Capítulo 48

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Una sensación de tranquilidad me envuelve, mis miedos, mis inseguridades, todo aquello que hace que mi vacío se sienta cada vez peor, es reconfortado de tal modo, que siento que aquello que me faltaba, es llenado al sentir un simple abrazo viniendo de la persona que más admiro y respeto en este mundo. Aún cuando el abrazo no es directamente para mí, lo siento como si lo fuera.

- Papá- dice la voz cortada de mi demonio- Yo... lo lamento tanto...- su abrazo se hace mas fuerte.

- No tienes nada que lamentar hijo- responde la voz de Lance, en un tono menos severo pero sin abandonar su frialdad- Nunca te comenté nada de lo que ocurría entre Nimue y yo porque no quería que te vieras involucrado, mi intención era protegerte, pero por lo visto, le fallé a tú madre y me fallé a mi mismo como tú padre- dice este disculpándose, siendo yo el sumiso ante mis acciones y mi cuerpo, el poder oír, ver y escuchar es suficiente para mí.

- Le... ¿Le fallaste a mamá?- pregunta este con la voz temblorosa- levanta la cabeza del pecho del erizo hurano y lo mira a los ojos- ¿Qué quieres decir con eso?- puedo sentir como Galahad se está conteniendo para no llorar.

- Si...- afirma el azabache- Antes de que tú madre falleciera, me hizo prometer que te cuidaría y velaría por tú seguridad, en algún punto de mi vida, justo cuando me asignaron como protector de Nimue, algo muy en el fondo me decía que aquella promesa que le hice a tú madre sería en vano y... Fue cierto.

- No es así papá- puedo notar la sorpresa en su mirada gélida- Durante todos mis años de vida, cuidaste de mí, me educaste, me alimentaste, estuviste siempre pendiente de mí, hiciste lo posible para que nada me hiciera falta...- algo húmedo comienza a humedecer las mejillas de mi rostro, las lágrimas ya no son retenidas- No le fallaste a mi madre en ningún momento, me protegiste hasta el último momento... Gracias papá.

- Igual de sentimental que tú madre- dice Lance sonriendo de lado- Mis razones que me impedían tener una muerte pacífica ya no existen... O por lo menos, la más importante- mis ojos se abren con notable sorpresa y terror.

- No vayas a dejarme, no después de que pude encontrarte luego de tanto tiempo- ruega con la voz entristecida, mis ojos le suplican. Las facciones del rostro de Lance se relajan un poco, dándole un aspecto menos serio y más compresivo y relajado.

- Lo mismo te digo hijo- dice este, se separan del abrazo- Hay que cambiar las posiciones de mando.

- Si- dice obediente acatando las palabras de su padre- Papá- sus ojos anaranjados voltean a mirarnos- Gracias- agradece, el azabache asiente y cierra los ojos, Galahad hace lo mismo, unos segundos después, vuelvo a abrir mis ojos, encontrándome con la mirada carmesí de mi padre.

- Tus pensamientos están completamente perturbados- dice, el escuchar su voz ronca y fría me tranquiliza, la sensación de miedo ya no está- Se están mezclando con muchos recuerdos y no puedo leerlos con claridad.

Narra Shadow

- He estado muy inquieto últimamente- confiesa, la forma en la que conversó con su demonio me ha dejado claras algunas cosas que suceden a su alrededor- Temo fallarle a las personas que confiaron en mí al momento de escoger a quien viajaría en el tiempo para evitar que el futuro fuera el mismo... Temo fallarle a mi madre, no quiero que siga sufriendo en silencio para no preocupar a nadie...- evita mi mirada bajando la suya, como si se sintiera incómodo bajo la misma- Y sobre todo... temo fallarme a mi mismo- dice con cierta vergüenza, lo observo unos segundos, poso mis manos sobre sus hombros tomándolo por sorpresa, levanta la vista.

- El miedo es muy normal y natural- comienzo a hablar, intentando no sonar tan serio y más paternal- Si no sientes ese miedo, no tendrás la oportunidad de afrontar aquello que te asusta para poder superarlo y dejar de sentir ese miedo, es una buena forma de madurar y seguir adelante.

Memorias pérdidas y nuevas memoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora