Cassidy. - [TERMINADA]

47. Los Reeve me persiguen.

Cassidy pov's

Estaba recostada en el auto de Aaron, hablando con él.

Alex y Vanessa entraron a la cada hace unos minutos. Decidí quedarme fuera porque no es el momento de enfrentar a los Reeve.

Antes de que entraran, traté de calmarlos ya que Vanessa casi tenía un colapso nervioso y Alex... Pues, Alex era Alex.

Anoche fue una noche loca; bailamos mucho, tengo un vídeo de Jacinta acosando a Taylor que usaré en su contra, le arruiné el vestido a Gretta, Maltilda y Tom quedaron como los reyes del baile, casi golpeo a Vera, hablé cosas sin sentido con Alex, fui Dj, salté del techo... No sé ni cómo llegué ahí. En fin, después de caer, no recuerdo nada hasta esta mañana, amanecí en el jardín acostada en una rama. Aaron me dijo que yo escapaba de un perro.

Escuché una puerta cerrarse con fuerza, vi a Alex salir echo furia... Lily es quien debería estar así.

Camino hacia él pero me esquiva, lo tomo del brazo.

— ¿Y?—Pregunté con una esperanza fingida. Sé que no le fue bien pero necesito una explicación. Alex se soltó de mi agarre.

— Se terminó.— Escupió mirándome con rabia. Respiré hondo y lo abracé, él aceptó el abrazo al momento.

— Lo siento mucho, Alex.— Murmuré en su cuello y lo acerqué más a mí. Aaron miraba la escena con lástima... Espero que Alex no lo vea porque ahí sí le da un puñetazo.— Pero eres un idiota.— Sonreí y Alex se separó de mí.

— Gracias por tu ayuda, Cass.— Rodó los ojos. Me encogí de hombros y escuchamos unos gritos en la casa, se abrió la puerta dejando ver a Max y a Anne echando fuego... Se prendió esta mierda.

— ¡ALESSANDRO!— Gritaron.

— ¡Aaron, el auto!— Exclamé y él asintió. Entramos en el auto mientras veíamos a los dos correr hacia nosotros.

Miré hacia el otro lado para que Max y Anne no me descubran.

Alex iba en los asientos de atrás como alma en pena, Aaron me miraba de reojo.

¿Ahora qué puedo hacer con mi vida? Puedo ayudar a Alex y a Vanessa a arreglarse con Lily, dar la cara a los Reeve, joder la vida de las Materazzi... Aunque lo más difícil es lo primero.

Llegamos a la casa de Aaron, bajamos de auto y nos dirigimos a la puerta. Pasó un brazo por mi hombro y yo la pasé por su espalda.

Aaron abre la puerta y entramos a la casa, miré a Aaron.

— Esto está muy calmado.— Dije mirando la sala. Aaron dejó las llaves colgando en la pared y asintió... Y escuchamos una explosión.

— ¡Jake!— Grita Leyla desde algún lugar de la casa.

— ¡Lo siento!— Le grita de vuelta. Aaron se toma del puente de su nariz, frustrado y controlando las ganas de matarlo.

Jake sale de la cocina limpiándose la cara con un trapo viejo.

— ¡Esa es mi camisa, pedazo de idiota!— Le grita Aaron arrebatándole la camisa.

— Por eso olía mal.— Comenta Jake haciendo una mueca mientras Aaron lo fulmina con la mirada.

— ¿Retrasado?— Dice Alex mirándolo sorprendido.

— ¡Engendro del mal!— Lo saluda Jake, camina hacia él y lo abraza dándole palmadas en la espalda.— ¿Qué haces aquí? ¿Quieres explotar alguna fruta conmigo?— Sonríe Jake y Alex ríe.