Capítulo 32

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Mani estaba tan sorprendida como todas nosotras. Jamás nos imaginamos que serían dos, y menos niñas. Al menos toda la ropa que Dinah y yo compramos era unisex. Espero que no se ponga con la tontería de vestirlas de rosa porque son niñas. Ash, es muy tonto eso.

Acabamos de salir del consultorio. Las chicas, sin contar a Mani, estuvieron a punto de ahorcar a la doctora. Es muy tonto todo lo que quiso coquetear conmigo, sabiendo que mi prometida estaba ahí.

Ally: Última vez que acompañas a Normani- me advirtió molesta- Esa idiota cree que por ser plástica va a tenerte a sus pies.- solté una risita.- ¡Espero que ni la hayas mirado!

Dinah: Muy tonto lo que hizo- negó poniéndose a mi lado.- Normani, me cambias de doctora.

Lauren: Aunque no estaba tan mal....- murmuró.- Alex, no puedes hacer eso.- negó divertida.

Normani: Dejen a Alex.- me jaló hacia ella.- A ver, cariño. ¿Dónde compraremos tu ropa?- señaló varias tiendas del centro comercial. 

-Mani, tampoco exageres.- reí.- Sólo necesito un par de pantalones y algunas camisas ¡No es el fin del mundo!- me miró mal.

Suspiré dejando que dijera lo que quisiese. Una cosa que mi mamá siempre me dijo fue: "Nunca le lleves la contraria a una mujer, menos si está embarazada", veo que no lo decía por molestarme.

Camila: ¡Mani, ahí está la tienda!- señaló una que, al parecer, llevaba rato buscando.

-Gracias, Karla.- Sonreí falsamente, cuando Normani me empezó a jalar hacia la dichosa tienda.

Tardamos ahí unas dos horas, sin mentir. Me hizo probarme miles de conjuntos y hasta vestidos, los cuales tuve que comprar para que dejara los pucheros. Lo bueno del caso es que no me dejaron llevar nada, Dinah es él perchero.

Nos detuvimos en una cafetería , y agradecí internamente al ver a las chicas vestidas como "vagabundas" y no con los vestidos de alfombra roja. Tomamos asiento en una mesa lo suficientemente grande para nosotras.

X: Bienvenidas- sonrió un chico rubio.- ¿Qué les puedo servir hoy?

Normani: Hola, quiero una pizza familiar, dos sándwiches de jamón, tres tortas de queso con sirope de fresa- pensó un poco- ¡Oh, claro! Y un refresco dietético.- él chico estaba un poco impresionado pero aun así no dijo nada.- ¿Y ustedes, chicas?

Solté una carcajada y le eché una ojeada al menú.

-Quiero dos pizzas familiares y cinco refrescos- asintió aún algo impresionado.- Mani, ¿Vas a pagar tú, no?

Normani: Entre todas- sonrió orgullosa- ¡Estoy embarazada! Son sus sobrinas, así que ustedes pagan.

-Tienes suerte de que mis padres me dan dinero todos los días- bromeé.

Hablamos durante unos minutos, ya que al ver la comida de Normani no tuvimos remedio que callarnos y observarla, él pobre chico tuvo que buscar otra mesa.

Dinah: Alex, te apuesto cien dólares y una semana con mi teléfono a que se lo come.- sonrió de lado.

-Perfecto- Sonreí.- Si lo hace, me tienes que dar eso.- asintió.

No habíamos ni empezado a comer la pizza, cuando ya Mani iba por las tortas de queso. Sonreí triunfante hacía Dinah, quien ya estaba sacando un billete y buscaba su teléfono.

-Fue un placer - besé su mano- Ahora, empezaré a tomarme fotos con tu SnapChat.

Hizo una mueca y se volteó hacia su novia, se que no durará sin su teléfono. Al salir de ahí, fuimos directo hacia el estacionamiento en busca de mi auto para irnos de aquí. La sorpresa fue que mi madre estaba ahí esperándonos. Jodida mierda.

Tan Solo Recuerdos• Ally Brooke° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora