Tan Solo Recuerdos• Ally Brooke°

Capítulo 48

"Señores pasajeros, se le informa que su vuelo número quinientos veintiocho, con destino a Madrid, España, se encuentra en período de abordaje. Por favor acercarse a la puerta ocho"

Resonó en todo el aeropuerto.

Alex soltó un bufido de molestia al ver que las bebés se habían despertado. Suspiró pesadamente, cargando en su espalda a Jason- en un aparato especial para ellos- y se colocó a Mackenzie en otro adelante. Con sus manos, alzó los dos portabebés de las demás.

"Gracias al cielo que abordaré en primera clase". Pensó.

Al ser un miembro de la exitosa familia Ivcher, tenía los privilegios que quisiese, sólo que ella los usaba cuando era necesario. Le dio una pequeña sonrisa a la aeromoza, depositando en el suelo, delicadamente, los portabebés.

Alex: Gracias.- murmuró entrando al avión.

X: Señorita, disculpe.- fue interrumpida por una aeromoza rubia, que le impedía el paso.- No puede pasar por los portabebés.- suspiró.- Él avión no está habilitado para eso.- agregó.

X: Rose, no seas tonta.- murmuró otra, un poco mayor.- Es Alexandra Ivcher.- al decir ese nombre, la chica sólo pudo ruborizarse por completo.

Rose: Se..señorita Ivcher.- habló con nerviosismo.- Oh por dios, cómo lo siento.

Alex: No te preocupes.- le sonrió.- No soy como las idiotas de mis hermanas.- Rose sólo pudo soltar un aire de alivio.- Será un pequeño secreto.- le guiñó el ojo, ahora si entrando a su lugar.

Rose: ¿Sabes que mi crush me acaba de hablar, no?- le murmuró a Greta, la otra mujer.- Estoy por morir.

Greta: ¡No digas estupideces, Rose!- exclamó bajo.- Alexandra tiene cuatro hijos, sería una estupidez que te hable de nuevo.

La sonrisa de Rose se fue desvaneciendo lentamente.

"tal vez tenga razón." Pensó cabizbaja.

Lo que no tenía en cuenta, era que su jefa se equivocaba completamente.

Alex estaba preparándose para el despeje de su vuelo. Doce horas no serían muy fáciles, menos con cuatros niños. Por suerte, ella estaba preparada. Pidió una hielera en el aeropuerto, en la cual tenía muchos biberones y gelatinas para Jason y las trillizas.

Rose: ¿Desea algo, señorita Ivcher?- preguntó amablemente.

Alex: Un refresco, por favor.- Rose asintió, sacando de inmediato el vaso y dándoselo a la ojiazul.

Rose: Si, señorita.- Alex hizo una mueca.

Alex: Dime Alex o Al, no me trates de usted.- rió- Aparentas tener mi edad.

Rose: Tengo veinticinco años.- murmuró.- Y tú, tienes veintitrés, cumplirás este a..- se sonrojó- Lo siento.

Alex: ¿Acaso eres mi admiradora?- preguntó divertida.

Rose: Sí.- murmuró.

Greta: ¡Rose! ¿Que te he dicho de hablar con los pasajeros?- regañó.

Alex la miró molesta, no debía tratar a la chica así.

Alex: Lo siento, fue mi culpa.- intervino.- Quiero que Rose se quede conmigo en el viaje. Necesitaré ayuda con las bebés- mintió.- ¿Te quedarás?

Rose: Me van a pagar menos.- murmuró.

Alex: Te daré el doble.- sonrió.- Ven, señorita Rose.

Se sentaron en los asientos del área de Alex, hablando de temas diversos sin cansarse. Tenían muchas cosas en común, y , lo mejor de todo, era que Jason se encariñó con Rose.