31. Regalo para las Materazzi.

1.8K 122 12
                                        

Alex pov's

No, me niego. Cassidy no puede estar muerta.

— Quiero verla.— Dije tratando de contener las lágrimas pero fue en vano. Él asiente y me dice que lo acompañe.

Comenzamos a caminar por los pasillos. Escuchaba llanto, risas, murmullos y gritos en el transcurso.

El doctor se paró en una puerta que tenía una placa donde decía "Morgue".

Eso me heló la sangre, el corazón se me contrajo y mi respiración comenzaba a agitarse.

Esto no puede estar ocurriendo.

Él abrió la puerta e hizo que pasara. Comenzó a caminar por la habitación hasta estar frente de un tipo de cajón. Caminé lentamente aterrador por lo que podría ver.

"Cassidy Morelli" Decía.

Mi mundo se vino abajo.

Quería que fuera un sueño, una pesadilla, una fantasía... Quería que esto fuera todo menos una maldita realidad.

— Lo siento.— Escuché al doctor.

— Cassidy...— Susurré.

No podía hacerlo.

No podía creerlo.

No podía aceptarlo.

No podía. Simplemente, no podía.

Aunque haya descubierto que no lleva mi sangre, me da lo mismo. Siempre será mi prima y la consideraré mi hermana... Así no esté conmigo.

No pude abrir el endemoniado cajón y me fui corriendo, es mucho para mí.

Encontré a Lily en mi camino y no dudé ni un segundo en abrazarla. Me reconfortaba.

— ¿La viste?— Preguntó en un hilo de voz, negué. No podía hablar. Estaba muy mal.

— ¡NO!— Gritó Dakota y salió corriendo por donde yo pasé. Luego de unos minutos un grito desgarrador inundó el pasillo; Dakota si la vio.

Acerqué más a Lily, estoy pensando en que puedo asfixiarla pero ella no se queja, al contrario, me susurra palabras de aliento, que todo estará bien pero ella sabe que no lo estará.

Malditas Materazzi.

Mi celular comienza a sonar pero lo ignoro, no es el momento.

— Alex, debes contestar.— Lily se separó de mí y me regaló una media sonrisa. Lo hice sin revisar quien era.

— ¿Hola?— Mi voz sonó apagada y un poco temblorosa.

¿Cómo está Marie, Alessandro?— Salvatore... No sabía cómo decirle que Cass había muerto y no porque piense que lastimará sus sentimientos, él no tiene sentimientos, sino porque creo que no terminaré la frase.

— Cass... Cass...— Respiré hondo.— ha muerto.— Se escuchó un silencio perturbador del otro lado.

lo que piensas y no quiero que le hagas algo a los Materazzi.

— ¡¿ESO ES LO QUE DIRÁS?!— Grité histérico.

Adiós Alessandro.— Y colgó. La sangre comenzó a hervirme. ¿Cómo se le ocurre a ese desgraciado? Aunque pensándolo bien, puede que él le haga algo a su familia... De Salvatore se tiene que esperar cualquier cosa.

Cassidy. - [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora