no se que pasara. Han estado ocurriendo cosas raras aquí y eso me desconcierta. Primero la llegada de Luke y ese extraño sentimiento que tengo al verlo, después el Cuervo Blanco llevándome a esa hermosa casa antigua en medio de un bosque, seguido del pergamino que traía el Cuervo con una misteriosa profecía, luego el obús y por último lo que paso con Norah.
No sé si lamentarme por lo que paso o alegrarme y el simple hecho de recordar lo que paso me hace tener escalofríos. Le dije que no comiera aquella manzana que nos había caído del enorme árbol que hace días había aparecido en el bosque, sin embargo, Norah no me escucho, se comió esa manzana y al terminar... se convirtió en una pequeña y potente luz flotante que con fuerza se proyecto en mi pecho.
Pero gracias a eso, al regresar a la casa antigua pude ver a mi preciosa niña, que había despertado y me pedía algo de comer. Miro a mi hija y la abrazo con fuerza, cada día, desde que aparecí aquí, soñaba con ella y como sería. Deseaba con todas mis fuerzas estar a su lado, cuidándola como lo ha hecho André, que de solo pensar en él siento un hormigueo en mi cuerpo y unas ansias de poder abrazarlo, besarlo... beber de su vena.
Otro trueno me saca de mis pensamientos, Mila se revuelve en mis brazos reclamando más espacio. Estamos en la caverna que el Cuervo me mostro la primera vez que vine aquí, en un estrecho túnel, para protegerme de absolutamente todos los peligros de allá afuera, pero en especial de aquella voz femenina que de repente habla y al hacerlo el lugar se hace más tenebroso. Nunca entiendo lo que ella dice, es un lenguaje extraño, pero me da la impresión de que conjura hechizos, ya que inmediatamente de que dice algo, un suceso ocurre, por ejemplo la tormenta de allá afuera. Incluso las sirenas suenan en toda la ciudad, anunciando una catástrofe lo que hace crecer mi miedo aun más.
Me acomodo mejor en el pequeño túnel para estar más cómoda con Mila, en ese instante el Cuervo Blanco aparece en la entrada del túnel que con rapidez se acomoda en las piernas de Mila y él también se acurruca.
— ¿Tu también tienes miedo? —pregunta Mila al ave, obviamente no responde, pero por la forma en cómo se acomoda con nosotras es un 'si'.
Mila y yo nos miramos por un segundo, mi pequeña encoje sus hombros y abraza al ave. Es sorprendente el parecido que tiene conmigo, con excepción de su cabello rubio cenizo, como el de André. Instintivamente una de mis manos viaja a mi vientre, ¿por qué no siento a mi hijo conmigo? ¿Dónde se supone que esta mi bebé?
Las preguntas se quedan atrapadas en mi mente, sin nadie que las conteste, necesito ver a Luke pronto e insistirle que trate, como sea, de contactar con André y le pregunte sobre lo que ha pasado... aunque pensándolo bien...
