Capítulo 8

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            Un día más sin dormir. ¡Genial! Gracias, Thomas.

Mi cabeza está con un fuerte dolor de cabeza a pesar de que ya fui a enfermería y he tomado dos pastillas para ahuyentar el dolor. Ahora estoy con mi cara de pocos amigos en el gran comedor, intentando desayunar un poco del buffet del domingo que nos proporcionar y el único día cuando puedo comer comida decente y con más variedad.

Aunque el ruido de la plática de mis compañeros y el alboroto que hacen por la fiesta de bienvenida al nuevo ciclo escolar, hacen que punce más mi cerebro. Hay tantas cosas en mi cabeza que ni siquiera me acordaba que como cada año, una semana después de iniciar clases, se hace una fiesta de bienvenida para absolutamente todos y claro que están emocionados, es hoy al caer la tarde. Donde no solo están invitados todos los alumnos y maestros, sino también los padres y los benefactores del internado, solo gente importante.

            Mis ánimos están por los suelos y dos gracias a los cielos que mis padres, David y Elizabeth, no vendrán

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Mis ánimos están por los suelos y dos gracias a los cielos que mis padres, David y Elizabeth, no vendrán. Anteriormente me hubiese decepcionado por no verlos aquí, pero ahora estoy contento de no verlos, me provocarían un derrame cerebral por toda esta bazofia.

Repentinamente se escucha un tintineo, miro a todos lados y veo a lo lejos, al director del internado ponerse de pie y llamando la atención de todos. Comienza a explicarnos a qué hora será la fiesta y en dónde, también nos sentencia para comportarnos y no hacer travesuras. A pesar de que este lugar está infestado de chicos genios, a veces pareciera estar lleno de orangutanes, empezando por los bravucones que me molestan y que no han regresado la ropa de Thomas, por eso hoy esta usan mi ropa.

— ¿Charlie? —me llama Esmerald, me giro hacia ella y le pongo atención, estira su mano y tiene un extraño frasco pequeño, con un líquido verde en su interior—. Iván me lo dio, dice que te sentirás mejor.

— ¿Qué es?

— Medicina —la chica lo vierte en mi café—. Tómalo, no es nada malo.

— A falta de opciones —murmuro llevándome la taza a los labios, doy el primer trago esperando un sabor extraño, lo saboreo en la boca esperando que termine muerto o explote, pero nada—. ¿Qué es?

— Para tu dolor de cabeza.

— Ahhh...

— En fin, hoy tenemos una misión —sonríe de forma espeluznante, veo a Thomas que se acerca más a nosotros para escuchar—. Tenemos que ir a la habitación de la profesora Fiorella.

— ¿Para hacer qué? —pregunta Thomas.

— André consiguió microchip localizadores —explica ella—, tenemos que ponerlos discretamente en la ropa de la mujer.

— Es imposible que entremos —le digo echando a perder su plan—. Cada habitación tiene cámaras de seguridad, además las habitaciones son verdaderos bunker y las únicas personas que tienen acceso a ellas son los mismos dueños, sin mencionar que hace un año la profesora tuvo un incidente y absolutamente nadie entra a su habitación, ni siquiera los de la limpieza. Aunque, ¿cómo es que nadie nos ha visto por las cámaras de la habitación de André o Iván?

World Of Ravens (Fény 2#)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora