9. Pobre Tom.

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—Te ha dicho que te alejaras, Tom —espetó amenazante Aaron.

Mierda.

Tom se levanta del suelo mirando a Aaron con desprecio y se acerca a él.

—No te metas —Le tocó con el dedo el hombro, amenazándolo. Yo, que estaba detrás de Aaron siendo "protegida", me pongo a un lado y miro a Tom.

—Mira, rubio mal teñido, no estoy para juegos de un idiota con hormonas como tú. Así que, permiso porque al último que buscaría sería a ti —hablé pasando por su lado, pero él me agarra del brazo para atraerme a él, pero tengo los reflejos de un gato. Y antes de que me pegara a él, le dí un puñetazo en la nariz. Éste se tambalea y por una banca que estaba detrás de él, se cayó.

Lo miré con indiferencia y caminé más adentro de las duchas para encontrar a Alex.

Los que presenciaron mi pequeño golpe a Tom, me miran sorprendidos, otros se acercaron para ayudarlo, y hasta algunos se rieron de él.

Encuentro a Alex guardando unas cosas en los casilleros que había.

—Hola —lo saludo con una sonrisa.

—¿Qué haces aquí? —me regaña frunciendo el ceño, haciendo que ruede los ojos.

—Te vengo a felicitar, jugaste muy bien... Algo, pues, para ser tu primera vez —Sonrío.

—¿Sabes que éste es el vestidor de hombres? —Se cruzó de brazos y juro que traté de no reír.

—¿Me estás celando? —Levanto una ceja.

—No, no, no, pero tampoco deberías estar aquí. ¿Qué tal si encuentras a uno de los chicos desnudo?

—Nada —Me encojo de hombros—, lo miraré un rato y luego te buscaría, no sería la primera vez que veo un hombre desnudo —Sonreí inocente y Alex me mira mal.

Se termina de vestir y toma su bolso, nos encontramos a Tom, sentado en la banca, sangrando por la nariz.

Esperaba que tuviera peor, pero que más da.

Alex se acerca a Tom, preocupado.

—Pero, ¿qué te pasó? —preguntó mirándolo. Aaron me miró y sonrió, mientras yo trataba de no hacerlo.

Me acerqué a Tom, desafiante y le sostuve la cara con el dedo, mirándolo directamente a los ojos.

—Eso te pasa por meterte con Cassidy —Me separé bruscamente, sintiendo la mirada interrogante de Alex.

Caminé hacia la puerta, y me detuve al lado de Aaron, que me seguía sonriendo.

—Vamos, Alex —hablé sin girarme.

—Pero...

—Alessandro... —dije en advertencia, él se levantó y salió. Miré a Aaron y le sonreí—. Gracias —le susurré para que sólo él escuchara, asintió levemente y salí.

Las chicas estaban esperándome junto a Alex.

—¿Cómo te fue? —preguntó Cristal.

—Normal —respondí encogiéndome de hombros.

—¿Normal? —interrogó Lily arqueando una ceja.

—Sí, entré y el olor a sudor entró por mi nariz...

—Iug —comentó Cristal arrugando la nariz.

—Lo sé, pero eso no es nada. Comencé a buscar a Alex y me encontré a un tal Tom...

—¿Tom Cárter? —preguntó Cristal, Vanessa seguía jugando con el cabello de Lily.

—Yo qué sé, pero me preguntó que si lo buscaba a él y le dije que no, Aaron me trató de proteger pero me defendí y pasé por un lado de Tom, que me agarró del brazo e intentó besarme...

—¡¿Que él hizo qué?! —se alteró Alex, haciendo que me sobresalte— ¡Me va a escuchar!

Le dio su bolso a Lily, le sonrió y guiñó el ojo, volvió a fruncir el ceño y se fue al vestidor.

—Bueno, prosigo; me quiso besar, le dí un puñetazo en la nariz y me fui a buscar a Alex. Cuando íbamos a salir, Alex se encontró a un Tom sangrante pero no lo dejé que se preocupara y... aquí estamos. Bueno, estábamos —Suspiré—. Voy a buscarlo.

Entré de nuevo a las duchas... La escena me dio un poco de risa.

Alex y Tom estaban peleando, los demás estaban tratando de separarlos pero salían entre noqueados o heridos, porque Alex no se deja agarrar.

Estuve en la clase de boxeo con Alex y cuando él se enfadaba, el profesor quedaba mal... Muy mal.

Él puede ser una amor, pero molesto se transformaba. No lo hacía muy seguido.

Aaron estaba mirando la escena divertido, y me puse a su lado.

—¿Qué ocurrió? —le pregunto viendo a Alex dándole puñetazos en la cara a Tom.

—Alex llegó, preguntó por Tom, nadie le respondió así que lo hice yo. Lo encontró, comenzó a golpearlo sin darle explicación y allí están —Se encogió de hombros.

—No te cae bien, ¿verdad?

—No —Sonrió.

¡Su sonrisa! Moriré.

—¿Los separo?

—Deja que lo golpee un poco más —respondió. Asentí, esperando un momento, disfrutando la escena.

Es gratificante ver como Tom sangra.

—Alessandro —lo llamé seria, él se giró y me miró, dejando a Tom algo desorientado.

—Qué —espetó con la respiración agitada y el puño un poco ensangrentado.

—Ya, vamos —Él rodó los ojos y se levantó, Tom se levantó tambaleándose—. Que uno de ustedes lleve a Tom a la enfermería o morirá desangrado... No, mejor, déjenlo tirado —Sonreí y me fui con Alex.

Las chicas nos esperaban, tomé el bolso de Alex para que él no le enseñara los puños a las chicas y se asustaran. Se que les sangran y no quiero que griten.

Salimos del instituto.

—¿Nos vemos mañana? —Asentimos a la pregunta de Cristal.

—Adiós —se despidieron las tres y se fueron caminando.

—Vamos antes de que te vean con los puños sangrando y te quieran llevar a la enfermería para que tengas el segundo round con Tom porque de seguro, debe estar allá —le dije a Alex y lo arrastré hasta el auto, subiéndome en el asiento de conductor.

—¿Vas a conducir?

—¡No! ¿Cómo crees? Me subo en el asiento de conductor porque me gusta y el auto se conduce solo —respondí irónica—. Me gustaría darte un puñetazo para que dejes lo idiota.

—Perdón —Levantó las manos en forma de rendición y se subió al auto—. ¿Cómo te fue con Salvatore? —preguntó, logrando que respirara hondo recordando la escena y su estúpida propuesta.

—Te lo contaré en casa —le respondí cansada y arranqué el auto.

Cassidy. - [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora