61. Fin del juego, Materazzi.

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Cassidy pov's

Otro grito de Gretta resuena por la habitación.

Me alejo de ellas y me recuesto en el borde de la mesa apoyando mis manos en ella.

Vera mira hacia otra dirección para no ver llorar a Gretta y porque no quería ver su estado. Esa es la reacción, la mirada, el sentimiento que quería ver en Vera, quería ver dolor en ella por lo menos una vez en su vida.

A Vera no le he tocado ni un pelo, en cambio a Gretta... Está irreconocible.

Sangra por todo el cuerpo, su ropa está llena del líquido y de sudor. Se ve pésima. Además de que ahora le faltan cuatro dedos de las manos, tiene varias costillas rotas y una bala en el hombro derecho, mil cortadas por todo el cuerpo que arden levemente por ácido... Lo sé, es un bonito escenario.

Me acerco a Vera y veo a Gretta que, con la poca fuerza que le queda, niega con la cabeza. Río y le quito la cinta adhesiva a Vera de un tirón.

— ¿Cómo se siente ver y escuchar como una persona que amas, es lastimada?— Pregunto burlona. Vera me escupe haciendo que me enfurezca. Le doy un puñetazo en la nariz y comienza a sangrar.— Qué insolencia la tuya.— Me acerqué a Gretta... O lo que queda de ella.

— Déjala.— Espeta mirándome con rabia. Reí a carcajadas.

— ¿Quieres que te haga caso? ¿Quieres que tenga piedad de ustedes después de todo lo que hicieron?— Negué divertida y presioné una de las heridas de Gretta haciendo que gritara aunque sonaba ahogado ya que no le había quitado la cinta de la boca.— Pues, no lo seré.— Presioné más. En este momento lo que menos me importa es llenarme las manos de sangre.— Ustedes se lo buscaron.— Sonreí y le quité la mano de la herida dejándola llorar en silencio.— Pero deberían agradecerme, no lo hice antes.

— Eres una maldita cínica.— 

— ¿Yo?— Me señalé.— ¿Estás hablando en serio?— Negué divertida y tomé la pistola.— Yo no vendí a Marena,— Comencé a enumerar con los dedos.— no le robaba a mis padres, no traicionaba a nadie... No envidiaba a nadie.— Le bajé el seguro y Gretta se comenzó a mover mientras Vera me miraba detenidamente.— No me empeñé en hacer una venganza sin sentido.— Negué.— Aún no entiendo qué mierda les hice para que me trataran así.

— Te odio, Cassidy Morelli.— Hace tanto tiempo no escuchaba mi nombre...— Y he allí el por qué.— Fruncí el ceño y Vera mostró una sonrisa amarga.— Eres una Morelli. Los Materazzi nunca los superarán y lo admito, ¿para qué negarlo más?. Los Morelli tienen una cosa que nosotros nunca lo tendremos; poder. Por alguna maldita razón, no hemos logrado tenerlo. Te odio por quien eres.— Levanté una ceja.

— Dos cosas— Levanté dos dedos.—; no digas tendremos porque ya los Materazzi no existen.— Una lágrima se desliza por la mejilla de Vera. Sabía lo que pasó en Italia, sabía que esto acabó y que gané.— Y te voy a contar un secreto— Sonreí y le apunté a Vera. Su querida hermana comenzó a moverse como loca mientras chillaba.—; no soy una Morelli.— Abrieron los ojos como platos.— Te desquitaste con la persona equivocada.— Le lancé una mirada fría, sin vida, pero con mi mejor sonrisa. Gretta volvió a chillar y, sin previo aviso, cambié la dirección a la que apuntaba para darle a Gretta y disperarle.

Vera soltó un grito desgarrador, me recordó el momento en que me dijeron que Marena murió y como Lily y Cristal lo hicieron cuando Vanessa lo hizo.

Me acerqué a Vera y la vi con lágrimas en los ojos. Se veía tan vulnerable, tan sensible, se parecía a cuando era pequeña. Me observaba con rabia, odio, ira. La mirada que yo tenía al llegar a Italia.

Cassidy. - [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora