Tan Solo Recuerdos• Ally Brooke°

Capítulo 41

Narra Alex:

Caminábamos por las solitarias calles de California. Dinah y yo teníamos nuestros dedos entrelazados, temblando un poco por la fría brisa de la noche. Mentimos acerca del hotel donde nos quedaríamos, ya que, lamentablemente, nos habían robado hace unas horas al salir del aeropuerto.

Dinah: Tengo hambre.- murmuró.

Suspiré pesadamente viendo a mi alrededor. No había ni un hotel, ni local de comida abiertos. Una sonrisa se formó en mi rostro cuando vimos que a lo lejos estaban Lauren y las chicas.

-Ven, mi amor.- apresuramos el paso hasta llegar a donde ellas estaban- ¡Laur!- grité. Volteó asustada y se sorprendió al vernos.

Lauren: ¿Qué hacen por aquí?- preguntó casi en un susurro.- Vamos a mi casa, faltan unas cuadras.

Caminamos en silencio, bueno, nosotras, ellas no. Quité mi chaqueta de cuero, poniéndosela en los hombros a Dinah, quien sonrió agradecida.

Dinah: Te enfermarás, Alex..-

-Me importas más tú y nuestro bebé- besé sus labios.- Así que te callas.

Llegamos a un gran edificio negro, entramos y subimos al ascensor, donde marcaron el piso quince.

Lauren: ¿Me van a explicar que hacían ustedes por ahí?- preguntó, cruzándose de brazos.

-Laur...nos robaron cuando llegamos- hice una mueca.- Mañana tengo que llamar a Melo para que nos ayude a recuperar las tarjetas.- le dije a Dinah.

Lauren: ¿Por qué mintieron en la casa?

-¿Creias que iba a andar en esa casa, con mi ex esposa?- pregunté irónica.- No gracias, no quiero traerme problemas con Dinah.

Asintió rodando los ojos. Bajamos en el piso y abrió la puerta con el número ciento cincuenta y dos en ella.

Keana: Nuestra humilde morada..- murmuró soltando su abrigo.

Era un gran apartamento, de dos pisos, decorado con tonos oscuros y perfectas obras de arte, que supuse que serían de ellas. Todo parecía sacado de un jodido catálogo.

Keana: Se pueden quedar en la habitación de invitados.- señaló un pasillo- Recuerden que esta también es su casa, así que no duden en agarrar lo que quieran. Iré a dormir.- se despidió con un beso en nuestras mejillas.

Lauren: ¿Tienen hambre?- asentimos rápidamente.- Suerte que en la tarde dejamos pizza aquí.

Calentó seis pedazos, para luego dárnoslo. Sonreí agradecida probando el primer bocado.

Dinah: Está demasiado rica- asentí. Abrió sus ojos como platos, soltando la pizza.

-¿Qué pasa, amor?- pregunté asustada.

Dinah: Dame tu mano.- la colocó en una parte de su barriga.- Acaba de patear.- tenía lágrimas en los ojos, al igual que yo, y no dudé en darle un corto beso en los labios.

Lauren: ¿Saben que sexo es?- asentimos.

- Tres hermosas niñas.- se atragantó con la comida.- ¿Qué pasa, Laur?- pregunté divertida.

Lauren: ¿Son tres?- asentí- ¿Cómo hacen para tener tantos bebés? Le ganaste a Normani.

Dinah: Yo me quedé loca- rió- Pero sé que no le voy a poner los nombres.- hizo puchero.

-Lo siento, pero el hecho que tú tengas cuatro nombres, no significa que ellas tendrán cuatro.- hizo puchero.- Está bien, pero solo pondrás el Jane.