Cassidy. - [TERMINADA]

26. La visita.

— Dime, Alessandro.— Él se sentó en mi cama y yo lo seguí. Esta conversación será larga...

— Sólo prométeme que no se lo dirás a Salvatore, por él no te lo había dicho.— Lo miré por unos segundos. Era de esperarse, Salvatore está en todo. Asentí y Alex suspiró.— Primero que todo es que tenemos una abuela— "Garet" Fue lo primero que pensé. No está muerta.— y es Margaret, nuestra ama de llaves.— Por eso mi pequeña confianza con ella... Salvatore no quiere que hable con Margaret porque preguntaría muchas cosas y más con el sueño que tuve estos días, ya que nunca lo termino.

— Esto no es grave, Alex.— Él sonrió. No le dije Alessandro, lo utilizo cuando estoy molesta o lo regaño.— No sé por qué me lo ocultaste y no entiendo por qué no puedo hablar con Salvatore al respecto.— Suspiró pesadamente y se encogió de hombros.

— No lo sé pero cuando lo descubrí, Salvatore me amenazó con hacerte daño y si le mencionas algo de esto...

— No me hará nada y lo sabes, Alex.— Ruedo los ojos.

— Yo no me fío de Salvatore y preferí prevenirlo.— Se encogió de hombros.

— Está bien, no lo mencionaré.— Él sonrió. Mi celular comenzó a sonar; la foto de Vanessa apareció en la pantalla. Contesto.

— ¿Hol...?

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, CASSIDY!— Gritaron varias personas. Este cumpleaños no tiene nada feliz pero ya me acostumbré.

— Gracias.— Sonreí.— ¿Cómo lo sabían?— Que yo sepa, sólo les dije que cumplía en estos días pero no cuál exactamente.

— Somos buenas investigadoras.— Respondió Cristal.— ¡Mentira!— Gritó Lily riendo a carcajadas.— ¡Deja la droga, Lily!— Rió Cristal. Escuché como se movían.— Nos dijo Alex.— Contestó Vanessa. Instintivamente, lo miré y le sonreí, él me miró raro. Le gesticulé un "gracias" y él parecía más confundido, ruedo los ojos y le enseño el celular, ve la foto de Vanessa y me guiña el ojo. Las chicas seguían riendo como las propias locas.

— Idiota.— Murmuré y él se encogió de hombros.

— Como soy tan buena amiga... ¡Auch! Ya entendí.— Soltó un bufido y escuché risas al fondo.— Como somos tan buenas amigas, necesitamos que vengas a la casa de Cristal... Ya aquí sabrás que haremos.

— Me van a matar, yo lo sabía.— Ellas rieron a carcajadas... Definitivamente, están drogadas.

— No lo haremos.— Dijo Lily.

— Está bien.— Sonreí y después de los gritos de celebración de las chicas, nos despedimos y colgué.

— ¿Podemos hablar más tarde? Te prometo hacerlo pero en este momento, saldré.— Alex me observó interrogante.— Las chicas me invitaron a salir... Quizás te llamen, digo ellas no saben lo que pasó y podría en algún momento de la fiesta o lo que sea que harán, terminar de hablar.— Él asintió.

— Te esperar...

— No es necesario, te puede ir en el auto.

— Pero si me voy, ¿en dónde te irás?— La confusión que sentía, lo demostraba al cien por ciento.