Llegamos a la casa... mansión, y estacioné el auto para bajarnos de él.
Abrí la puerta encontrándome a Salvatore sentado en un sofá con una copa de vino, bebiéndola tranquilamente. Lo miré aún enojada y fui a el baño para buscar el botiquín.
Se sentía la tensión, pero, ¿cómo no? Quiero decir, ¿qué padre le hace eso a su hija?
Entré al baño y me miré en el espejo; el día ha sido estresante y un poco fuerte, no sólo con lo que me pidió Salvatore, sino que sé que Matilda va a ser mi dolor de cabeza, no me quedaré así. Ella no tienen ningún derecho en hacerme eso, pero me imagino que quiere que vea quien es "la abeja reina", eso es una estupidez. No me dejaré joder de ella.
Y Tom, las cosas tampoco se quedarán así. Ya que lo golpeé y de seguro, sus "amigos" se burlarán de él porque una chica lo golpeó y no dejará a Alex por como lo dejó, sabiendo como golpea.
En este momento dirán que un auto lo atropelló, pero bueno, eso le pasa por meterse con un Morelli.
Los Morelli, somos fuertes de carácter, siempre tenemos lo que queremos. Un carácter de mierda para quienes se lo merecen, no andamos con rodeos... Te metes con uno y tu vida será un infierno. Claro, esto no es apto entre Salvatore y yo.
Me lavé la cara y busqué el botiquín para salir del baño. Al parecer, Alex y Salvatore estaban hablando y los interrumpí ya que me miraron y pararon de hablar pero en este momento es lo menos que me importa.
—Alessandro —lo llamé seria.
Él me miró preocupado y subió las escaleras, no lo esperé, ya que me fui a mi habitación. No quería ver a Salvatore.
—¿Estás enojada? —interroga Alex sentándose en la cama mientras arrastraba la silla del escritorio y me sentaba en ella, abriendo el botiquín.
—No contigo —Le sonreí para tranquilizarlo, sacando el alcohol y un algodón—. Las manos —Alex rueda los ojos y me las enseña; hago una mueca, la sangre está un poco seca—. Como cuando éramos pequeños..., no llores —le aviso sonriente esperando con ansias sus muecas de dolor. Le unto el alcohol y él se muerde el labio inferior.
—Lo que hago por ti —murmura negando divertido.
—¡Grita, idiota! —Le miré mal— Esto no se hace, deberías estar agonizando —Hago un puchero haciendo que él ría—. Y además, no te mandé a golpear al idiota. Por eso, tenía la nariz sangrante.
—¿Quién iba a pensar que, después de que me preocupé por él, terminé golpeándolo y dejándolo peor?
—Por eso no te lo dije cuando estábamos allí —Me encogí de hombros.
—Igual no me caía del todo bien.
—¿Por qué? —Sonreía mientras curaba la herida.
—Arrogante, engreído, estúpido, me tiró las dos veces que quedé casi muerto —enumeró con los dedos mientras reía a carcajadas.
—Quiere decir que ya te has vengado.
—Sí —Negué divertida y tomé otro algodón para seguir limpiándolo—. Y... ¿Matilda? —preguntó sonriente.
Me hirvió la sangre, y él lo sabía muy bien, por eso sonrió... y por eso le restregué el alcohol.
—¡Mierda! ¡Perdón, Cass! ¡No te lo vuelvo a preguntar! —Asentí y le terminé de limpiar la herida, colocándole una venda en cada mano.
—Si me sigue buscando, se joderá. Sabes que tengo paciencia pero también un límite —Lo miré sonriente.
—Si no le haces nada, no eres Cassidy.
—Lo que no entiendo es por qué me trató así, sólo le pedí que me dirigiera por el instituto. Y además, de que me respondió mal, hizo eso en la cafetería.
—De seguro para que le tengas miedo y hagas todo lo que ella te pide —Se encogió de hombros.
—Sabes que no le tengo miedo a nada.
—Pero ella no... Nadie, excepto yo —aclaró.
—Lo sé —Sonreí—. Bueno, iré a guarda el botiquín —Me levanté de la silla abriendo la puerta.
—Cass —Lo miré sin responder—, ¿y Salvatore? —preguntó con cuidado, no quiere que me enfade.
Respiré hondo.
—Voy a guardar el botiquín —Le sonreí y fui al baño, guardé el botiquín y regresé a la habitación para sentarme en la cama junto a él—. La razón por la que Salvatore me llamó, fue para que hiciera una entrega —Alex abrió los ojos como platos.
—¡¿Qué?! —Se levantó— ¡¿Cómo se le ocurre enviar a su hija para entregar droga?! —Comenzó a caminar de un lado a otro— ¡¿Y SI TE HACEN DAÑO?! ¡¿Y SI DESCUBREN QUIÉN ERES Y TE LLEVEN A LA CÁRCEL?! ¡O PEOR, QUE TE MATEN! —Respiré hondo y me levanté de la cama, poniéndome frente de él. Le agarré del cuello de la camisa para darle dos cachetadas y me miró atónito.
—Cálmate, no acepté.
—¡PERO CÓMO ES ESO POSIBLE! —gritó de nuevo y le dí otra cachetada— ¡Estoy calmado, mierda! —Me miró mal mientras respiraba agitado— Ya.
—Tienes problemas de ira —comenté, y él sonrió.
—Y tú no me ayudas a controlarlas.
—Bueno, me dijo que lo hiciera —Alex apretó la mandíbula—, me negué a hacerlo, él insistió hasta que me enojé y saqué el arma...
—¡Le has apuntado a Salvatore! —me interrumpió sorprendido.
—No, le apunté a los gorilas que tiene como guardaespaldas para que no me dispararan. Ellos si lo harían... No me quiero arriesgar como la otra vez —Alex asintió—. Bueno, les apunté, le hablé decentemente a Salvatore y me fui.
—¿Así?
—Así —afirmé—, también llegué en el momento para salvar a un hombre... Eh... ¿cómo se llamaba? —me pregunto— Trent, se llamaba Trent.
—¿Trent? —preguntó él y asentí— ¿Y qué hizo para que quisiera matarlo? —interrogó Alex.
—No lo sé, ni me importa pero quería molestar a Salvatore... Y lo hice, y más cuando le disparé a uno de los gorilas pero como dije, no importa —restándole importancia.
No quise mencionar lo que sentí al verlo porque pensaría que estoy loca. Además, no creo que sea necesario.
—Ten cuidado, Salvatore se está conteniendo y cuando explote... Lo hará y de la peor manera —me advirtió.
—Lo sé pero estaré igual que él —Me encogí de hombros logrando que Alex rodara los ojos.
—¿Qué se supone que debo decir cuando me pregunten porque tengo vendas en las manos? —interrogó levantándolas, cambiando radicalmente de tema.
—Nada, que me protegías de un imbécil —Sonreí y él asintió—. Ahora, sal de mi habitación, ha sido un día muy largo y quiero descansar.
—Nos vemos mañana —Abrió la puerta.
—¿Mañana? No es para tanto.
—Hasta mañana —Se fue cerrando la puerta y puse los ojos en blanco.
Me bañé y cambié, colocándome ropa cómoda. Me acosté en la cama y a los minutos, caí casi en coma.
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Cassidy. - [TERMINADA]
Боевик"Las mentiras son parte de mi vida y mi indiferencia es su aliado, pero como dicen, la verdad siempre sale a la luz... Y sin buscarla, la encontré." Soy Cassidy Morelli y ésta es mi historia...