23. De vuelta a Italia.

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— Después hago algo al respecto.— Alex y yo asentimos.— Sólo le tengo una noticia y es que vamos a ir a Italia para la Reunión de Mafiosos.

— ¿Estás demente?.— Incredulidad; esa es la palabra que me define en este momento.

Salvatore nunca me dejó ir a esa reuniones porque era peligroso tanto para mí como para él. Decía que debo cuidarme mucho y por eso, no iría. Yo fui una vez sólo para concluir un negocio... Fue el peor error de mi vida. Además, algunos no querrán verme.

La Reunión de Mafiosos, se hace cada año con el fin de volver a ver a viejos amigos y conocidos del área. Además que también se utiliza para hacer negocios de todo tipo.

— ¿No que tenías ganas de ir a esa reunión?.—  Salvatore tenía media sonrisa mientras movía la copa de vino haciendo un pequeño remolino.

— Sí, tenía, pero no quiero morir. Sé que algunas personas me deben odiar por lo ocurrido... Pero, ahora, ¿por qué quieres que vaya? ¿Qué tienes en mente?.— Todo esto no me cuadra. Algo está planeando...

— Fui a visitar a Antoni, me dijo que no quería que su hijo esté dentro de esta vida pero no me importa. Para mí, ya es hora de que Alessandro entre en el negocio de la familia y lo quiero llevar a dicha reunión para que comience pero hay un problema y eres tú,— Me señaló con su copa.— no voy a dejarte sola en Nueva York mientras estamos en Italia, así que decidí llevarte.— Concluyó y le dio un sorbo a su vino.

— ¿No estás viendo que estoy herida?.— Señalé mi tobillo vendando. Salvatore lo observó.

— Se supone que eres una Morelli, ¿no?.— Lo miré de mala gana y asentí sin ánimos.— Entonces, eres fuerte, y eso— Señaló mi tobillo.— no es nada.— Tenía ganas de tirarle todo el vino y ahorcarlo pero me controlé al moverme y sentir una punzada en mi tobillo, recordándome lo ocurrido hoy.

— Bien.— Salvatore sonrió con autosuficiencia.

— ¿Y si no quiero ir a esa dichosa reunión?.— Preguntó Alex haciendo su acto de presencia luego de estar ausente. Salvatore lo miró con el ceño fruncido.

— Irás o irás, Alessandro. No hay otra opción.— La manera fría con la que habló, me es indiferente pero para Alex, no lo es.

Alex prefiere no tener roces con Salvatore porque es su tío y Antoni le dijo:

"Nunca contradigas a Salvatore. Sólo cuatro personas lo pueden hacer y no estás entre ellas, por lo tanto, te puede hacer daño y eso es lo que menos quiero en este mundo".

¿Cómo lo sé? Me leyó una carta que le mandó.

Alex y Antoni siempre han sido unidos, aunque no se vean, están comunicados.

Lo único que no capto es: ¿Quiénes son esas cuatro personas? Claro está que una de ellas es Antoni pero, ¿quiénes son las otras tres?.

— Está bien.— Dijo al fin de un minuto de incómodo silencio. Alex caminó hasta mi habitación y me dejó en la cama.— ¿Crees que estés mejor para mañana?.

— Quizás pueda caminar.— Me encogí de hombros.— Salvatore tiene razón; no es grave y aguantaré.

— Pero...

Cassidy. - [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora