Capítulo 5

594 29 11
                                    

PERMISO

— ¡Maldición, Sophia, me duele! —grito Loki mientras se aferraba con sus manos al colchón.

— ¡Pues que chingados! ¡Tú no dejas de moverte! —soltó molesta Sophie mientras sujetaba la pierna de Loki—. Solo necesito que te quedes quieto por primera vez en tu vida, Loki, ¿Es mucho pedir?

Realmente no entendía como este hombre no paraba de maldecir por todo. Era fuerte, pero eso no le quitaba lo quejica.

Sophie había tratado de quitarle los puntos lo mejor posible pero no contaba con que los puntos ya se le habían comenzado a encarnar. ¿Cómo era posible que este hombre cicatrizara tan rápido? Apenas habían pasado, casi, nueve días desde que se los puso y ya presentaban este tipo de encarnación. Por el exterior no parecía que estas le estuvieran encarnando con esta rapidez, fue por eso que se confió y no se los quiso quitar hasta ahora. Pensó en bañarlo antes de quitárselos, para que la piel absorbiera agua y así sea más fácil quitárselos. Pero aun así no podría cambiar el hecho del que saldría más perjudicado seria Loki. Y sus gritos se lo estaban confirmados.

—Pues intenta sacarte hilos de tu piel mientras te quedas quieta y luego hablamos... ¡Agh! —Soltó un alarido mientras se aferraba más a la cama— ¡Ten más cuidado!

Sophie soltó unas risas. Le encantaba como este hombre hacia berrinches y aventaba sus rabietas.

Termino de cortar el último hilo y lo miro indicándole que se mantuviera quieto y que aguantara. Loki asintió y cerró los ojos. Sophie jalo el ultimo hilo con cuidado y este se resistió en un principio haciendo que la pierna de Loki se moviera reaccionando al dolor, Sophie sujeto con firmeza su pierna para mantenerla quieta y, con destreza, logro sacar el hilo haciendo que un poco de sangre escurriera por el muslo de Loki, el cual, a pesar de ser él de complexión delgada y menuda, tenía piernas bien marcadas, al igual que su abdomen, brazos y pecho. Limpio con una gasa la sangre del muslo.

Ella suspiro y miro fijamente a Loki.

—Necesitare que te recuestes ahora sobre tu pecho.

— ¿Cuánto falta para terminar? —pregunto suplicante.

—Solo te queda la herida de la espalda —sonrió de medio lado.

Loki la miro con enojo, mientras fruncía el entrecejo.

—Te encanta torturarme, ¿Verdad?

—Solo cállate y voltéate por favor.

Loki soltó un bufido y se acostó sobre su pecho, con movimientos torpes y lentos. Lo había dejado todo lastimado.

Sophia lo había dejado solo en bóxer para poder tener más visión en su trabajo. Lo había mandado acostar a su cama para poder trabajar con él. En su pecho había sido muy fácil poder sacar los hilos ya que no eran tan profundos, pero en el hombro y su pierna había sido otra cosa. Ella había pasado de estar sentada en la cama de estar hincada en el suelo para poder trabajar mejor y más cómodamente.

Cuando Loki estuvo acostado boca abajo, Sophie logro observar su espalda ancha. Se sonrojo solo de ver todo su perfil, sus brazos marcados, sus piernas torneadas y su trasero bien formado y levantado. Se despejo la mente evitando pensar eso. Loki era muy guapo, no podía negarlo, tenía buen físico y todo eso, pero su actitud era muy desesperante, a pesar de que había relajado su tan hiriente humor tras el acuerdo y el que aceptaron que se necesitaban mutuamente, no dejaba de ser aquel hombre de humor espeso y comentarios sarcásticos, pero al menos, su actitud hacia ella era con más tacto y menos hiriente.

Aura©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora